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ENSAYO DEL LIBRO LO BELLO Y LO SUBLIME DE IMMANUEL KANT


Enviado por   •  12 de Febrero de 2014  •  3.239 Palabras (13 Páginas)  •  5.129 Visitas

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ENSAYO DEL LIBRO LO BELLO Y LO SUBLIME DE IMMANUEL KANT

Introducción

Este libro trata sobre las observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime, incluyendo aspectos de moral, psicología, descripción de los caracteres individuales y nacionales. Kant aborda la problemática de lo estético, sus observaciones acerca del sentimiento de lo bello y lo sublime con cierto interés para el conocimiento de los orígenes de la estética kantiana. Pero sobre todo enfatiza una serie de delicadas ocurrencias, de certeras observaciones, de agudas críticas, sin el aparato solemne de la exposición didáctica. Se refleja la diferencia de lo bello y lo sublime tanto en sentimientos de horror como de felicidad.

Capítulo I

Sobre los diferentes objetos del sentimiento de lo sublime y de lo bello.

Trata sobre las diferentes sensaciones de contento o disgusto, y no tanto sobre las condiciones de las cosas externas que las suscitan, expresa como cada hombre tiene un sensación peculiar para ser grata e ingratamente impresionado por las cosas.

En este primer fragmento lo que predominan son las críticas acerca de las diferentes sensaciones para Kant. El autor deja bien claro antes de empezar con el tema plenamente, que lo que para uno es bello, para otros puede ser repugnante, y lo que para uno es noble, para otros puede ser esperpento. También aclara que hace todas las comparaciones desde un punto de vista del observador y no del filósofo. Según esto, lo bello y lo noble no pueden convivir dentro de un mismo concepto, es decir, o una cosa es noble o es bella. Lo que no puede ser es ambas cosas. Lo noble (sublime) para Kant conmueve, mientras que lo bello encanta. De esta manera, las altas encinas y las grandes sombras son sublimes, o nobles, mientras que las flores delicadas, como las rosas son bellas. En el caso humano, las personas altas, con semblante rígido son personas sublimes, nobles, mientras que las personas bajitas con carácter de mayor confianza son bellas. Los colores oscuros son nobles, mientras que lo colores claros dan una sensación de vida, de belleza, por lo que son bellos.

Lo sublime -expresa Kant- tiene que ser grande, con pocos adornos, más bien tirando a austero, mientras que lo bello ha de ser pequeño, lleno de adornos y detalles. De este modo, una pirámide Egipcia es sublime porque es grande y tiene pocos adornos, mientras que lo bello correspondería más a la Basílica de San Pedro, que pese a ser grande y majestuosa, está llena de adornos, realizados con materiales como el otro. Por lo tanto es bello.

Un palacio residencial ha de ser sublime porque suele ser grande, mientras que un palacio de recreo es más acogedor, está más decorado, por lo que es bello. En cuanto al tiempo, un largo período pasado es noble, sublime, mientras que uno más corto tiene tendencia a lo bello.

Capitulo II

Sobre las propiedades de lo sublime y de lo bello en el hombre en general

Trata sobre la inteligencia llamada sublime, que hace que nazca el ingenio, lo bello que son virtudes, así como define que la amabilidad es la belleza de la virtud. También destaca que la cortesía y la finura son bellas.

En este segundo fragmento, el autor sigue citando ejemplos de lo que es bello y sublime. Sin embargo, muchos términos se presentan como ambiguos. Para Kant el entendimiento es sublime, mientras que el ingenio es bello. La audacia es sublime y “enorme”, mientras que la astucia es pequeña, por lo tanto bella. La veracidad y la sinceridad son sencillas y nobles. Por otra parte, La gentileza es escasa, por lo tanto bella, mientras que diligencia en el servicio es noble (una cosa es ser gentil, por naturaleza, que es lo bello, y otra cosa es ser gentil porque vives de ello, que es lo noble).

En cuanto a las emociones, según sean bellas o sublimes, se pueden encontrar a dos tipos de personas. Los que buscan compañeros que sean fieles, amables y divertidos, en ellos predomina el sentimiento de lo bello. Por el contrario, las personas que buscan ambición y recompensa, tienen un marcado sentimiento hacia lo sublime. Cuando hay personas que buscan todo eso junto, las mismas tienen un carácter más hacia lo sublime que a lo bello. Pero no solo existen esos dos tipos de sentimientos. Hay un tercero, y dentro de los tres se pueden englobar percepciones como la locura y los esperpentos. El tercero es la extravagancia. La extravagancia tiene un especial toque de locura. Extravagante son los jóvenes, por lo tanto, algo de locura siempre existe en ellos. Kant opina que la extravagancia lleva al esperpento, y el esperpento hace a uno “chiflado”. De allí expresa: «... si es de mediana edad, entonces fanfarrón. Puesto que lo sublime es lo más necesario para la gente mayor, un viejo fanfarrón es la criatura más despreciable de la naturaleza, lo mismo que un joven chiflado es lo más chocante y lo más insoportable». Y además agrega «…las mortificaciones, votos y algunas otras virtudes monacales, son esperpentos. Huesos de santos son esperpentos.... los cuentos de hadas del frenesí francés, son los esperpentos más miserables que nunca se hayan imaginado». Como se puede evidenciar, lo expresado tiene que ver con la crítica que hace Kant al mundo en que vivimos.

Finalmente, Kant propone otra reflexión sobre el valor del honor (comprendiendo casi todos los valores). Dice que este valor está englobado dentro de lo bello. Sin embargo, matiza que la cuestión del honor es un poco relativa. Mientras que no todos los hombres poseen algún tipo de sentimiento bello, casi todos los hombres poseen este don. Alguien tiene respeto por algo, y hace lo que sea para honrarle, por lo tanto es bello.

Capitulo III

Sobre la diferencia entre lo sublime y lo bello en relación recíproca de ambos sexos

Se destaca el sexo femenino como bello sexo, expresando que su figura, en general, es más fina, sus rasgos más delicados y dulces, con un rostro más significativo y cautivante de lo que es el sexo masculino.

En este tercer fragmento sigue con la ambigüedad en lo escrito, sin embargo hay varias cualidades bien expresadas y muy claras. La mujer para ser o parecer bella ha de ser refinada, debe de cuidar sus modales, debe de ser una señora ante cualquier ocasión. Una señora no puede hacer el mal, no por motivos religiosos, sino porque el mal es feo. La inteligencia ha de ser una inteligencia como la del hombre, y esa inteligencia ha de ser bella, no como la del hombre que es una inteligencia profunda.

Kant en esta instancia expresa los posibles grados de belleza en la mujer.

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