EL CONTEXTO POLITICO-SOCIAL DEL MUNDO EN EL SIGLO XIX

EL CONTEXTO POLITICO-SOCIAL DEL MUNDO EN EL SIGLO XIX.

PRINCIPALES PROBLEMAS QUE ENFRENTÓ MÉXICO PARA CONSOLIDARSE COMO ESTADO-NACIÓN Y CONSTRUIR UNA SOCIEDAD NACIONAL EN EL SIGLO XIX.

La primera dificultad que la Nación, ya independizada, enfrentó, fue la división que el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba no pudieron resolver. J. A. Jiménez Díaz, historiador, decía que la mentira era la gran protagonista de nuestra historia. Y es fuerza reconocer que los antiguos insurgentes y los independentistas que habían sido realistas se mintieron mutuamente. Guerrero, reducido a guerrilla en las montañas del Sur, ya con Hidalgo y Morelos vencidos, con las ciudades importantes del Virreinato bajo control realista, con la causa desprestigiada por las matanzas, violaciones y saqueos que Hidalgo no pudo frenar y que Morelos dejaba pasar, vio que la única oportunidad de que hubiera independencia era que fueran los realistas mismos los que la consumaran. Así, los antiguos insurgentes juraron y perjuraron que serían leales a Iturbide, lo cual no pasó. Los antiguos realistas, ahora consumadores, con tal de poner en paz, sin derramar más sangre, a los antiguos insurgentes les dieron una idea de independencia que no entraba en los planes de aquellos que se habían reunido en La Profesa. Se mintieron mutuamente, unos fingiendo que estaban de acuerdo con la Monarquía Constitucional, y los otros fingiendo que querían la independencia de la misma manera que los insurgentes. La mentira hubo de estallarle en la cara a todos, pues era imposible que moderados y radicales se entendieran, sobre todo cuando los radicales eran alentados por la política exterior estadounidense.

La Guerra Civil de Independencia pasó al campo de la política, y de los pronunciamientos, con la intervención de los EE. UU. y, posteriormente, de Francia. Añadamos, para lo económico, que la Guerra de Independencia arruinó la economía novohispana, lo que legó a la Nación independiente un erario público siempre en bancarrota, sobre todo a raíz de que la demagogia pro independentista había hecho creer al pueblo que los impuestos se iban a acabar. El vulgo engañado creía que ser independiente significaba no pagar ni un cuartillo bajo concepto de impuestos.

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