Las Falacias

Las Falacias

1. Falacias que omiten datos relevantes:

a) Racionalización: Es una falacia que consiste en emplear argumentos que aparentan ser ciertos, pero que carecen de veracidad. La intención primordial es justificar una postura personal que se asume ante una situación en que se carece de prueba. En este sentido, las premisas expuestas no tienen, prácticamente relación con la conclusión porque no son razones reales. Se caracteriza por el deseo del emisor de defender una creencia o idea, en lugar de determinar cuán valedera es la misma. Por ejemplo:

1) Lo siento, pero no podré asistir a tu fiesta de cumpleaños el día de Navidad porque había otro compromiso y, además, no sabía qué tipo de regalo podía comprarte.

2) Gustavo señaló: “El examen final del curso de Español Comercial I estaba mal redactado. Incluso, no comprobaba si los estudiantes dominaban los conceptos básicos del curso. Me considero un estudiante sobresaliente; en todos los cursos siempre obtengo calificaciones de A. Sin embargo, obtuve en ese examen una calificación de D. Me reitero en la misma idea: ese examen no fue redactado para medir los conocimientos y adolece de muchísimos errores de redacción”.

La persona que racionaliza tiene el deseo de ocultar las verdaderas razones o motivaciones que lo llevan a pensar o actuar de determinada forma. Pretende justificar su posición mediante unos argumentos carentes de credibilidad. Por esto, selecciona solamente aquellos datos que pueden favorecer su argumentación, pero omite el análisis de otra prueba que pueda clarificar sus planteamientos. A su vez, pretende convencer o dar la impresión de que ha examinado la prueba disponible y que la misma le imprime mayor solidez a sus argumentos.

b) Argumentos ad misericordian (Apelación a la misericordia o a la piedad). Es una falacia basada en el uso inadecuado de los sentimientos de pena, lástima o compasión para manipular el razonamiento del receptor del mensaje. De igual manera, se pretende persuadir a otras personas y convencerlas de que ese punto de vista es cierto. El emisor del argumento recurre a emplear la pena o compasión en lugar de exponer una prueba relevante; es frecuente cuando se debaten o refutan principios, valores o asuntos significativos. También apela a la emoción y a esto responde que algunos abogados recurran a este subterfugio en los juicios para influir emotivamente en las deliberaciones y, por ende, en el veredicto del jurado o del magistrado. Unos cuantos ejemplos evidencian cómo se trabaja esta falacia:

1) Emisor: Señor Morales, usted sabe que sólo dependo de mi trabajo para mantener a mis tres hijos, pagar el alquiler y sobrevivir. He perdido mi trabajo, soy una madre soltera y no tengo a nadie que me ayude económicamente. Así pues, espero que entienda el por qué no he podido pagarle el alquiler durante los últimos tres meses; sé que usted no me llevará a los tribunales.

En el ejemplo anterior es irrefutable que el emisor pretende inquietar al receptor y despertarles un sentimiento de lástima hacia ellos. No obstante, dichos argumentos carecen de objetividad y, sobre todo, de lógica. Los emisores sólo pretenden obtener beneficios personales, a sabiendas de que sus actitudes son cuestionables.

c) Argumentum ad verecundian (Apelación a la autoridad). Es una falacia que consiste en pretender sostener una proposición o forzar a alguien a aceptarla mediante la alusión al criterio de una persona que es una supuesta autoridad en esta materia. También puede darse el caso de que la autoridad citada sólo es especialista en una disciplina afín a la que señala el emisor del argumento. El emisor del argumento no ofrece pruebas contundentes para apoyar su punto de vista. A continuación se presentan unos ejemplos que evidencian el empleo de esta falacia:

1) El señor Alberto Neves, conocido banquero e inversionista puertorriqueño, señaló que comprar acciones del Proyecto ACE, Inc., es una verdadera ganancia y una inversión segura. ¡No entiendo por qué rechazaste la oportunidad que te dieron de comprar 100 acciones de dicho Proyecto! Para poder refutar una falacia de esta naturaleza es perentorio requerirle a la persona que hace la exposición que identifique quién es la autoridad o el profesional versado en esa materia.

d) Argumentum ad populum (Apelación al pueblo). Es una falacia que se fundamenta en el uso inadecuado de la opinión de una mayoría. Se insiste en que se acepte una premisa sobre un suceso, acción, objeto, persona, idea o juicio porque una gran mayoría de la gente lo acoge favorablemente. Además, puede basarse en que se rechace ese argumento, puesto que el mismo no es avalado por muchas personas. Es necesario recordar que el hecho de que una mayoría acepte una idea o proposición no implica que ésta sea la más correcta o cierta. Los siguientes ejemplos evidencian el uso de esta falacia:

1) El 85% de los puertorriqueños compró autos europeos el año pasado. Considero que debes adquirir un auto europeo, ya que la mayoría de las familias de tu vecindario son poseedores de estos tipos de automóviles.

2) Había una enorme fila frente al Centro de Bellas Artes de Guaynabo en donde se está representando el drama Los enemigos. Iré a verlo porque parece que es excelente.

El que una acción o idea sea aceptada y adoptada por una gran cantidad de personas no es indicio de que la misma es la decisión más correcta. La intensidad o fuerza de la argumentación radica a pretender que una persona actúe o reaccione de cierta y determinada forma porque ésta es la manera en que la acostumbra a hacer la mayoría del pueblo.

e) Non séquitur (Falsa conclusión). Es una falacia en la que se expone una conclusión que no se infiere de las premisas presentadas en el argumento y carece de un enlace adecuado con las proposiciones en que se apoya. En muchas ocasiones, este tipo de razonamiento es deliberado es empleado, con frecuencia, en los tribunales. Esta falacia ocurre, generalmente, debido a la falta de suficiente información en el argumento o por los prejuicios inconscientes de la persona que argumenta. Ejemplos:

1) Las empresas gubernamentales que se dedicaban a la manufactura gubernamentales que se dedicaban a la manufactura de ropa de mujer son un éxito porque sus empleados reciben altos salarios.

2) ¿Cuáles son los mejores libros? Los mejores libros son aquéllos que tienen las letras grandes porque son fáciles de leer.

Se derivan unas conclusiones en las que privan la ausencia de una información relevante y cónsona a lo que se está reclamando.

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