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Formas De Concebir Al Ser Humano


Enviado por   •  27 de Marzo de 2014  •  1.734 Palabras (7 Páginas)  •  7.743 Visitas

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Introducción

En este trabajo se muestra una composición literaria sobre las formas distintas de concebir al ser humano, a través de las propuestas de diversos filósofos que nos ejemplifican cada uno sus rasgos esenciales de acuerdo al ser, en este trabajo se muestran las propuestas hechas por cada filosofo comparando cada una de ellas y analizando la evolución e influencia que han tenido en cada sistema filosófico. También se analiza que aportaciones tienen vigencia en nuestra época actual

“La forma en que ha sido concebido el hombre en distintas épocas y por distintos filósofos”

• Señala de manera específica las corrientes filosóficas y los filósofos que toma en cuenta para su elaboración

El hombre según el escolasticismo:

Sto. Tomás, máximo exponente de la escolástica, el hombre es un ser material sensible, compuesto de materia y forma, su forma es el alma. Y por alma entiende "una sustancia intelectual a la que es esencial ser forma de un cuerpo y constituir con él un compuesto de físico de la misma naturaleza que todos los compuestos de materia y forma. La filosofía escolástica alcanzó su culminación con la obra del pensador más importante de toda la edad media: santo Tomás de Aquino. Por primera vez la razón parecía librarse de su servicio al dogma cristiano y alcanzaba de forma neutral el problema del ser, el universo o el conocimiento humano.

El pensamiento de St. Tomás partía de la superioridad de las verdades de la fe sobre el raciocinio. Sin embargo, ello no le impidió presentar a la filosofía como un modo de conocimiento plenamente autónomo capaz de, por un lado concordar armónicamente con la teología, y, por el otro, de tratar de formar independiente los más diversos aspectos de la realidad.

Desde la relación de fe y razón:

La relación del cristianismo con la filosofía viene determinada, ya desde sus inicios, por el predominio de la fe sobre la razón. Esta actitud queda reflejada en el "Credo ut intelligam" de San Agustín, tributario en este aspecto del "Credo quiaabsurdumest" de Tertuliano, y que se transmitirá a lo largo de toda la tradición filosófica hasta Santo Tomás de Aquino, quien replanteará la relación entre la fe y la razón, dotando a ésta de una mayor autonomía.

La fe, para san Agustín, es necesaria para conocer la verdad de la sabiduría. La razón no opera sobre el contenido de la fe, sino sobre el hecho de la misma. Y para creer razonablemente no es necesario filosofar, sino tan solo pensar. Para san Agustín Dios es la eterna verdad, el principio de todo lo que existe y la fuente de la felicidad perfecta.

El hombre como fin del conocimiento:

La duda. Porque mientras más conocimientos tienes, más preguntas sin respuestas obtienes.

No Hay Nada Exacto, ni ninguna verdad absoluta, es como un camino sin fin, siempre seguirás buscando, planteando y dudando.

Proceso en virtud del cual la realidad se refleja y reproduce en el pensamiento humano; dicho proceso está condicionado por las leyes del devenir social y se halla indisolublemente unido a la actividad práctica. El fin del conocimiento estriba en alcanzar la verdad objetiva. En el proceso del conocimiento, el hombre adquiere saber, se asimila conceptos acerca de los fenómenos reales, va comprendiendo el mundo circundante. Dicho saber se utiliza en la actividad práctica para transformar el mundo, para subordinar la naturaleza a las necesidades del ser humano.

2. La Relación

Fe – Razón:

Fe: La fe es, generalmente, la confianza o creencia en algo o alguien. Puede definirse como la aceptación de un enunciado declarado por alguien con determinada autoridad, conocimiento o experiencia, o como la suposición de que algo reflexionado por uno mismo es correcto aunque falten pruebas para llegar a una certeza sobre ese algo. La fe va de la mano con la confianza.

Razón: La razón es la facultad en virtud de la cual el ser humano es capaz de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos y así inducir o deducir otros distintos de los que ya conoce. Así, la razón humana, más que descubrir certezas es una capacidad de establecer o descartar nuevos conceptos concluyentes o conclusiones, en función de su coherencia con respecto de otros conceptos de partida o premisas

San Agustín elaboró un pensamiento cristiano con muchísima influencia de Platón. Estaba convencido de que la verdad es única y que a ella conducen tanto la fe como lo razón. Entiende que: la razón conduce a la fe, ya que aunque sus verdades no sean demostrables, sí demuestra que tiene sentido y es legítimo creer en ellas. Por otro lado es la fe la que orienta correctamente a la razón al conducirla hacia la verdad. A su vez, es la razón la que permite esclarecer los contenidos de la fe.

Como Platón, también Agustín de Hipona entiende que el verdadero conocimiento no puede referirse a los objetos sensibles de este mundo, siempre cambiantes y respecto a los cuales no cabe un conocimiento universal y necesario, sino a las ideas, que siendo eternas, necesarias e inmutables, son la expresión de lo verdadero.

Es Dios quien ilumina nuestra alma. La verdad está en nuestro interior. El autotrascendimiento nos conducirá desde nuestra propia naturaleza cambiante hasta la luz de la razón y sus verdades inmutables. Al igual que en Platón, las ideas son esencias inmutables y existen eternamente, pero para Agustín de Hipona, éstas no son independientes, sino que están contenidas en la misma inteligencia divina.

Tomás de Aquino se propone esclarecer cuáles son los contenidos específicos de la fe y la razón, y qué relación guarda la una con la otra. Contenidos

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