Sobre La Vida

PRETEXTOS FALSOS

SEPULTADA POR LA AVALANCHA de noticias sobre paramilitarismo y parapolítica, y tragedias tan lamentables como la del Chocó, donde murieron por desnutrición 49 niños, pasó casi desapercibida la noticia de la muerte, hace pocos días, de una niña indígena de la comunidad Emberá Chamí en el hospital de pueblo Rico, Risaralda, como consecuencia de un salvaje y rudimentario procedimiento para mutilarle el clítoris.

Es la primera noticia que se tiene en el país de que existen comunidades que ejercen una práctica que, a todas luces, viola derechos humanos fundamentales. Lo grave es que la pequeña no es la primera víctima ni será la última, pues según médicos del hospital varias jóvenes indígenas han llegado en busca de ayuda después de haber sido sometidas a semejante atrocidad. Y lo increíble es que muchos sabían que era común entre los grupos asentados en los límites entre Risaralda y Chocó.

Lo sabían en el hospital, lo sabía el Defensor del pueblo de la región, lo sabía el padre Jesús Flórez López, vicario pastoral indígena de la Diócesis del Quibdo, quien confirmó que la ablación del clítoris es común entre las comunidades Emberá. Y aunque reconoció que se trata de violencia física, dijo que como en esa zona la Iglesia está en proceso de diálogo intercultural, no hacía juicios sobre el tema. “El objetivo – dijo- es que con el tiempo esta comunidad decida transformar la práctica.”

Curiosa posición porque desde la Conquista el historial de la Iglesia con los indígenas no ha sido propiamente de tolerancia y respeto por sus costumbres ancestrales. Y escandaloso que las autoridades civiles que estaban enteradas del problema no hubieran hecho antes algo. ¿Por qué tiene que haber una muerte de por medio para que alguien se sacuda?

Sorprende e indigna la desidia, la negligencia, la indiferencia frente a una práctica que expone a las jóvenes indígenas a una mutilación que les puede causar la muerte o que, en el mejor de los casos, las deja vulnerables a infecciones urinarias y otras complicaciones. Para completar el cuadro, su vida sexual queda arruinada de por vida. La posibilidad de tener relaciones sexuales disminuye significativamente, pues tenerlas les produce un dolor insoportable.

La Organización nacional Indígena de Colombia salió a hacer una defensa cerrada de la autonomía indígena y calificó de “oportunistas y retardatarios” a quienes los califican de salvajes por costumbres que, como la mutilación del clítoris, responden a su cosmovisión propia.

Falsos pretextos. La Constitución reconoce la autodeterminación de las comunidades indígenas y el derecho a preservar y fortalecer sus intenciones políticas, legales, económicas, sociales y culturas, lo mismo que a participar en asuntos que los afecten, pero también es clara al establecer que esa autonomía tiene límites cuando se trata de salvaguardar un interés superior. En este caso, no cabe duda, se trata del derecho a la vida, cuyo peso es mayor que el derecho colectivo a la singularidad.

La Carta también prohíbe la tortura y la ablación del clítoris es una forma de tortura. Más aún, diría que es una especie de violación, que no puede ser tolerada con el argumento de que se trata de una costumbre ancestral. Lo que ellos creen que evita que las mujeres sufran malformaciones futuras es simple y llanamente un atropello a la dignidad sexual de las mujeres y viola el derecho a decidir sobre sus cuerpos.

El Estado tiene la obligación de proteger la vida de TODOS los colombianos y esa práctica, por más ancestral que sea, compromete la vida de las mujeres que son sometidas a ella y va contra la Constitución y las leyes. Este es el límite. Por eso tomar medidas para evitarla no atenta contra la existencia de esas comunidades como grupos diferenciados del resto de la sociedad. Por el contrario, garantiza su supervivencia.

El taller que las estudiantes desarrollaron a propósito del texto anterior es el siguiente:

TALLER

1. Consideras que el título del texto es acorde con el tema que plantea. Si ___ No___. Explica tu respuesta.

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2. Identificar cuál es el tema o idea central planteado en el texto

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3. Identificar los puntos de vista que desarrolla el (la) autor(a) del texto (locutor) frente al tema central del mismo. (señale cuáles son los argumentos a favor o en contra del problema planteado)

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