El Existencialismo Es Un Humanismo Y El Rol Del Comunicador Social

Universidad Nacional de Entre Ríos

Facultad de Ciencias de la Educacion

Licenciatura en Comunicación Social

El existencialismo es un humanismo

Autor: Facundo Ríos

Índice

Introducción 2

El Existencialismo 3

El rol del comunicador 10

Conclusión 12

Bibliografía 14

Introducción

En el presente trabajo voy a tratar de abordar la idea de la filosofía existencialista de Sartre que presenta en su libro “El existencialismo es un humanismo”. Intentando buscar establecer una relación con el concepto que se tiene de cuál es el rol del comunicador social, definiéndolo como “una persona con amplios conocimientos y la capacidad de pensar, analizar e intervenir tanto en la comunicación interpersonal como colectiva, viéndola como la acción fundamental para el hombre”. Siempre teniendo en cuenta las premisas que presenta el autor del libro, como la idea de moral, la idea de Dios, de libertad, de la responsabilidad que asume el hombre al momento en que elije, en que toma decisiones y se compromete. Ya veremos que Sartre va a decir que ese compromiso, y es lo que yo considero importante en su obra, no sólo compromete a uno mismo, sino que también compromete a los demás. En síntesis voy a tratar de establecer el rol del comunicador social a partir de la idea que presenta Sartre con el existencialismo, la idea de compromiso con uno mismo y con los demás.

Este trabajo consta de dos partes, donde en la primera busco definir y esclarecer las ideas que presenta el autor sobre la filosofía existencialista, tomando algunos aspectos que considero interesante en la obra. En la segunda parte es donde intento definir a mi criterio la idea del comunicador social, a partir y en relación con el existencialismo humanista que presenta Sartre.

El Existencialismo

La filosofía existencialista parte de la premisa “la existencia precede a la esencia” . Es decir que no hay naturaleza humana que nos determine, son nuestros actos los que nos hacen ser quienes somos. En la filosofía tradicional se hablaba de la esencia del hombre. Poseedor de razón, lenguaje, historia, características de observación y transformación de su medio, bueno por naturaleza o malo por naturaleza, etc. Para Sartre el hombre es proyecto, es un ser que debe hacerse. Para Sartre el hombre está condenado a ser libre y es totalmente responsable de sus actos. No estamos determinados por nada, lo que hacemos en nuestra existencia es lo que finalmente somos. Por lo tanto el existencialismo propone una ética que no busque resguardarse en la moral vigente. El hombre es libre para actuar sin determinaciones de ningún tipo.

Sartre da el ejemplo del artesano que crea un libro o una tijera, mostrando que antes de la creación del objeto, ya hay una esencia previa, hay un fin predestinado para ese objeto. En la filosofía del s. XVII Dios asimilaría la función de un “artesano superior y cualquiera que sea la doctrina que consideremos, trátese de una doctrina como la de Descartes o como la de Leibniz, admitimos siempre que la voluntad sigue más o menos al entendimiento, o por lo menos la acompaña, y que Dios, cuando crea, sabe con precisión lo que crea.” Es decir que seriamos una suerte de objetos como las tijeras o un libro. Pero el existencialismo que Sartre representa es ateo, es decir que Dios no existe. Y si no existe quiere decir que hay un ser que precede a la esencia. Los filósofos ateos del s. XVIII, suprimen la idea de un Dios, pero no se apartan de la idea que la esencia precede a la existencia. Por eso hablan de que el hombre es poseedor de una naturaleza humana, y que esta naturaleza se encuentra en todos los hombres. Es decir que la individualidad particular de cada hombre proviene de un concepto universal. Para Sartre el hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. El hombre es tal como se concibe, tal como se quiere, como se piensa luego de la existencia, es decir que “el hombre es lo que él se hace”.

Lo que se busca definir es que el hombre empieza a ser en su porvenir y que “es conciente de proyectarse hacia el porvenir” . Para Sartre el hombre es un proyecto, en el cual no hay nada definido de antemano y que el hombre va a ser lo que pretenda ser, lo que haya proyectado.

El hombre es libre de ser lo que hace, lo que se proyecta ser, hay que decir que el hombre es responsable de sus actos, de sus acciones, elecciones y existencia. Pero esa responsabilidad no es solamente de su individualidad, sino que también es responsable de los demás. El hombre es responsable y libre de elegir, cada uno de nosotros se elige, pero al elegirse también esta eligiendo a los otros. Es decir, uno crea una imagen de lo que quiere ser, pero también crea una imagen de cómo debe ser el otro. “Elegir ser esto o aquello, es afirmar al mismo tiempo el valor de lo que elegimos, porque nunca podemos elegir mal; lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo para todos.”

El hombre al elegir compromete la realidad entera. Sartre da el siguiente ejemplo: “Si soy obrero, y elijo adherirme a un sindicato cristiano en lugar de ser comunista; si por esta adhesión quiero indicar que la resignación es en el fondo la solución que conviene al hombre, que el reino del hombre no está en la tierra, no comprometo solamente mi caso: quiero ser un resignado para todos” . La consecuencia de este acto, de esta elección, compromete a los demás. Esto, ser conciente de que los actos del hombre compromete a los demás, dice Sartre, no puede escapar al sentimiento del hombre de su total y completa responsabilidad. “El existencialista suele declarar que el hombre es angustia.” , angustia provocada en el hombre cuando se compromete y se da cuenta de su responsabilidad. Aunque haya algunos que enmascaren su angustia, creyendo que al actuar sólo compromete a ellos mismos. Pero

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