Dime Como Hablas

Cuidemos el lenguaje, es nuestra casa

Rafael Castro Pereda es un reconocido estudioso de la lengua y la literatura hispana, quien compartió sus estudios en reconocidos centros de enseñanza puertorriqueños y españoles, y además obtuvo el grado de Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid. Fue un renombrado periodista, publicó artículos en importantes periódicos entre los que destacan: El Nuevo Día, El Mundo, El Diario de Barcelona y el ABC en España. Sus méritos fueron reconocidos a través del Premio de Ensayo del Ateneo de Cultura, Premio Periodismo del Instituto de Literatura, Premio Rey Juan Carlos de España y otros más.

Su quehacer literario es evidente en textos como España en América, Textos y pretextos, Los retos del Quinto Centenario; Idioma, historia y nación, y otros. Entre ellos, resalta el valioso ensayo “Dime cómo hablas”, centrado en la preocupación por el daño que nuestro idioma está sufriendo, por la creciente falta de interés en esta situación y, sobre todo, por el incorrecto uso del idioma. Su mirada crítica se dirige a las comunidades hispanoamericanas, pero en específico a la isla de Puerto Rico.

La motivación para indagar en este texto ha sido producida a partir de la tercera edición del libro Dígalo bien... que nada le cuesta, de la doctora Rosario Núñez de Ortega. Este recoge un repertorio de los errores comunes en el español de Puerto Rico y unas guías prácticas de cómo solucionarlos. Evidencia esta de que la inquietud por la poca práctica y el buen uso de nuestro idioma español ha sido compartida por numerosos estudiosos y escritores, quienes han tratado de despertar el interés al respecto en todos los lectores para contribuir al correcto uso del habla.

Y no solo se trata del uso y hasta abuso de las llamadas “malas palabras”, pronunciadas impunemente por muchos, entre los que resulta imposible excluir grupo, sexo, edad o nivel de escolaridad, pues se ha vuelto un mal de muchos, sino también por la manera de expresarse, que deteriora a las palabras y las carga de un sentido negativo.

Relacionado con esta situación se incluye también la utilización de los neovocablos, esos que generalmente surgen en las jergas de los adolescentes, pero que han sido asumidos prácticamente por la generalidad. Son una especie de lengua paralela a la oficial y el sentido exacto de las palabras es vago. A este tipo de voces, a los que se han asumido de idiomas extranjeros (por su uso frecuente en las ramas científicas y técnicas) y a los que son utilizados incorrectamente, el profesor Castro Pereda los llama “barreras lingüísticas” por constituir un impedimento comunicativo.

En verdad nuestra personalidad está definida no solo por nuestros comportamientos sino también por nuestras mímicas, y especialmente por nuestras palabras; por lo que expresarnos verbal y gestualmente de una manera

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