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CUENTOS ECOLÓGICOS


Enviado por   •  18 de Junio de 2015  •  1.826 Palabras (8 Páginas)  •  184 Visitas

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CUENTOS ECOLÓGICOS

EL VENADO BLANCO

Había una vez, tres amigos que fueron de cacería. Un pobre venado blanco andaba por esos lugares y tuvo la mala suerte de que lo vieran los cazadores. Estos le dispararon y el venado cayó abatido por las balas. Luego, los hombres procedieron a deshuesarlo.

Pero lo que ellos no sabían era lo de "la maldición del venado blanco", leyenda del lugar que decía que quien cazara un venado blanco sufriría pobreza, enfermedades y hasta la muerte. A los tres días murieron los amigos en forma inexplicable.

Las voces de pueblo comentaban que se debía a "la maldición del venado blanco". Aunque muchas personas creían que ese era un venado común, otras, por el contrario, opinaban que era un animal extraño y que era un, crimen matarlo.

Yo creo que a los venados blancos, al igual que a los pardos, a los pardo -rojizos o a los pardo-grisáceos debemos cuidarlos y conservarlos, ya que enriquecen nuestra fauna y embellecen nuestros bosques. Y USTEDES, ¿QUÉ CREEN?

“SISTEMA SOLAR”

El Sr. Sol y sus 8 planetas a los que cuida y protege, ayudado con la importantísima colaboración de Doña Gravedad. Al principio de esta historia, hace mucho, mucho tiempo; antes de que existieran las hadas y los duendes; mucho antes de que sucedieran las primeras aventuras y cuentos, pasó lo que ahora os voy a narrar.

Nuestro amigo y protagonista el Sr. Sol era por aquel entonces como una nube muy, muy, muy grande…mucho más grande de lo que os estéis imaginando y estaba formada de gas y polvo que flotaba en el espacio.

Se encontraba, como os decía, solo. Flotando en el espacio, sin nada alrededor. Lo único que conocía el Sr. Sol desde que tenía memoria, era a su amiga Doña Gravedad, de aspecto serio y muy, muy fuerte. También era muy cuidadosa y siempre estaba pendiente de que ni la más pequeña partícula se escapara de su territorio.

Doña Gravedad le ayudaba al Sr. Sol a mantener el polvo y el gas unidos, sin dejarlos salir del interior de la gran nube. Aun así se encontraban muy solos. Un día decidieron que tenían que hacer algo para estar acompañados y dar más alegría y colorido al vacío espacio., recordad que no había nada más. ¡Doña Gravedad hizo uso de todas sus fuerzas¡ consiguiendo que el polvo y el gas se juntaran más y más y más. De esta forma la grandísima nube se fue haciendo muy poco a poco, mucho más pequeña; la apretó tanto, pero tanto, tanto que la parte central más profunda de la nube.....empezó a arder.

----------- ¡Se enciende la bombilla de la lámpara de papel! ------ Pero.... no os penséis que era una llamita suave y delicada, que va. Era una súper llama, gigantesca, colosal y muy, muy caliente. En el momento que la bola de gas se incendió, muchísimas piedrecillas, salieron despedidas hacia el espacio. Pero Doña Gravedad siendo tan fuerte y además tan cuidadosa y obstinada, no quiso que las piedritas se alejaran mucho y las dejó flotando en el espacio, más o menos cerca de la gran bola encendida en que se había convertido el Sol.

Todos estos pequeños trocitos giraban alrededor del Sol repartidos, unos más cerca, otros más lejos. Según el sabio criterio de Doña Gravedad, que resulto ser también muy organizada. Mucho, pero que mucho tiempo después de que el sol empezara a arder, Doña Gravedad se entretuvo haciendo que las piedrecitas se unieran unas con otras formando grupos de diferentes tamaños, colores y materiales. De este modo era más fácil controlarlas si se juntaban haciendo bolas grandes, que esparcidas por el espacio.

Así fue como nacieron los “Planetas”, que juegan girando alrededor del Sol, recibiendo todos, su calor y su luz. Era maravilloso ver a los 8 planetas juntos, pero eso sí, cada uno en su sitio. A doña Gravedad ya solo le faltaba poner un nombre a cada planeta. Empezó por el que se encontraba más cerca del Sr. Sol. Doña Gravedad observó que estaba hecho de fuertes rocas y tenía muchas heridas en su cara, además iba muy deprisa girando alrededor del sol.

-¡Que gracioso eres!. Por ser tan veloz te llamaré MERCURIO…ah y no dejes de moverte así de rápido o el sol te atrapará y te dará un caluroso abrazo. Doña Gravedad prestó atención al segundo planeta que giraba alrededor del Sr. Sol. -¡Qué bonito, como brillas¡ Eres más grande que tu hermano Mercurio y tienes una capa muy espesa de nubes que te rodea, y…jajaja , que raro andas, giras al revés que el resto de tus hermanos…te llamare VENUS…ah y te recuerdo que no dejes de girar alrededor del sol , o te atrapará.

El tercer planeta resultó ser muy bonito y especial. ¡Pero bueno! ¿A ti que te ha pasado? ¡Este todo mojado! Dijo Doña Gravedad, tienes agua por todas partes, también veo que tienes grandes extensiones de tierra y una fina capa de aire te rodea; estate atento porque todos estos detalles son muy importantes para que puedan vivir en un futuro personas animales y plantas…te llamare TIERRA.

Justo cuando iba a pasar al siguiente planeta, Doña Gravedad, vio algo que se escondía tras la Tierra. -¡Eh, tú,no te escondas que te he visto…sal de ahí detrás! -“Es mi gran amiga La Luna”, respondió la Tierra saliendo en su defensa; siempre viaja conmigo, somos inseparables.

Cada 28

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