José Mujica. Discurso Ante La Asamblea General De La ONU. 24 De Septiembre De 2013.

José Mujica. Discurso ante la Asamblea General de la ONU. 24 de septiembre de 2013.

Hoy en día, vivimos en el mundo del negocio, del dinero, del capitalismo. Quien tiene el dinero es quien tiene el poder. El que no, no.

La codicia nos está impulsando actualmente, el sentido del derroche, del despilfarro, de gastar por gastar, nos está controlando y vivimos en una sociedad donde se comienza a poner en primer lugar el dinero y la idea de que para adaptarme a la vida actual y a la sociedad que existe hoy en día tengo que tener dinero, buscarlo y ponerlo como meta final y única en mi vida, como si fuera algo imprescindible y como si no pudiéramos concebir la vida sin él.

La vida misma, la familia, los amigos, no pueden, ni tiene porqué pasar a un segundo plano, porque primero somos personas. Pero nos inculcan, y consciente o inconscientemente, pensamos que la única forma de vivir en el mundo actual es a través de lo que las grandes empresas y dominadores del mundo quieren que uno viva. Es a través del consumir por consumir, sin necesidad alguna, solo porque hay que hacerlo, porque los demás lo hacen.

Si la gente hoy en día se diera cuenta del real valor del dinero, el mundo no estaría como está, porque sabría al fin, que el dinero es solo papel, que no vale nada. Y entonces, por fin entenderían que la naturaleza y las personas de las que nos rodeamos son las que tiene un real significado, porque están ahí, porque son invaluables, porque no se hacen en una máquina y no son copia de nada y lo que cada una nos entrega tiene mucho más peso que todo lo que el dinero del mundo junto podría darnos, en la sociedad actual.

Es necesario poder combatir de una vez por todas, la economía sucia, que solo sirve para dividirnos. Nos impide vivir en paz y nos impide ser tolerantes. Comprensivos con el que tiene otros ideales y que yo no comparto. Comprensivos con el que es diferente y no teme demostrarlo. Sobre todo, comprensivos y tolerantes con aquéllos con los que disentimos en cuanto a pensamientos o formas de vida.

La economía, en la que vivimos y entendemos hoy, sirve, eso es innegable. Pero, ¿para qué? Para las guerras, para crear las grandes armas, para destruir, para vigilar, para oprimir. Si decidiéramos, todos en el mundo dejar atrás los conflictos, las básicas diferencias que existen entre países hermanos, que la mayoría, por no decir la totalidad de ellas, son simplemente por problemas de fronteras y problemas económicos. Si decidiéramos todos un día decirle no a la guerra, dejar de abastecernos con armamento innecesario, ya que, sabemos todos que una guerra implicaría la destrucción total del mundo y que difícilmente se arriesgarían a esto. Si decidiéramos entonces, abrir los ojos de una vez y usar esos mismos recursos en las cosas realmente necesarias y en las personas que realmente lo

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