La Literatura Española Del Realismo
Enviado por castijohana • 19 de Junio de 2013 • 5.605 Palabras (23 Páginas) • 1.644 Visitas
la literatura española del Realismo es un movimiento literario que forma parte del Realismo, un movimiento cultural que se impulsó en Europa a mediados del siglo XIX al mermar las tendencias del movimiento romántico. Es una corriente procedente de Francia que, hacia 1850, desarrolló gérmenes ya existentes en el Romanticismo, sobre todo el costumbrismo. Las ideas románticas se irían disolviendo poco a poco y se empezaba a reaccionar contra "el arte por el arte"; la mirada de algunos estaba cansada de lo imaginativo y pintoresco, y pretendió observar objetivamente a las personas, sociedad y acciones contemporáneas. Su objetivo era presentar un retrato de la sociedad. El principal precursor fue Honoré de Balzac (1799-1850) que, con obras como La Comedia Humana, impuso en la novela un fin moral y social. Esta finalidad, haciéndose casi exclusiva, muy pronto condujo, en algunos autores, al Naturalismo.
El término "realista" se empleó por primera vez en 1850, referido a la pintura, pero se amplió con posterioridad al resto de las artes. En literatura se plasmó mayormente la novela. Quizá uno de los motivos del éxito popular de las novelas se encuentra en su publicación en los periódicos de la época. Los editores utilizaban la novela por entregas para conseguir que el público se viera obligado a comprar diariamente el periódico. La actitud del escritor realista es analítica y crítica, y se suele mantener al margen de lo que relata. Las principales novelas del siglo XIX eran de carácter social, y a los escritores se les consideraba como "historiadores del presente".
Sin embargo, no se debe olvidar de que siguieron perviviendo tendencias románticas o se desarrollaron otras que reaccionaban contra el Realismo.
Índice [ocultar]
1 Marco histórico
2 El Naturalismo
3 Características Literarias del Realismo
4 El Realismo y Naturalismo en España
5 La novela: principales autores
5.1 Juan Valera
5.2 José María de Pereda
5.3 Pedro Antonio de Alarcón
5.4 Benito Pérez Galdós
5.5 Emilia Pardo Bazán
5.6 Luis Coloma
5.7 Leopoldo Alas (Clarín)
5.8 Armando Palacio Valdés
5.9 Vicente Blasco Ibáñez
6 La poesía
6.1 Ramón de Campoamor
6.2 Gaspar Núñez de Arce
6.3 Otros poetas
7 El teatro
7.1 José Echegaray
7.2 Manuel Tamayo y Baus
7.3 Otros dramaturgos
8 La crítica: Menéndez Pelayo
9 Bibliografía
10 Véase también
11 Enlaces externos
[editar]Marco histórico
Durante el siglo XIX, España vivió uno de los periodos más convulsos de su historia. Se abrió la centuria con la guerra de la Independencia contra Francia y se cerró con la Guerra Hispano-estadounidense y el Desastre del 98, que significaron la pérdida de Cuba en América y de Filipinas en Asia. La dinastía borbónica, tras los reinados de Fernando VII (1814-1833) y de Isabel II (1833-1868), fue derrocada por la revolución de este último año, La Gloriosa. Sucedieron la regencia de Serrano (1869-1870) y el breve reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873). Se abrió después la corta etapa de la Primera República (1873-1874), a la que siguieron la jefatura de Estado de Serrano (1874) y la Restauración de la dinastía borbónica en manos de Alfonso XII (1875-1885), hijo de Isabel II, tras el pronunciamiento de Martínez Campos. Muerto el rey, su segunda esposa, María Cristina asumió la Regencia hasta 1902, año en que comenzó a reinar su hijo Alfonso XIII.
[editar]El Naturalismo
Émile Zola retratado por Manet
Artículo principal: Naturalismo.
Esta tendencia literaria nació en Francia y su máximo representante fue Émile Zola (1840-1902). Éste parte de la filosofía positivista de Auguste Comte (1798-1857), de los métodos del fisiólogo Claude Bernard (1813-1878) y de varios de los logros definitorios del espíritu moderno: la democracia, los métodos experimentales (Claude Bernard) y las teorías sobre la herencia (Charles Darwin). De esta manera, Zola busca la razón de los problemas sociales en el ambiente, y la de los individuos, en la herencia biológica. Así, el Naturalismo adopta una concepción materialista y determinista de las personas, que no son responsables moralmente, pues son resultado del ambiente que les rodea y de la herencia. Si el escritor realista es consciente de lo que sucede, el naturalista actúa como un juez de instrucción que investiga los antecedentes y las causas. Zola poseía una ideología socialista, y en sus obras abundan personajes como los alcohólicos, locos y psicópatas.
El texto donde se encuentra la teoría naturalista ideada por Zola es La novela experimental (1880). En este texto de crítica literaria, sostiene que el novelista es observador y experimentador. Desde el punto de vista del observador, el escritor ofrece los hechos tal y como los ha observado, establece el terreno sobre el que se moverán los personajes y se desarrollarán los hechos. Desde el punto de vista experimentador, el novelista instituye la experiencia, es decir, mueve a los personajes en una historia particular para mostrar en ella que la sucesión de hechos será la que exige el determinismo de los fenómenos a estudiar.
En España, debido a las contradicciones entre las teorías naturalistas y las creencias religiosas, tuvo escaso eco, llegando la crítica a preguntarse si efectivamente se dio ese movimiento en sentido estricto. De ello trata la propia Emilia Pardo Bazán en su artículo La cuestión palpitante, que sí se consideraba en dicha escuela. También se han considerado naturalistas pasajes de autores como Benito Pérez Galdós, pero fue explícitamente rechazado por la mayoría. Al hablar de naturalismo español, la frontera con el realismo no es clara y, al no adoptarse las teorías francesas, no es fácil diferenciar bien ambos movimientos.
[editar]Características Literarias del Realismo
El vagón de tercera clase, por el pintor realista Honoré Daumier.
En España, el mejor fruto literario de la segunda mitad del siglo XIX fue la novela, consecuencia, a su vez, del florecimiento internacional del género en esa época como expresión del auge de la clase media o burguesía que, a lo largo de sucesivas revoluciones (1789, 1820, 1830, 1848), fue conquistando el poder político. Los valores e inquietudes de la clase burguesa aparecen reflejados como en un espejo en la literatura del Realismo: individualismo, materialismo, deseo de ascenso social y aprecio por lo cotidiano e inmutable.
Los temas del Realismo literario son fundamentalmente el contraste entre los valores tradicionales y campesinos y los valores modernos y urbanos o el éxodo del campo a la ciudad y los contrastes sociales y morales que provoca, la lucha por el ascenso social y el éxito moral y económico, la condición insatisfecha de la mujer que ya posee derecho a la instrucción elemental pero no puede acceder al mundo del trabajo y a la independencia e individualismo burgueses, con lo que aparece el tema del adulterio y la fantasía folletinesca y sentimental, a manera de escape. Hay dos tendencias en el Realismo: la progresista y la conservadora.
La novela realista de este periodo se caracteriza por:
Visión objetiva de la realidad a través de la observación directa de costumbres o de caracteres psicológicos. Eliminan cualquier aspecto subjetivo, sucesos fantásticos y todo sentimiento que se aleje de la realidad: "La novela es la imagen de la vida" (Galdós), "una copia artística de la realidad" (Clarín).
Defensa de una tesis: los narradores escriben sus obras enfocando la realidad desde su concepción moral. Es el llamado narrador omnisciente. La defensa de una tesis suele comprometer la objetividad de la novela.
Temas cercanos al lector: conflictos matrimoniales, infidelidad, defensa de los ideales, etc.
El lenguaje coloquial y popular adquiere gran importancia ya que sitúa a los personajes en su ambiente real.
[editar]El Realismo y Naturalismo en España
En España el Realismo caló con suma facilidad, ya que existía un precedente en las novelas picarescas y en El Quijote. Alcanzó su máximo esplendor en la segunda mitad del siglo XIX (Juan Valera, Pereda y Galdós), aunque sin llegar al punto de rigurosidad de los cánones establecidos por la escuela de Balzac.
En Galdós, y posteriormente en Clarín, Pardo Bazán y Blasco Ibáñez, existen claras influencias naturalistas, pero sin los fundamentos científicos y experimentales que Zola quiso imprimir en sus obras. Únicamente comparten el espíritu de lucha contra la ideología conservadora y, en muchas ocasiones, su comportamiento subversivo.
La novela realista refleja generalmente ambientes regionales, como Pereda en Cantabria, Juan Valera en Andalucía, Clarín en Asturias, etc. Benito Pérez Galdós es una excepción, pues prefiere ambientarse en el espacio urbano madrileño.
El naturalismo en España, también tuvo sus detractores y se crearon grandes polémicas. Entre los opositores se encuentran Pedro Antonio de Alarcón y José María de Pereda, los cuales llegaron a calificarlo de «inmoral». Sus defensores más encarnizados fueron Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán. La controversia más dura tuvo lugar a partir de 1883, a raíz de la publicación de La cuestión palpitante de Pardo Bazán.
Esta generación está formada por una serie de escritores considerada nueva clase nacional. El periodo de máxima coincidencia como generación tuvo lugar en la década de los ochenta.
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