ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.


Enviado por   •  19 de Marzo de 2014  •  Prácticas o problemas  •  720 Palabras (3 Páginas)  •  293 Visitas

Página 1 de 3

TRABAJO PRACTICO DE VELOCIDAD LECTORA.

Ejercicio N°1 “La Pirámide”

Actividad:

- Se debe leer el texto en forma silenciosa.

- Posteriormente se debe leer en voz alta, con otra persona en forma alternada cada una de las líneas de las pirámides.

- Después el niño debe leer las pirámides sólo siguiendo las instrucciones anteriores

Aquella

mañana era

un hermoso día

de sol. Y allí,

al frente de la puerta

de su casa se encontraba. El

señor tortuga, mirando como pasaba la gente.

De pronto pensó que mientras su mujer vestía

a los niños, él podía echar un vistazo a

sus siembras de acelgas que tenía en el campo. En

el trayecto hacia su sembrado se encontró con el señor liebre,

quién

muy orgulloso

miraba su siembra

de repollos. El señor

tortuga lo saluda muy amablemente:

¡Buenos días señor liebre! Este con

su acostumbrada arrogancia, en vez de devolverle

el saludo, exclamó muy burlón: ¡Ujuy! ¿Cómo es

que anda tan temprano por el campo. Señor tortuga

Ando de paseo – señor liebre La liebre mirando burlonamente y moviendo sus orejas le dijo: Creo que podría usar mucho mejor

sus

patas. La

tortuga a pesar

de que tenía mucha

tolerancia y paciencia al escuchar

esta, se indignó. No podía soportar

que hablaran mal de sus patas, ya

que sabía que las tenía cortas y chuecas.

Y respondió prontamente: ¿ Acaso crees, que sus patas son

mejores que las mías. Señor liebre? La liebre respondió: ¡ Sí,

mucho mejores! Entonces la tortuga propuso: ¡Le apuesto lo que

quiera

que le

gano una carrera!

- ¡No me haga reír!

- Respondió la liebre. Usted con

- sus patas chuecas. Entonces la liebre

- exclamó: Muy bien... pero ¿qué apostamos? Mi

- siembra de acelga – dijo muy seria la tortuga -.

- ¿Está de acuerdo? ¿Ujuy! ¡De acuerdo! ¿Y cuando corremos? .

- En dos horas más. Voy a mi casa me cambio

- de ropa y regreso. Mientras caminaba hacia su casa la tortuga

- pensaba:

La liebre

confía mucho en

sus largas patas, pero

no sabe cuán astuta soy.

¡Hoy le daré su merecido por

ser tan arrogante! Apenas llegó a su

casa, le contó

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.3 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com