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COSMOVISIONES


Enviado por   •  14 de Mayo de 2013  •  7.074 Palabras (29 Páginas)  •  544 Visitas

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INTRODUCCIÓN

La filosofía ha consistido a lo largo de su historia en una reflexión del ser humano en torno a la realidad y a sí mismo. Una reflexión que se pretendía crítica y totalizadora y cuya fuente de vida han sido las experiencias filosóficas de cada uno de los pensadores, entendiendo estas experiencias como la íntima necesidad de dar respuesta a un problema situado en el límite de los conocimientos o de las experiencias conocidas hasta el momento.

La cuestión de la utilidad de la filosofía ha sido planteada desde sus mismos comienzos. Esta nos permite tener la capacidad de enseñarnos a vivir con nuestras dudas, no ignorándolas ni pretendiendo hallar respuestas para todas, sino proporcionando un equilibrio entre ambas.

La filosofía ha sido siempre una forma de entender, y en algunos casos de tratar de transformar la realidad a partir de la propia experiencia vital, del propio mundo y del propio tiempo. Ahora, esta exigencia es particularmente apremiante ante los problemas de la época que nos exigen no sólo filosofar sobre filosofías hechas, sino ser más analíticos, protagonistas de la aventura teórica de nuestro tiempo.

El presente trabajo de investigación va a enfocar a la filosofía en diferentes situaciones de la vida, en como la filosofía vive inmersa en diferentes aspectos tanto culturales, educativos, humanos y sociales, el darnos a conocer nuevas posturas y hacernos entender que la filosofía lo que busca es crear en el espíritu del individuo la toma de conciencia antes los permanentes y fundamentales problemas que acosan al hombre por el mero hecho de existir.

COSMOVISIÓN

Se han ofrecido una variedad de definiciones por numerosos autores. Por ejemplo:

 James Sire afirma que "Una cosmovisión es un conjunto de presuposiciones (o premisas) que sostenemos (consciente o inconscientemente) acerca de la constitución básica de nuestro mundo.

 Phillips y Brown dicen que "Una cosmovisión es, antes todo, una explicación y una interpretación del mundo y, segundo, una aplicación de esta visión a la vida. En términos más simples, nuestra cosmovisión es una visión del mundo y una visión para el mundo."

 Walsh y Middleton proveen lo que creemos es la explicación más sucinta y comprensible: "Una cosmovisión provee un modelo del mundo que guía a sus adherentes en el mundo." En el entendimiento que pueden agregarse muchas sutilezas, ésta será nuestra definición operativa.

IDEOLOGÍAS FILOSÓFICAS Y PEDAGÓGICAS

Definición de Ideología:

 Doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las ideas.

 Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.

Ideas filosóficas:

• Idealismo: Filosofía que expone la sabiduría del hombre y propulsa la importancia de las ideas y la mente.

Para el idealismo la naturaleza de la realidad es dualista y tiene dos elementos:

1. Mental y espiritual.

2. Material y corporal.

La realidad es una extensión de la conciencia y no es independiente del sujeto. Los objetos son una copia imperfecta de las ideas. Es una visión subjetiva y estática.

Para el idealismo el concepto del conocimiento se maneja de la siguiente manera, conocer es recordar lo que antes se había olvidado.

Los valores son absolutos y eternos, y el rol del maestro es dirigir al niño para que vaya trascendiendo de lo sensible temporal y concreto a lo abstracto absoluto, ideal e infinito. Ejercer como líder espiritual y moral que trae el conocimiento e ideas latentes a la conciencia.

En el idealismo la educación debe ayudar a desarrollar las cualidades espirituales más desarrolladas del ser humano y el currículo está basado en el conocimiento basado en materias, las artes liberales siendo las matemáticas la filosofía y la teología las más importantes.

Representantes del idealismo:

 Platón Para él la filosofía es una empresa en la cual entra en juego el destino último del hombre, ligada con la virtud. Platón "propende más bien a afirmar que el hombre puede conocer verdaderamente, y trata ante todo de averiguar cuál sea el objeto genuino del conocimiento" Platón heredó de Sócrates, su maestro, la convicción de que es posible el conocimiento, entendiendo éste como un conocimiento objetivo y universalmente válido.

El método de Platón consiste en procurar dialécticamente una clara exposición de la teoría del conocimiento.

 Renato Descartes. El objetivo fundamental de Descartes fue el logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón. Se interesó por la elaboración de un método, ya que para él no basta con tener talento, sino que hay que aprender a emplearlo bien.

Descartes en su filosofía, siempre trató de excluir las impresiones y el conocimiento por sentidos, ya que según él, para llegar a una verdad es indispensable alejarse totalmente de los sentidos y recluirse únicamente en su interioridad intelectual para así, por medio de la razón, llegar a una verdad y preservarse de error.

Para Descartes existen tres clases de ideas y elige de entre ellas una que le dé más seguridad al filosofar, para que sea fundamento sólido y tomarla como punto de partida de su deducción:

• Las ideas adquiridas provienen de la experiencia sensible de la enseñanza o el trato con los demás. "Descartes niega que los sentidos conozcan ni la validez de los conocimientos, pero prescinde de ellos, porque no les considera absolutamente seguros ni ciertos".

• Ideas artificiales o elaboradas por nosotros mismos, por medio de la imaginación.

• Ideas naturales o innatas, que no provienen de los sentidos ni han sido elaborados por nosotros, sino que provienen de Dios. Éste las infunde directamente en nuestro entendimiento. "Son evidentes, intuitivas... y verdaderas, porque proceden de Dios y están garantizadas por su verdad"

 Emmanuel Kant: Dice que "nuestro conocimiento deriva en el espíritu de dos fuentes fundamentales: la primera es la receptividad de las impresiones; la segunda, la facultad de reconocer un objeto por medio de estas representaciones".

 Juan Teófilo Fichte: Para Fichte el idealismo es toda filosofía que parte de una reflexión sobre la realidad, aunque estrictamente hablando, idealismo es el sistema que niega la existencia de las cosas fuera del pensamiento.

• El realismo:

Filosofía donde se conoce la verdad a través de los sentidos y la razón. La realidad existe independientemente de la mente del individuo que la percibe. Conocer es descubrir su esencia, implica definir la esencia de cada cosa. Los valores son absolutos y eternos basados en las leyes de la naturaleza.

El rol del maestro: Es proveer experiencias necesarias para el desarrollo de las capacidades del individuo. Impartir el conocimiento y demostrar. El fin de la educación es la búsqueda de la felicidad.

El currículo: Debe incluir conocimientos (ciencias sociales, naturales, psicología, arte, etc.), destrezas (pensamiento crítico, lenguas, etc.) y actitudes (disposición de ánimo para pensar libremente y tomar decisiones. Gira alrededor del contenido donde se enfatiza la objetividad, se relega la individualidad y el propósito de la educación es que el estudiante capte el mundo físico y material tal como los científicos han delineado e interpretado.

• Pragmatismo:

Filosofía basada en cambios, procesos y relatividad. En la naturaleza de la realidad. El universo está en continuo cambio y la existencia es incierta e impredecible.

En el concepto del conocimiento las ideas son instrumentos para resolver problemas y el hombre solo puede llegar a la verdad por medio del método científico. Los valores son relativos, temporales, y dinámicos. Están sujetos a cambios y verificación. El rol del maestro es cultivar el pensamiento crítico y los procesos científicos, facilita y le da importancia a lo útil y lo práctico.

L a educación debe Proveer oportunidades para que el individuo continúe su crecimiento. Se educa a través del ambiente. La enseñanza es más exploratoria.

Representantes del Pragmatismo:

 Aristóteles:

El realismo aristotélico, es un realismo natural. El conocimiento para este sistema se puede entender como una reproducción de la realidad. Para Aristóteles la inteligencia del hombre está dotada de una capacidad grande de llegar hasta las cosas y obtener de ella los contenidos del conocimiento.

 San Anselmo de Canterbury:

Para San Anselmo "el conocimiento que adquirimos de las cosas supone la cooperación de los sentidos y de la inteligencia, pero San Anselmo no precisa el modo de esta cooperación y se contenta con tomar sin profundizar en ellas, algunas expresiones agustinianas sobre la iluminación del alma por Dios". Hace del realismo una condición necesaria para la sana doctrina teológica, pues si no se comprende el hecho de que varios hombres reunidos pueden formar un solo hombre, menos se comprenderá cómo un solo Dios puede consistir en tres personas distintas.

 Pedro Abelardo:

Establece relaciones precisas entre la filosofía y la religión. No se pueden demostrar y conocer experimentalmente los misterios, sólo se pueden entender o creer según analogías o semejanzas. Según él, el intelecto aprehende las semejanzas de los individuos mediante la abstracción, el resultado de esta abstracción fundada siempre en la imaginación, porque el conocimiento empieza por lo individual y lo sensible".

Ideas pedagógicas

• Ideales Pedagógicas socialista

El pensamiento pedagógico socialista se formó en el seno del movimiento popular para la democratización de la enseñanza. A este movimiento se asocian algunos intelectuales comprometidos con esa causa popular y con la transformación social, la concepción socialista de la educación se opone a la concepción burguesa ella propone una educación igual para todos.

El principio educativo comunista o socialista parte del cuestionamiento de la explotación capitalista y pretende elevar a las masas explotadas a una nueva situación en la que puedan desarrollar todas sus potencialidades físicas, mentales y espirituales, para hacer esto se propone un modelo educativo que vincule la vida del trabajo con la escolar para que la primera incorpore principios de la ciencia a la rutina laboral haciéndola un acto consciente, con el objetivo final de eliminar la división social del trabajo entre el trabajo intelectual y el manual, que favorece la explotación del segundo por el primero, además, se busca dar una formación cultural o espiritual que permita a los hombres el disfrute de los bienes espirituales producidos por la humanidad y contribuir al saber universal con una cultura proletaria.

Este principio socialista es determinante en la obra de Makarenko, pues es admirable el sentimiento comunista de este pedagogo, ya que se opone a que dentro de la educación se espera tanto del método individual y hace un gran énfasis en que se debe poner especial atención a la organización de la escuela como colectividad e insiste que en las escuelas no prestan la debida atención a la organización de la experiencia infantil, la experiencia de la vida, la experiencia comunista. Makarenko señala “donde existe el colectivo, el educador puede desaparecer, pues el colectivo moldea la convivencia humana, haciéndola florecer plenamente”

Para él es más importante la personalidad y la actitud del docente, que el dominio de teorías. Pero argumenta, que si ambas se juntan en una sola el docente con su actitud generará cambios en la conducta de sus alumnos. Para Makarenko el maestro educa con el ejemplo, haciendo el trabajo junto con sus alumnos. En su propuesta pedagógica señala también, que el maestro debe inculcar en sus educandos el respeto, la disciplina y el trabajo, para que estos se puedan insertar en la sociedad habiendo aprendido un oficio.

• Ideología pedagógica antiautoritario

El pensamiento pedagógico antiautoritario surge con la crítica hacia la escuela tradicional por parte del movimiento de la escuela nueva y el pensamiento pedagógico existencial. Parte de un esquema filosófico anarquista concretándose a una educación integral y de libertad afirmando que son estos conceptos principios y objetivos de la educación, de manera que surjan personas autónomas y libres que edifiquen una sociedad de iguales características.

El pensamiento antiautoritario pretende erradicar sentimientos de opresión que el alumno pueda experimentar en la dinámica enseñanza aprendizaje, como el miedo, dominio, culpa etc. ya que en la escuela tradicional este no tenía margen de cuestionamientos hacia el maestro, los alumnos eran sometidos a grandes exigencias en un sistema rígido.

A la luz de estos pensamientos se encuentran contradicciones con otros tipos de pensamiento, uno de ellos es la escuela tradicional, y otros como el pensamiento realista que parte del análisis de la sociedad tal cual es y no tal como debería ser, incluso el realismo sostiene que si se enfoca en lo que debería ser más que en lo es "se sucumbe antes que preservar"1 es de destacar que el pensamiento realista si bien no es admirado socialmente en la práctica se ha mantenido vigente por varios siglos, con lo que es una posición o pensamiento a tomar en cuenta. Ante estas diferentes perspectivas se puede señalar que se pone en duda la validez de eliminar los rasgos de autoridad en un sistema educativo institucional con lo que cabría preguntarse.

HECHOS O FENÓMENOS EDUCATIVOS

Quizás el fenómeno educativo más generalizado, global en la educación actual sea precisamente el cambio educativo o las transformaciones educativas o escolares, como también se le denomina. Está presente prácticamente en todos los países; en todas las culturas, la oriental; en Europa, Norteamérica, Latinoamérica, incluso en los países que se identifican como socialistas.

Su razón está en la necesidad de modificar la educación, en particular la escolar para que esté al nivel de las exigencias que reclama el actual proceso de globalización, universalización, informatización e integración que sufre el mundo.

La insatisfacción con la escuela como institución social educativa es un viejo problema, que ante la nueva coyuntura mundial, toma ribetes dramáticos. La crítica a la educación escolar no se hace esperar, parte de todos, desde los políticos, la sociedad en general, los padres, las empresas industriales, comerciales o de servicios, el mundo financiero, los programadores y directivos de la educación y hasta sus principales actores: maestros y alumnos, expresan su inconformidad con el proceso educativo, sus resultados en cuanto a calidad y por supuesto las condiciones materiales, tecnológicas y los presupuestos para el financiamiento de la educación.

Es casi un slogan de la época decir que la educación se ha quedado a la zaga del desarrollo económico y social del mundo actual, que no prepara al ciudadano que nuestras sociedades demandan y lo que es peor, el que el futuro requiere, por lo que no es el factor fundamental del progreso como realmente le correspondería.

Esto ha generado la inquietud y ocupación de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos que en diferentes grados han estado produciendo medidas que van desde el incremento de los presupuestos educacionales (E. Ottone, 1998), hasta el dictado de políticas educativas emergentes, en muchos casos impelidos por organismos y organizaciones internacionales como la UNESCO, el FMI, el Banco Mundial, la OEI, etc. Pero en todos los casos se está dando como respuesta un proceso de transformaciones en los Sistemas Educativos Nacionales que con llevan a la remodelación o restauración de la educación escolar, bajo las más diversas denominaciones:

¨ Modernización educativa

¨ Reforma de la enseñanza o de la educación

¨ Revolución educacional

¨ Reordenamiento educativo

¨ Perfeccionamiento o perfeccionamiento continuo o sencillo y genéricamente: transformación educativa, escolar o del sistema educativo.

Lo que está claro es que de todas maneras se está abogando por un cambio educativo, y que la palabra ¨cambio¨ es la palabra de orden.

Pero el cambio educativo puede asumir diferentes acepciones o direcciones según las conceptualizaciones filosóficas, sociológicas, pedagógicas y antropológicas que se asuman como sustento teórico de un fenómeno más macrológico que es la política educativa.

Una segunda consideración es la referida a la necesaria distinción entre los términos cambio y transformación. Para mí, fundamentado en la Filosofía Marxista y sin excluir otras orientaciones importantes, que aportan a una dialéctica materialista, la categoría "cambio" es más esencial y general, en tanto expresa un estado de modificación de hechos, fenómenos, procesos ligados incluso a la existencia misma del mundo material y espiritual de los hombres; es un estado de la realidad modificable o en modificación, como expresión del movimiento, forma de existencia de la materia y del propio mundo (naturaleza, sociedad y pensamiento). En este sentido, entonces, las direcciones y formas que adopte el cambio produce o se expresan en transformaciones de la parte de la realidad implicada en el cambio en cuestión, lo que necesariamente es constitutivo de un proceso.

Por tanto, definimos al cambio como un proceso de transformación, que en el campo de las ciencias sociales, suele estar asociado a una modificación deseada en cierta direccionalidad, en determinadas condiciones y con determinados recursos y medios de los cuales se es consciente y que opera como un reflejo anticipado de lo que se quiere lograr y el cómo lograrlo.

La comprensión del cambio en el campo de la educación como fenómeno social global complejo, requiere también de un conjunto de reflexiones filosóficas que abarcan como hemos venido haciendo un amplio espectro de problemáticas de tipo ontológicas, gnoseológicas, epistemológicas, metodológicas, lógicas y axiológicas. Sin embargo, con el ánimo de no complejizar aun más nuestro estudio, trataremos de ofrecer de manera resunta la naturaleza y esencia del cambio educativo.

Para ello, es necesario, en primera instancia, asumir una definición de la categoría educación, en tanto fenómeno social, universal y eterno. Tarea extraordinariamente difícil por la diversidad de conceptos que se han desarrollado en todas las épocas y latitudes como apuntan trabajos que se han dedicado a complicarlas y sistematizarlas (R. Medina, R. Rodríguez y L. García, 1993; entre otros).

Como un primer requisito para arribar a esta definición de educación es importante concebir su extensión dentro de la sociedad; que marcha hoy en día, desde las potencialidades y efectos educativos reales de toda sociedad, en toda la extensión de su estructura que nos conduce a la noción de ¨sociedad educativa o pedagógica¨, hasta su circunscripción a la educación escolar considerando a la escuela como la institución a la que la sociedad le ha confiado esencialmente la misión educativa.

Sin embargo, las fronteras educativas de la escuela se han borrado en el mundo contemporáneo con respecto a la sociedad a la que pertenece y a la que debe integrarse a nivel mundial producto del creciente proceso de internacionalización y globalización de las economías, el acelerado avance científico – tecnológico y la generación de nuevos patrones de producción y de organización del trabajo. (D. Filmus, 1998). En consecuencia en la actualidad se tienden a definiciones sociológicas de la educación enclavadas en modelos económicos perspectivos y alternativos para penetrar de esta manera en la pedagogía, (o/y ciencias pedagógicas y de la educación, O. Valera, 1998) en tanto objeto de estudio de esta ciencia y a su vez categoría especial y fundamental de la misma.

Por ello, cualquier definición de cambio educativo pasa por este enfoque sociológico de la educación como gestión formativa o desarrolladora de un ciudadano pleno, o al menos apto para constituirse como sujeto en sus respectivos medios socio – culturales, pero con la capacidad de penetración y adecuación a otros entornos en una dimensión cada vez más universal.

De aquí que los eslabones de engarce entre las categorías ¨cambio¨ y ¨educación¨ en la determinación de una conceptualización del ¨cambio educativo¨ sean las categorías ¨desarrollo y formación¨, expresión tanto en lo filosófico, psicológico como en lo pedagógico de determinados procesos de transformación sistemática, sujeta a la ley o regularidad que da paso de un nivel a otro del fenómeno en cuestión o a la aparición de otro. (M. Rosental y P. Iudin, 1981).

La determinación de los procesos de desarrollo o de formación en el campo de la educación, presenta un alto grado de indefinición, tratamiento arbitrario o de desconocimiento por parte de muchos autores. Es frecuente que procesos importantes dentro del fenómeno o actividad sean manejados como desarrollo o como formación indistintamente. Así por ejemplo, categorías tan ligadas al objeto mismo de la pedagogía por constituir finalidades de la educación como la personalidad, se le identifique comúnmente tanto, como formación de la personalidad, así como desarrollo de la personalidad. Algo similar ocurre con la formación o desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades en los estudiantes, por citar otro ejemplo. Comparto los criterios de M. Rosental y P. Iudin (1981) de que el desarrollo es un proceso de automovimiento de lo inferior a lo superior que pone de manifiesto y realiza las tendencias internas y la esencia de los fenómenos, por lo que es expresión de cierta inmanencia, de cierta predeterminación de su curso, que conociendo la esencia del fenómeno, las leyes, regularidades y tendencias que lo caracterizan, permite su conducción en determinada direccionalidad y hasta determinados ritmos.

El concepto formación por su parte, seria la dirección o conducción consciente del desarrollo y constituye una categoría especial para las ciencias sociales o humanistas, y de singular significación para la pedagogía en tanto el fenómeno educativo es frecuentemente o esencialmente un fenómeno dado por una actividad formativa.

Así por ejemplo, la personalidad como producto más acabado del psiquismo humano que caracteriza aquellas cualidades o rasgos psicológicos que determinan la singularidad de cada individuo humano como refracción de las influencias sociales, tiene un curso evolutivo regido por determinada leyes o regularidades que se expresan en las tendencias de su desarrollo, pero de lo que se trata en la educación es sobre la base de este conocimiento, dirigir, modelar las influencias que permitan darle direccionalidad, imprimirle un ritmo a su desarrollo, todo lo cual se convierte de hecho en un proceso formativo. De aquí que la formación de la personalidad de los educandos sea una categoría fundamental de la pedagogía como expresión de la educabilidad de que es susceptible todo ser humano. También es importante señalar que con frecuencia se le da a la categoría formación la acepción de instancia creada, establecida o de estado del proceso, como cuando por ejemplo nos referimos a determinadas formaciones de la personalidad como constructos de esta, recordemos que en el campo de constructivismo contemporáneo y de la propia psicología genética piagetiana como antecedentes de este, es frecuente referirse a constructos como las nuevas estructuras aparecidas en el desarrollo psicológico humano; podemos citar a manera de ilustración determinadas orientaciones valorativas de la personalidad de un sujeto, o determinados rasgos de carácter, determinadas capacidades instauradas como las de tipo intelectual, etc.

La categoría formación también es tratada en la literatura científica actual como una macrocategoría que engloba todos los procesos constitutivos del sujeto, de la formación de su personalidad, del curso de su desarrollo psíquico y por ende, la educación es subordinada a ella. Hasta llega a definirse como rectora en el cambio social al que se aspira, “como una función social de transmisión del saber... que se ejerce en beneficio del sistema socioeconómico o, más generalmente de la cultura dominante” e incluso como “institución” en tanto funciona como “un dispositivo organizacional” (G. Ferry, 1991).

Esta manera de enfocar a la formación es adoptada por infinidad de autores, especialmente europeos y muchos latinoamericanos. En Colombia, por ejemplo, puede apreciarse en los trabajos de Mario Díaz, Eloisa Vasco, Carlos E. Vasco, entre otros.

Las conceptualizaciones y posiciones que adopto respecto a las categorías desarrollo y formación me permiten argumentar que el cambio educativo debe ser desarrollador del sujeto y debe darse mediante un proceso formativo del mismo, por lo que la noción de educación desarrolladora elaboradora por el enfoque histórico cultural vigotskiano considero que es la alternativa más válida teórica y metodológica.

De esta manera el proceso de desarrollo de la personalidad humana puede ser dirigido educativamente en una directriz formativa determinada que permite establecer un modelo de hombre a alcanzar en las condiciones de los sistemas educativos nacionales.

Este proceso dado en el sistema para alcanzar el modelo se produce en dos dimensiones educacionales: una más general, macrológica, más diluida en el carácter sociológico, eterno y universal del fenómeno educacional y otra más particular o propiamente pedagógico.

La primera dimensión es objeto de estudio de Ciencias de la Educación como la Filosofía y la Sociología de la Educación y tocan al campo de la conceptualización misma de la educación como fenómeno social global y a las políticas educativas asentadas sobre determinadas nociones de la economía, la dirección y la planificación de la educación. Por ello su cuerpo categorial básico está representado en nociones tan generales como humanización, socialización, educabilidad o educatividad como puede observarse en la parte final del anexo que acompaña a este trabajo con el titulo Aspectos filosóficos y teóricos generales del cambio educativo.

No es objetivo nuestro agotar estas categorías, por demás contradictorias, cuestionadas y muy debatidas en la actualidad, pero si al menos es necesario dejar claro que cualquier concepción de la educación de los hombres y mujeres, que cualquier esfuerzo por modificarla por necesidad de la época o inconformidad con el tipo o grado de formación de la personalidad de estos según un modelo social determinado, siempre debe partir de una concepción de la esencia humana, del cuestionamiento mismo de qué es el hombre, de la naturaleza social de esta esencia y del peso que lo social puede tener en su formación, amén de los factores genéticos, constitucionales, psicológicos, circunstanciales o de otra índole. Por ello, humanización y socialización están presentes en cualquier definición de educación o cambio educativo y nos conducen al cuestionamiento de las reales posibilidades de educar a estos hombres y mujeres en la dirección deseada (educabilidad) y de las que tienen los medios con que cuenta la sociedad para dirigir este proceso formativo, en especial la institución a la que se le ha encargado esta tarea, la escuela, y su principal artífice, el maestro (educatividad) (MEN, CNA, 1999).

La segunda dimensión terrenaliza este proceso al acto educativo mismo, en particular en el contexto institucional escolar, dando paso a los principales conceptos con los que opera cualquier teoría pedagógica: instrucción, enseñanza, aprendizaje. Ambas dimensiones con su cuerpo categorial y conceptual deben integrarse dialécticamente en sistema, que como todos deben tener determinadas propiedades, estructuras y funciones. Solo así se puede lograr la coherencia y armonía interna y externa del proceso educativo y del proceso de dirección al cambio educativo.

Por ello lograr el cambio educativo, o la transformación escolar no es un acto de buena voluntad o de simple intencionalidad política o social, es un complejo proceso que involucra a toda la sociedad desde una posición cosmovisiva, filosófica, desde un balance crítico de lo transformable en sus actuales y futuras condiciones y con los recursos de la ciencia y la técnica, en especial de la pedagogía, las ciencias pedagógicas y las ciencias de la educación (O, Valera, 2000).

El cambio educativo, es por tanto, un complejo proceso de transformación social que en su abordaje científico se asumen determinados principios pedagógicos, que son expresión de leyes y determinadas regularidades en la explicación del fenómeno educativo que tienen sus particularidades según las tendencias y corrientes pedagógicas adoptadas. Este lado cienciológico, epistemológico o de filosofía de la ciencia debe estar presente en el análisis de toda perspectiva teórica de la investigación y puesta en práctica de cualquier noción de cambio educativo, pero lamentablemente no es así. Quizás las altas exigencias sociales contemporáneas a la educación, a los sistemas educativos nacionales, a los modelos pedagógicos y a la escuela como institución estén generando procesos de transformación con una alta premura y atención focalizada en los efectos en la práctica social desde una visión política y económica, desatendiéndose de esta manera el desarrollo de una verdadera teoría científica del cambio educativo como condición indispensable para lograr las transformaciones que en el orden de la educación social y escolar se aspiran.

Solo este espíritu científico, esta actitud ante el cambio educativo, este cambio hacia el cambio educativo convertirán los empeños de transformación de la educación de un anhelo ideal que raya en “consigna” de la educación contemporánea, en un proceso real, científicamente concebido en que sus actuales protagonistas, en especial el maestro actúe como un verdadero profesional de la pedagogía, con su ciencia y con conciencia.

ASPECTOS CULTURALES, HUMANOS, RELIGIOSOS Y SOCIALES COMO UNIDAD FILOSÓFICA Y EDUCATIVA

• Aspectos culturales de la filosofía

Como ya sabemos la palabra cultura proviene del latín collere que significa cultivar, es decir sembrar y cuidar para producir, en este caso sembrar y desarrollar la educación

Es importante señalar que la filosofía de la cultura se propone explicar el fenómeno de la Cultura, partiendo de sus leyes más esenciales, investigando las causas de su génesis, las normas de su transformación, las condiciones de su crecimiento y decadencia, los contenidos y las formas de sus fases: y los fines remotos de sus tendencias intimas.

Entre una de sus finalidades está el orientarnos críticamente sobre el desarrollo de la vida intelectual, así como sobre sus fines, caminos y medios.

La Cultura no crea la ciencia, ni el derecho, ni la educación, el arte, ni la religión o el pensamiento científico y tecnológico. Todos estos fenómenos han sido productos de la conciencia humana que ha reflexionado sobre hechos y fenómenos naturales o culturales.

Estos hechos de la Cultura son el punto de partida de la reflexión filosófica. La tilosofía de la Cultura los toma como algo producido por la Mente del hombre y se limita a describirlos, explicarlos y trata de determinar las formas o estructuras generales por las cuales se han producido. Busca los valores de la cultura: la verdad, la bondad, la belleza, la justicia, la santidad, realizados en los productos culturales, como creaciones culturales concretas.

Con la cultura obtenida mediante la inteligencia y la voluntad, el hombre se opone a su estado natural potenciando sus capacidades y virtudes y opacando o minimizando de esta manera sus debilidades y virtudes.

De esta manera gracias a la cultura superamos nuestro estado natural de incultura ya que esta en nuestra naturaleza el tender hacia el perfeccionamiento de nosotros mismos ya que somos seres inacabados en cuestión de la plenitud de nuestro desarrollo, así como de el cuerpo necesita de los nutrientes que obtiene de los alimentos, el oxigeno que se obtiene del aire y de mas para lograr el desarrollo del potencial físico; Así también, nuestro espíritu necesita de nuestro intelecto de sus respectivos nutrientes para su desarrollo. Esta es nosotros el deseo de la perfección de la manera innata que nos hace tender hacia dios.

Expresamos este perfeccionamiento esta cultura mediante las manifestaciones externas reales o virtudes de la inteligencia y la destreza, como de la son la ciencia, el arte y la técnica que para estar plenamente desarrolladas se deben fundamentar y ser guiadas por la filosofía.

Es evidente que una buena vida guiada por un buen cimiento filosófico y basada en una cultura suficiente será más que plena y satisfactoria.

Aspecto humano de la filosofía:

La filosofía ve al hombre como un ser racional, algunos filósofos lo conciben como un ser dualista es decir que posee dos realidades, el cuerpo que es la entidad que realiza actividades nutritiva y el alma como la entidad que realiza actividad consciente

PLATON: Establece existencia de dos realidades distintas (mundo sensible/mundo inteligible). El ser humano está compuesto por un cuerpo mudable y corruptible y un alma inmutable, unidas accidentalmente. El alma sobrevive al cuerpo retornando a lugar de origen.

DESCARTES: Establece una primera verdad evidente->pienso, luego existo. Por tanto, el ser humano es una sustancia pensante .al proceder deductivamente, se concluye que hay una sustancia infinita (dios) y una material o cuerpo. Mientras que los cuerpos se mueven por principio de conservación, el alma se mueve por la libertad.

El aspecto humano de la filosofía encuentra que el ser humano tiene una diferencia específica en el género animal porque es protagonista. El concepto persona incluye dignidad y responsabilidad. El ser humano no tiene naturaleza hecha, sino que tiene historia.

Aspecto Religioso de la filosofía:

En la filosofía se hallan las divinidades producto de la filosofía. Ya que es ésta la que analiza las características de un dios, la que lo define, determina su esencia, establece su origen (del fuego, según Heráclito; de los números, según Pitágoras; de los átomos, según Epicuro.

Para la filosofía la religión está representada en el mundo griego en un principio por la crítica de la sofística a los dioses tradicionales. Se plantea el problema de la racionalización de la fe en la existencia de los dioses. la filosofía prendió como sustituto de la religión entre las clases acomodadas y cultas, ya que la religión oficial no ofrecía modelos de comportamiento y normas morales y la filosofía había sido considerada más como una norma de vida que una reflexión racional. El estoicismo fue la corriente filosófica más extendida, por su mayor proximidad al temperamento romano. Los temas éticos, como la depuración de la conciencia, la inmortalidad del espíritu, las relaciones de cuerpo y alma, etc. convergen con la propia religión La creencia en la existencia de unas leyes fijas e inmutables que controlaban la vida de los hombres en el universo llevaba a no aceptar la acción de los dioses en el destino humano.

Aspecto social de la filosofía:

Los aspectos sociales de la filosofía están enmarcados en lo que es la equidad, la justicia y el poder para la filosofía la equidad debe impartirse de la siguiente manera:

La igualdad de dignidad de todas las personas que les proviene de participar de una misma naturaleza intelectual inmaterial, la que regula la libertad de sus actos

Ante los derechos fundamentales todos los hombres tienen igualdad de derecho y por ello las relaciones sociales sólo serán lícitas si protegen efectivamente esa igualdad. Se puede asimismo enunciar este principio declarando ilícita toda relación que vulnera la aplicación de igualdad sobre los derechos fundamentales de toda persona.

En la justicia:

Las relaciones sociales se construyen en el respeto a la justicia cuando cada una de las partes que suscriben o conciertan el compromiso recibe un beneficio proporcional al esfuerzo que compromete

Hay que tomar en consideración que los parámetros de distribución de la justicia sólo afectan a los miembros de una relación en cuanto como tales participan en la misma.

El poder:

El poder es una pasión humana que mueve al hombre a imponer su voluntad en los asuntos en que interviene. El campo primordial de la aplicación de esa pasión es la relación porque crea un objeto sobre el cual formalizarse. Desde este punto de vista, las relaciones sociales instituyen un ámbito de desarrollo de poder que sólo puede ser adecuadamente controlado por el compromiso de las partes a la autorregulación del influjo mutuo para que no se produzcan situaciones de dominio.

FILOSOFÍA ANALÍTICA

La filosofía es, ante todo, una actividad consistente en aclarar el sentido del lenguaje para destacar o localizar seudo-problemas (o falsos problemas); por lo tanto, la tarea de la filosofía no consiste en solucionar problemas si no más bien en disipar, corregir errores provenientes del mal uso del lenguaje.

La filosofía analítica tiene como fundamento las ciencias naturales, la lógica matemática y el análisis del lenguaje, es decir, el análisis lógico del lenguaje científico o el análisis lingüístico del lenguaje común; con el propósito de esclarecer los conceptos filosóficos y científicos

Para la filosofía analítica el objeto de la filosofía, en lugar de ser la metafísica es el análisis del lenguaje desde las distintas escuelas o corrientes de pensamiento.

Los representantes más relevantes de la filosofía analítica son científicos matemáticos y físicos, como Russell, uno de sus fundadores, Wittgenstein y Moore; de las dos escuelas más importantes del Positivismo Lógico y la Lingüística, de Cambridge, y Oxford.

LA DEFINICIÓN NOMINAL DE LA FILOSOFÍA

Es una observación común la de que el verdadero conocimiento de las cosas sólo se logra con la experiencia de su frecuente trato, cuando hemos llegado a adquirir con ellas una cierta con naturalidad, por la que efectiva y propiamente se realiza su personal asimilación. Esto, que en general acontece en todo orden de asuntos, vale, de una manera especial, para la esfera de los conocimientos científicos, que son los más difíciles de conseguir. De ahí que la comprensión de la naturaleza y sentido de una ciencia sea más un resultado tardío y reflexivo -sobre la base de un previo cultivo de la misma-, que no una labor enteramente apriorística y montada al aire.

Sólo, pues, tras haber filosofado, y no de cualquier modo, sino de una manera insistente y tenaz, puede llegarse a la posesión de una idea auténtica, realmente vivida, de lo que es la filosofía. Sin embargo, tan cierto como esto es que, sin una “idea previa”, todo lo modesta que se quiera, de lo que es una determinada actividad científica, se nos hace imposible acometerla, cualquiera que sea el grado o la medida en que ello se intente. De ahí la conveniencia, en nuestro caso, de una inicial aproximación a la esencia del saber filosófico.

En general, toda definición puede verificarse de una doble manera: como definición nominal o como definición real, según se atienda, respectivamente, a la palabra o nombre con que designamos a una cosa, o a la propia y formal constitución, cuya esencia se busca, de la cosa nombrada. La definición nominal ofrece, pues, la significación de una palabra; en tanto que la definición real es expresiva de la esencia de una cosa.

FILOSOFÍA ESPECULATIVA

Hans Reichenbach escribió: “La filosofía especulativa quería certeza absoluta. Si era imposible predecir acontecimientos individuales, al menos se consideraba que podían conocerse las leyes generales que rigen todos los acontecimientos; estas leyes podían derivarse mediante el poder de la razón. La razón, legisladora del universo, revelaba a la mente humana la naturaleza íntima de todas las cosas. Esta tesis se encontraba en la base de todas las diversas formas de sistemas especulativos. Por otra parte, la filosofía científica se rehúsa a aceptar cualquier clase de conocimiento del mundo físico como absolutamente seguro. Los principios de la lógica y de las matemáticas representan el único terreno en que puede alcanzarse la certeza; pero estos principios son analíticos y vacíos. La certeza y la vaciedad son inseparables: la síntesis a priori no existe”.

“Y a pesar de todo, todavía hay filósofos que se niegan a aceptar la filosofía científica como una filosofía, que quieren incorporar sus resultados a un capítulo introductorio de la ciencia y que pretenden que existe una filosofía independiente, que no tiene nada que ver con la investigación científica y que puede alcanzar directamente la verdad. Estas pretensiones, creo yo, revelan una falta de sentido crítico. Los que no ven los errores de la filosofía tradicional no quieren renunciar a sus métodos o resultados y prefieren seguir un camino que la filosofía científica ha abandonado. Reservan el nombre de filosofía para sus falaces empeños en busca de un conocimiento súper científico y se rehúsan a aceptar como filosófico un método de análisis construido sobre el modelo de la investigación científica”.

CONCLUSIÓN

La filosofía es una ciencia sobre las leyes universales a que se hallan subordinados tanto el ser (es decir, la naturaleza y la sociedad) como el pensamiento del hombre, el proceso del conocimiento.

El término «filosofía» se encuentra por primera vez en Pitágoras; en calidad de ciencia especial, lo introdujo por primera vez Platón. La filosofía surgió en la sociedad esclavista como ciencia que unía todos los conocimientos que el hombre poseía acerca del mundo objetivo y acerca de sí mismo, cosa perfectamente natural dado el bajo nivel de desarrollo del saber en las etapas primeras de la historia humana. La filosofía como ciencia surge de la necesidad de estructurar una concepción general del mundo, de investigar los principios y leyes generales del mismo; surge de la exigencia de un método de pensamiento acerca de la realidad fundado en lo racional, en la lógica.

La filosofía facilita el desarrollo de la autoconciencia del hombre, la comprensión del lugar y del papel de los descubrimientos científicos en el sistema del progreso general de la cultura humana; tanto las ciencias sociales como las ciencias humanas junto con las ciencias formales, parten de un inicio filosófico, demostrando así que la filosofía no se ocupa de un único tema, sino que, partiendo del librepensamiento y polarizando el conocimiento en función de la coherencia que emerge del texto, acaba formando sus propias divisiones y ramas, como la lógica, la ética, la metafísica, la filosofía política y la teoría del conocimiento o también conocida como epistemología.

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