Ensayo Sobre Video: "Los Niños De La Estación Leningradsky"

“Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía”. (Lenin)

Análisis sobre video: “Los niños de la estación Leningradsky”

Los niños de la estación Leningradsky esperaban muchas cosas de la vida, tenían sueños y metas que querían cumplir, aunque claramente solos no podían y la ayuda para ellos nunca llegaba. Sufrían solos, de hambre, de frío, de falta de amor y cariño, esperando día a día que llegara alguien con buenas intenciones y lleno de ternura y afecto a salvarlos de la mala vida que llevaban, pero en esos momentos el único cuidado, la única esperanzas que tenían eran ellos mismos, entre ellos se acompañaban y protegían de todo lo malo que los rodeaba.

Debían mendigar dinero, comida, abrigo, etc., porque robar no les gustaba. Esto demostraba lo honrado que eran estos niños, aunque a pesar de eso para poder sobrevivir del frío y de las largas noches debían consumir alcohol y drogas, exponiéndose a enfermedades, a violaciones y hasta la muerte. Algunos de ellos ya padecían enfermedades como el sida, por ser violados o porque debían prostituirse para poder subsistir; la descamación de la piel y la desnutrición, por consumir muchas drogas y alcohol y no alimentarse bien.

Muchos de estos niños llegaban a esta estación en busca de una mejor vida, esperando que a alguien por fin le importara su existencia y sufrimiento, porque a sus propios padres no les incumbía su bienestar, la mayoría de ellos contaba que sus padres eran alcohólicos y violentos, no les daban buena educación, ni una vida como se merecían. Su inocencia los llevaba hasta ahí, donde debía seguir la vida de tortura y malestar, aunque ahora con buena compañía y cariño que entre ellos mismos se entregaban.

Relación entre los sueños de los niños de la estación con la frase dicha por Lenin.

Los sueños de los niños de la estación eran los básicos y los que todo niño querría, solo esperaban un poco de amor, afecto, cariño, una buena educación, una comida calentita por las tardes, un beso de buenas noches y una caricia al despertar. Pero a nadie le interesaba eso, nadie les daba una mano de ayuda, un pequeño empujoncito para levantarse y salir de tanta maldad y crueldad que vivían. Tampoco ellos tomaban la iniciativa propia porque nunca nadie les enseño a cómo luchar, siempre tomaban el camino fácil, el de esperar que les llegue la salvación o la muerte. Tenían sueños y metas que querían cumplir pero no sabían cómo partir, tan solo vivían el día a día, no se daban el tiempo de analizar lo que sería realmente bueno para ellos, no tenían la fuerza para confrontar la vida y ponerle un pare a su situación, nadie

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