Concepto De Hombre De Carlos Marx

En su concepción de hombre Marx da a conocer un nuevo punto de vista del ser humano, en donde se aprecia su capacidad práctica: el poder de transformar la realidad mediante la producción y el trabajo y no sólo la teórica, conocimiento especulativo considerado fehacientemente en ese tiempo con independencia de toda aplicación concreta.

Marx propone que el origen del ser humano es material, de la materia viva, es decir, es parte de la naturaleza al igual que todos los demás seres vivos, y señala por tanto que es un ser concreto y sensible. Que se relaciona con todo su entorno, con la naturaleza y con otros seres humanos estableciendo así diferentes tipos o modos de relaciones, que le permiten ir desarrollándose y evolucionando. Esto es lo que lo diferencia de las demás especies. El hombre es un ser social y la base de todo son sus relaciones.

Es decir cuando el ser humano se relaciona con la naturaleza no solo la modifica a ella sino también a sí mismo. A modo de ejemplo: cuando el primer ser humano hizo una vasija para tomar agua, no solo modificó el tronco de árbol para realizar la vasija sino también hizo uso de su cerebro pues desarrollo una nueva idea, y es allí donde comienza a relacionarse de manera distinta con los árboles. Fue esa naturaleza creadora y las diversas necesidades, que fueron surgiendo a lo largo del tiempo, para su sobrevivencia como techo, comida, abrigo lo que hicieron que este evolucionara y se fuese haciendo humano. Por tanto al ser humano lo que lo ser humano es su capacidad de ser creador y productor de bienes para su beneficio a través del trabajo. Por tanto el trabajo creativo de producir un bien necesario para sí mismo es lo que lo realiza como tal.

Lo mismo ocurre cuando se relaciona con otro ser humano, el se va transformando como persona y dependerá de cómo sea la relación su transformación.

Marx considera al ser humano un ser social e histórico, es decir, un creador y a la vez el resultado de la sociedad en la cual está inserto. La esencia del individuo se puede desarrollar en el mundo por medio de la producción y el trabajo, lo que permite transformar y dominar la naturaleza. Y como él señala: “El ser humano produce al ser humano, a sí mismo y al otro ser humano. […] Toda la historia universal no es otra cosa que la producción del ser humano por el trabajo humano”

El hombre no desarrolla su habilidad transformadora de manera individual, sino que de forma colectiva. Es aquí donde la infraestructura juega un rol importante, puesto que establece las distintas relaciones sociales que se originan por la producción de bienes, dentro de las que el ser humano puede tomar el rol de amo o esclavo, obrero o empresario, siervo o señor; dependiendo de los modos productivos que este posea.

Como dice Marx: “La esencia del hombre no es una abstracción inherente a cada individuo particular. La verdadera naturaleza del hombre es el conjunto de sus relaciones sociales”

Para Marx no es la consciencia del hombre el que define a su ser, sino es el ser social el que determina su consciencia.

Es el trabajo para Marx lo que constituye la esencia del hombre, ya que el trabajo transforma su realidad y el mismo es quien se proyecta bajo sus propios productos. Puesto que el trabajo implica dar algo de nosotros, fuera de nosotros; es decir, en el producto.

Pero ¿Qué sucede cuando esta se convierte en una actividad que oprime e impide su realización como ser creativo? Sucede lo que es posible observar hoy en día alrededor del mundo que bajo el sistema capitalista se genera el fenómeno de alienación o enajenación. Ya que las condiciones de trabajo asalariado que construye este sistema llevan al hombre a ser un ente irreconocible a su creación, es decir, en su quehacer.

Así el ser humano, dada las características de la actividad económica de la burguesía, es decir, en donde los burgueses son los dueños de los medios de producción (fábricas) y están por sobre los proletarios (trabajadores); el ser humano

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