SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO, UNA REALIDAD DESTINADA

En un país como Colombia que destina más del 50% de sus ingresos a la guerra resulta increíble que aún discrimine laboralmente, por trámites como el servicio militar obligatorio, cabe mencionar que todos los colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exijan, para defender la independencia nacional.

Sin embargo mientras perdure en Colombia el conflicto, no será viable acabar el servicio militar obligatorio, hay que decirlo claramente: en Colombia los más ricos ponen el dinero mientras que los muertos y los heridos los ponen los más pobres; cabe mencionar que el sistema de conscripción es injusto, poco equilibrado e intrasparente, y no garantiza igualdad de condiciones para aquellos llamados a empuñar las armas en defensa de la patria y el régimen democrático.

Es evidente que prácticamente todas las democracias occidentales han abolido o están en proceso de abolir la conscripción y han dado o están dando el paso hacia una fuerza profesional y voluntaria, por lo general mas del 50% de países poseen un ejercito profesional capacitado y muy bien entrenado ya que sus efectivos permanecen mas tiempo en la fuerza que los conscriptos debido fundamentalmente a que estos son obligatoriamente reclutados y no reciben mas que alimentación y alojamiento.

Por lo general, el servicio militar obligatorio como la profesionalización tienen ventajas y desventajas. Ninguno de estos mecanismos es inherentemente superior al otro y su conveniencia debe ser analizada teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada nación, retomando este caso en Colombia las ventajas y desventajas son principalmente vistas desde el punto del sostenimiento económico ya que podemos hablar de soldados profesionales que reciben un sueldo por arriesgar su vida por la patria en contraste con los conscriptos que prestan un estilo de servicio social por un año sin recibir ningún tipo de sueldo o ayuda económica.

La realidad es que mientras perdure en Colombia el conflicto armado y los requerimientos de pie de fuerza sigan siendo considerables, resultará imposible eliminar el servicio militar obligatorio. Más aun, por cuestiones de elemental justicia y para garantizar que las cargas sean equilibradamente asumidas por la sociedad, la conscripción de mantenerse. Más adelante, una vez se supere el conflicto armado, se podrá debatir si se debe mantener o no la conscripción en Colombia.

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