Ejercicios Para El Desarrollo De Voz Comunicación Oral Y Escrita

1.- Debes escucharte a ti mismo. Muchas veces no nos gusta hacer esto, lo relacionamos diciendo: “no me gusta la forma en que me escucho” más sin embargo; tenemos que enfrentarlo y trabajar con ello, utilizando todas las herramientas técnicas que necesites para dar este paso. Ya se trate de una simple grabación de voz, un contestador automático o algo más avanzado, necesitas escucharte a ti mismo antes de aprender a mejorar tu tono de voz.

Grábate a ti mismo hablando pero no te escuches inmediatamente, espera un día. Este consejo viene de algunos de los mejores entrenadores de talentos en el país, que preparan a algunos de los oradores públicos más importantes. Debes permitir que el tiempo te separe de lo que has grabado, con el fin de que logres ser más objetivo.

2.- Comienza a trabajar en las habilidades que oyes. Uno de los mejores obstáculos a superar es alejarse del habla monótona. Esto sucede en muchas ocasiones al estar en el teléfono y al hablar con grupos. Por alguna razón, tendemos a evitar el uso de la inflexión, esto se debe a que estamos tratando de sonar profesionalmente, pero, a decir verdad tu tono de voz terminará sonando plano cuando te esfuerzas demasiado en ello. Usa la inflexión como lo haces cuando estás diciendo una broma divertida o una gran historia. Imagínate a ti mismo en la sobremesa hablando con tu familia. Deja que tu voz suba un poco durante las partes más emocionantes, tal cual como lo harías en una conversación normal, esto mantendrá a las personas enfocadas cuando te estén escuchando.

3.- Aprende a calentar tu boca y tu mandíbula. Hazlo al igual que calientas los músculos para ejercitarlos, abre muy bien tu mandíbula y estírala, luego cierra y abre y repite, esto también te ayudara a relajarte. Otro buen ejercicio para aflojar la lengua y las cuerdas vocales es repetir la frase, “en los labios, los dientes y la lengua”, sentirás cómo se relaja tu boca, u otro párate frente a un espejo y di abriendo la boca bien grande, “gu, go, gua, guau, esto también estirara la boca y la mandíbula.

4.- Habla desde tu interior. Probablemente has escuchado que deberías escuchar desde el diafragma, la idea es sacar la voz desde el centro de tu cuerpo en vez de hablar desde tu garganta, verás que es más fácil de lo que piensas. Todo lo que debes hacer es respirar, relajarte y hablar con naturalidad, debes ser capaz de sentir tu vientre moverse un poco, justo debajo de las costillas, si presionas allí mismo cuando lo hagas, esto le dará a tu voz un sonido agradable y resonante; además te protegerá de padecer dolor de garganta.

5.- Canta, e incluso si crees que eres un cantante terrible. Esto ayudara a tu inflexión y a tu control más de lo que te pudieras imaginar, esto lo utilizan a menudo los oradores, presentadores y actores, ya que es un ejercicio de ayuda para tener un buen control de voz.

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