Filosofia Medieval

FILOSOFÍA MEDIEVAL

La F se caracteriza por su íntima relación con la religión cristiana. El cristianismo no es una filosofía, no es una teoría racional para explicar la realidad, sino un sistema de vida que tiene como modelo a Cristo y como fin la salvación. Al expandirse esta religión durante los primeros siglos de su existencia, entra en contacto con la F griega hasta el grado de dar origen a esa síntesis de filosofía y cristianismos denominada F medieval, mismaque se divide en patrística y escolástica.

PATRÍSITCA.

Es el conjunto de especulaciones que durante los primero siglos de la era cristiana realizaron los padres de la Iglesia ante la necesidad de usar conceptos filosóficos griegos para:

● Comprender la verdad revelada

● Formular racionalmente sus dogmas

● Defender su doctrina de los constantes ataques intelectuales de que era objeto por parte de herejes y gnósticos (quienes consideraban irracionales sus creencias).

SAN AGUSTÍN: el problema de la verdad.

El problema central de la F agustiniana es el de la verdad. Él siempre buscó el conocimiento de la verdad y ante los escépticos, para quienes la verdad es imposible, argumenta: Puede dudarse de todo, menos de que se duda y entonces: No sólo es cierto el hecho de dudar sino también es cierta la existencia de quien duda o se equivoca. “Si me equivoco, existo”.

Fuente de la verdad.

Con ello, San Agustín descubre no sólo la verdad sino que se llega a ella por introspección, porque la verdad habita dentro de nosotros mismos.

La F agustiniana tiene sus raíces en el platonismo, de allí tomó la noción de una verdad inmutable, eterna, necesaria, que el hombre no debe buscar fuera, en el mundo sensible, sino en su propia interioridad, dentro de su alma, porque allí se reflejan las ideas, las formas, las especies, eternas procedentes de Dios, pues para él las ideas existen en la mente de Dios, única realidad necesaria y eterna.

Teoría de la iluminación.

Dios es el fundamento de la verdad y del conocimiento. Él nos ilumina, irradia su luz sobre el espíritu humano permitiendo que las ideas se revelen, se muestren a nuestra alma.

Tesis conciliadora de la razón y la fe.

Si bien hay muchas cosas que pueden ser conocidas por la razón, el principal propósito del conocimiento humano es la comprensión de la verdad revelada, y ésta sólo puede ser alcanzada por medio de la fe; sin embargo, son de tipo racional las inquietudes que mueven al hombre a buscar esa comprensión, y también son racionales las explicaciones mediante las cuales es posible interpretar correctamente las verdades de la fe.

En San Agustín, la F y la fe religiosa están unidas pues ambas persiguen la verdad única, eterna, inmutable y necesaria que está en Dios. “Entiende para creer, cree para entender”. En esta frase, tan identificada con el espíritu de la Edad Media, resume su tesis de que fe y razón colaboran juntas y solidariamente en la explicación y el esclarecimiento de las verdades cristianas.

La F de la historia.

Interpreta todo el devenir histórico a partir de la constante lucha entre el bien y el mal. En la F agustiniana, la historia, al igual que el conocimiento y la verdad, también depende de Dios, pues Él es quien ordena los grandes acontecimientos, y la humanidad ha de seguir siempre el derrotero marcado por la Providencia Divina.

En su obra principal, La ciudad de Dios, San Agustín interpreta la historia universal como una lucha entre dos ciudades:

● La ciudad de Dios, donde impera el amor.

● La ciudad terrena, donde impera el odio.

Estas dos ciudades coexisten en el mundo mezcladas entre sí. Los habitantes de la primera son los que aman a Dios por sobre todas las cosas y a su servicio y gloria consagran sus personas y bienes. Por el contrario, los miembros de la ciudad terrena se aman a sí mismos y viven para satisfacer sus pasiones y disfrutar desenfrenadamente de los bienes materiales, No hay límites precios entre una ciudad y otra y no deben ser identificados con la Iglesia y el Estado porque tanto en una como en el otro hay hombres buenos y malos.

La ciudad terrena que desconoce la ley de Dios y la rectitud del orden cristiano vive en el caos, librando constantes guerras y apartándose siempre del bien hasta terminar en la muerte eterna del infierno.

La ciudad de Dios que acata siempre la autoridad divina habrá de alcanzar para sus seguidores la felicidad perpetua, porque al final el bien triunfará sobre el mal y la victoria es de Dios.

LA ESCOLÁSTICA

Se da este nombre a la especulación teológico – filosófica desarrollada en las escuelas de las catedrales y conventos, en un principio, y después en las primeras universidades de la Edad Media. Allí se continuó la tendencia de los padres de la Iglesia a buscar en el ejercicio de la actividad racional la posibilidad de aclarar, demostrar y atender la verdad revelada.

Sobre todo en los primeros siglos de la escolástica hay una clara subordinación de la F a la teología, después con Santo Tomás se hace una distinción formal entre la fe y la razón para finalizar la época medieval con la propuesta de una separación definitiva.

SAN ANSELMO DE CANTERBURY.

En la primera escolástica

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