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Cuentos Cortos


Enviado por   •  31 de Marzo de 2014  •  1.587 Palabras (7 Páginas)  •  248 Visitas

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La princesa Lilian

Había una vez una princesa llamada Lilian que era muy hermosa y a la que todas las niñas se le quedaban mirando asombradas. Lilian tenía otras hermanas pero ninguna destacaba como ella. La madre de Lilian era una mujer malvada que, como sus hijas eran princesas y ella una reina, siempre tenía a los sirvientes a su disposición para que le hicieran todas las labores del castillo.

Lilian estaba inscrita en la escuela de princesas y allí, era una de las más hermosas cosa que a ella, le encantaba. Pero un buen día entró en la escuela otra niña a la que todos comenzaron a adorar, Sofía. Sofía era una chica hermosa, muy simpática y agradable y todos querían estar ratos con ella.

Cuando Lilian conoció a Sofía se enfureció, ya que sentía que una niña nueva había ocupado su lugar y ella iba a perder todo el protagonismo e iba a dejar de ser bella. De esta forma Lilian fue a sus padres y les dijo que quitaran a Sofía del colegio de princesas para así, ella seguir siendo la más bella.

Los padres de Lilian le dijeron que eso no era posible, que ellos no eran los directores del colegio y que jamás podrían echar a Sofía entonces la niña, muy cabreada, cogió a Sofía y le dijo que ella jamás sería hermosa a lo que Sofía contesto: ¿Y si somos hermosas ambas?

Y las niñas desde ese mismo instante, se hicieron muy buenas amigas…

EL GATO Y EL RATON

Había una vez que un ratón que andaba solo entre el bosque. Un día que iba de paseo se encontró a un gato que le dijo:

- Que andas haciendo ratón?

- Pues ando buscando un poco de queso. Dijo el ratón.

El gato le contesto: – Pues yo te puedo llevar donde hay muuuucho queso.

Y el ratón al oír eso, se puso muy contento y enseguida se pusieron en camino. Poco después llegaron y el ratón le preguntó al gato de forma exigente que donde se encontraba el queso.

El gato que era muy listo, le puso la trampa para engañarle y que se fuera con él.

- Jajaja, te engañe! No hay ningún queso. Solo te traje para comerte…. Dijo el gato de forma burlona.

El ratón rápidamente corrió asustado el gato le repetía todo el tiempo:

- No te vas a escapar, no te vas a escapar.

Poco después el gato le atrapó y el ratón estaba muy asustado, gritaba pidiendo auxilio. Pero el gato le decía que no gritara, que no le escuchaba nadie. Pero de repente, empezaron a llegar muchos gatos y ayudaban al ratón, ya que era muy bueno y no se lo merecía.

El ratón agradeció la ayuda de los gatos y a partir de ese momento fueron muy amigos.

Moraleja del cuento: No debes hacer cosas malas ni mentir.

LA TORTUGA MARGARITA

Había una vez una linda y risueña tortuguita que vivía en un lindo bosque, ella era una tortuguita muy, pero muy feliz, pues reía por todo!!!

Un día ella estaba paseando por el bosque, comiendo sus hojitas, y vio a unas abejas volar y la tortuguita reía sin parar, solo se le escuchaba reír.

Había una liebre que la observaba y le preguntó:

- Tortuguita porqué siempre ríes? Ríes de todo, ríes sin cesar, porqué tortuguita?

A lo que la tortuguita Margarita contestó:

- Río de todo querida liebre, río porque todo es lindo, porque la vida es hermosa, por eso siempre río.

Y la tortuguita Margarita continuó su camino, cantando y sonriendo muy feliz como siempre.

De repente comenzó a llover y la tortuguita, comenzó a reir!!!, y metió su cabecita dentro de su caparazón para protegerse de la lluvia, y continuó riendo.

La liebre que la observaba le dijo:

- Claro que ríes aún bajo la lluvia, ríes porque tienes tu propia casita y allí no te puedes mojar, pero yo?, mírame, aquí mojándome!

Cuando de repente apareció un hambriento león, y la liebre comenzó a correr rapidamente, y la tortuguita comenzó a correr, bueno, sabemos que las tortuguitas no corren, ella intentó caminar lo más rápido que podía, pero ella era taaaan lenta, pero taaaaan lenta, que el león casi, casi la atrapa.

La liebre estaba ya muy lejos, a salvo del hambriento león, sin embargo desde lejos podía ver al león tan cerca de la tortuguita, entonces la liebre corrió, corrió muy rápido y llegó donde estaba la tortuguita y la tortuguita, comenzó a reír, reía mucho como siempre hacía.

La liebre la montó en su espalda y se la llevó muy, pero muy lejos de aquel feroz y hambriento león.

- Ufff por poco te come el león, tortuguita. Dijo la liebre con su voz cansada

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