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La pesca en el mar


Enviado por   •  13 de Marzo de 2014  •  Ensayos  •  464 Palabras (2 Páginas)  •  331 Visitas

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La pesca en el mar

En la historia del ser humano la pesca siempre ha estado presente. En su convivencia con la naturaleza existe una relación especial, entre el pescador y el mar. Fue en la espumosa orilla donde nació esta relación. La pesca de orilla es tan excitante como cualquier otra actividad deportiva y su recompensa tan deliciosa que atrapa tus sentidos. El exquisito sabor del pescado me hace amar la pesca.

Amante de la adrenalina y fuerte como el viejo roble bajo el cual se sentaba a tejer sus enormes redes, mi papa y me conto cada una de sus increíbles anécdotas. Cuentos tan interesantes que sentía como si los viviera a la par con la ronca voz con la que los contaba. Podía estar horas escuchándolo ahí sentado, mas prefería escuchar sus historias mientras caminábamos en la arena buscando el lugar perfecto para tirar la tarraya y algunos hilos.

En la búsqueda de ese lugar respirábamos la brisa mañanera, fría y salada, en el camino arenoso de las plantas de las uvas playeras. Las escandalosas olas rompiendo en el coral lo obligaban a alzar su voz para que lo pudiera escuchar. El camino era uno trabajoso por la carga de los equipos, los hilos, anzuelos, cubetas, la pesada red llena de plomos, la carnada; el café y los bocadillos, y la tan importante agua para beber, que nos mantenía hidratados ante el sol caliente del caribe.

Los brillantes rayos mañaneros se reflejaban en el agua. La pequeña posa estaba llena del exquisito manjar del mar. Pensar en la cena no era tan importante en ese momento como disfrutar de las otras cosas que la naturaleza nos ofrecía. Había que actuar rápido, pues las horas pasaban rápido en la orilla. Mientras más rápido el equipo tocara el agua fría, más rápido podíamos disfrutar del aromático café que traíamos en el termo. De la hermosa vista, del salitre que traía el suave roció de las olas golpeando las piedras y de los gritos de las gaviotas que en ocasiones trataba de robarse la carnada. Definitivamente era un deleite, una terapia, un hermoso día de pesca en el mar con mi padre.

Al final la carga era más pesada pues el regreso añadía muchas libras de pescado fresco, pero la recompensa hacia que valiera la pena. Nos esperaba mi mama en casa con los calderos, las especies cortadas, el adobo y los plátanos preparados para hacer la cena. De principio a fin la pesca de mar trae a nuestras vidas todo lo que queremos, la unión familiar, el compartir, el amor y el disfrutar juntos de la naturaleza. ¿Qué más podemos desear?

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