El Origen De La Obra De Arte

El origen de la Obra de Arte

Martín Heidegger

Heidegger explica la fuente de la esencia del arte, en cuanto a verdad y ser, el análisis la obra lo lleva a entrar en un círculo, donde el artista es el origen de la obra y la obra el origen del artista, y donde el arte es origen de ambos pero se manifiesta por de ellos, en este círculo no es posible entender el todo sin sus partes ni las partes sin el todo.

Es a través de la obra de arte que se puede diferenciar ser de ente, cosa de utensilio de obra, pero es la obra de arte la que revela la realidad de las dos anteriores, y es definiendo la esencia de la obra de arte, que se puede definir la de arte y entonces resolver el círculo.

Heidegger comienza por definir la obra de arte, en su coseida o en lo que es el ser-cosa de la obra, hace mención y análisis de las principales nociones de cosa así como las consecuencias que traen esas definiciones, el poder de la palabra, en cuanto a que transgreden y cambian el significado por ser palabras empleados en un contexto diferente del de donde fueron ex-traídas; e identifica que es en la definición de materia confinada en forma, la que reina en el pensamiento occidental. Donde la cosas son vistas en su correspondencia de representación y realidad como forma y materia, que vuelve utensilio todo pero no es capaz de dar con su esencia, y aquí donde es solo desde el arte que se revela esta esencia. Heidegger lo muestra a través de la tela de Van Gogh, esta tela que habla y muestra la verdad del utensilio, y de esta forma el arte se muestra como el canal de la esencia del ser, su fuente y su medida.

El ser del ente solo es revelado como verdad a través del arte, la obra muestra no una representación, sino es la apertura, el “claro” como muestra el texto, pero en el sentido del bosque que se cierra e imposibilita el trazar un trayecto, abre un camino que implica dirección de adentramiento en un mundo traído por la obra y enfrentado contra la tierra, la corporeidad de ella misma y su entorno, y que es aquí donde se revela en la confrontación, el contraste, el que un ente sea frente a otro que no es en el sentido de la diferencia; por lo que solo desde el brote del mundo desde y contra la tierra es que ambas se identifican y se soportan, pero es combate y esta lucha genera un “rasgo”, un hoyo entre los mares de mundo y tierra que es el claro y se delimitan en la forma/figura

Pero la obra de arte no puede llegar a ser- obra por sí sola, sino que requiere de un agente creador, requiere ser canalizado y manifestado como verdad; y aún más importante requiere de ser contemplada, la obra por si misma aun al haber sido “traída” requiere de “cuidadores”, es templo y canaliza al dios pero el dios necesita seguidores, alguien a quien revelársele, en otras palabras alguien que le revele revelándose

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