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Ensayo Sobre El Gobierno Civil John Locke


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2011  •  4.335 Palabras (18 Páginas)  •  1.780 Visitas

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Capitulo l

Nos dice que nadie puede demostrar, que adán y sus herederos obtuvieron de dios el poder de gobernar el mundo. Y es que no existe una ley divina que determine cuál es el heredero legítimo para gobernar el mundo. Nos dice que los reyes actuales intentan fundamentar su derecho al reino en una pretendida jurisdicción paternal de adán y no resulta lógico ni creíble toda teoría que intente demostrar que el poder de los reyes deriva de dios a través de adán. Sí el fundamento de la vida político-social no tiene su origen ni en dios ni en adán, entonces o bien todo gobierno es el producto de la fuerza y de la violencia ya que los hombres, por naturaleza son como bestias, de tal modo que es el más fuerte el que se alza con el poder; o bien se intenta desarrollar una nueva teoría política que supere las concepciones anteriores; Locke dice en que consiste lo que nombra como poder político y contendría los siguientes elementos:

• Ampliar la fuerza de la comunidad en la ejecución de las leyes.

• Derecho de dictar leyes.

• Lograr el bien público.

• Regular y preservar la propiedad.

• Defender al estado frente a las injurias extranjeras.

Capitulo II: del estado de naturaleza

Para poder entender la naturaleza del poder político y deducirlo de lo que fue su origen se debe tomar en cuenta cuál era el estado en que los hombres se encontraban por naturaleza, o sea, antes de que existiera la sociedad y gobiernos políticos. Según él, toda teoría política y social debería partir del análisis del hombre en su estado primitivo, o sea, en estado de naturaleza. Él decía que tenía estas características;

• Es un estado de plena libertad para que cada uno ordene sus acciones y disponga de lo que es suyo. Los límites en el uso de esa plena libertad viene impuesta por la ley natural-moral.

• Es un estado de plena igualdad en donde todos los miembros del estado de naturaleza tienen las mismas ventajas y los mismos derechos.

• El estado de naturaleza, aunque es un estado de libertad, no significa que sea un estado de libertinaje. El hombre en estado de naturaleza no tendría libertad para destruirse a sí mismo ni para destruir a los demás ya que todos los hombres están dotados de las mismas facultades y participan de una naturaleza común por lo que no sería correcto destruir, sin más, la vida del prójimo.

El estado de naturaleza no es un estado de libertinaje porque existe una “ley natural” que gobierna. Esta ley natural enseña a la humanidad que ya que los hombres son todos iguales e independientes ninguno debe dañar a otro en lo que atañe a su vida, salud, libertad o posesiones. Con el objeto de que los hombres se abstengan de dañarse, además de la existencia de la ley natural, hay otros medios para poner en práctica esa ley: cada uno de los miembros de la comunidad en estado de naturaleza tiene el derecho de castigar a los transgresores de dicha ley ya que no existe superioridad ni jurisdicción de unos sobre otros. El poder de ejecutar la ley no es absoluto, o sea cuando un criminal cae en manos de un hombre en estado de naturaleza no puede hacer con él lo que quiera sino solo castigarlo según los dictados, dándole penas que sean proporcionales al delito cometido, con el objetivo de que repare el daño cometido y no vuelva a repetir tal acción. Locke, nos dice que la aplicación de la ley en el estado de naturaleza:

• Lleva a cabo un castigo proporcional al delito cometido.

• Disuade al trasgresor y a otros para que no hagan lo mismo.

En definitiva, del estado de naturaleza, se derivan dos tipos de derechos:

• Castigar el crimen con el objeto de impedir que vuelva a cometerse

• Dar reparación al injuriado

Estos derechos naturales son el fundamento que permite a un magistrado llevar a cabo sus funciones. También podría decidir matar a un asesino para así protegerse a sí mismo y a los miembros de una comunidad. Afirma que Caín estaba convencido de que por matar a su hermano, cualquier hombre podría acabar con su vida ya que, después de cometer el crimen gritó: cualquiera que me encuentre me matará. Así de claro, afirma Locke, estaba escrito este precepto en el corazón de los hombres. No solo los crímenes y delitos mayores pueden ser castigados por el hombre en estado de naturaleza. También podrían castigar otros delitos menores; cada transgresión sería castigada según el grado y la proporción suficientes para que el ofensor perdiera y darle así un motivo arrepentimiento y no vuelva hacer lo mismo.

Se pregunta sobre la existencia real del hombre en estado de naturaleza. Sobre esto se vuelve a preguntar sobre la validez del absolutismo, afirmando que todos los monarcas y príncipes de Europa viven en estado de naturaleza ya que este no finaliza con un pacto sino con aquel en el que todos se ponen de acuerdo para renunciar a sus derechos y formar una sociedad democrática.

Capitulo III: del estado de guerra

El estado de naturaleza es un estado de paz, buena voluntad, asistencia mutua y conservación. Además es aquel en el que los hombres viven juntos conforme a razón, sin un poder terrenal con autoridad para juzgarlos.

El estado de guerra implica querer hacer del otro un esclavo arrebatándole la libertad; la razón considera a un hombre que hace eso como un enemigo de la conservación y capaz de privarle de la libertad del estado de naturaleza. Esto hace, que sea legal el que uno pueda matar a tal persona, pues cuando alguien hace uso de la guerra para tener a alguien bajo su poder lo que realmente persigue es anularle totalmente como persona. Por lo tanto, en casos de estado de guerra, es lícito y legal tratar a esa persona como alguien que está en guerra con mí, y, por ello, si puedo, debería matarlo. El estado de guerra es un estado de enemistad, malicia, violencia y mutua destrucción. Además implica el uso de la sin-razón y la fuerza contra personas que viven en una situación en la que no existe un poder terrenal superior al que acudir para encontrar satisfacción. Esta falta de poder superior, al que apelar, es lo que da al hombre el derecho de defenderse de su agresor.

En un hecho consumado, sólo cabe acudir a la ley natural que permite a uno tomar la justicia por su mano. Ante un delito que no se ha cometido es lícito poner los medios necesarios para que tal delito no se consume.

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