Foucault Vigilar Y Castigar

Es curioso ver que en un texto denominado “Vigilar y Castigar” aparece una palabra tan cotidiana en nuestra vida diaria: Examen.

Comenzamos hablando de una realidad dirigida hacia una uniformidad, donde se busca regular conductas para que sean afines para el estado, en la lectura nos damos cuenta de cómo han sido modificadas muchas cosas o nacidas con el fin de la vigilancia, cosas que tenemos en la vida diaria y no se sabe sus fines, como en el caso de los baños y sus puertas, ideados para observar las cabezas y pies de quienes se encontraban ahí , o la arquitectura en que está diseñada en muchos casos las escuelas, a manera de celdas para los alumnos, con oficinas directivas con una amplia vista, un régimen donde todos y todas los integrantes de una sociedad se someten a una estructura piramidal, donde el que se encuentra en la cima tiene la facultad de observar a todos y cada uno de ellos y aquel y aquella que no se somete, que no acepta lo que exige sufre un castigo disciplinario, donde la individualidad no existe, donde el sujeto se llega a tornar en un simple registro con datos personales, a los cuales “se asiste en el momento oportuno”, el sujeto se vuelve un objeto descriptible y analizable.

Bajo lo mencionado es donde entrara un análisis sobre el escrito pues, según el texto, el examen, está enfocado bajo una jerarquía que vigila y sanciona. Un examen nacido bajo una mirada normalizadora (que quepa dentro de lo denominado “Normal”), una vigilancia que permita calificar, clasificar y castigar. Una práctica que más que clara, está enfocada en el control de las masas, en donde no se permite diferencias, donde no se permite una confrontación de ideas sino mera comparación para medir y sancionar.

Con el examen se garantiza una observación verticalizada de poder, se marca un sometimiento al individuo “Hacer lo que se quiere que se haga”, con esto, el individuo, se objetiviza, se des-temporaliza, pues no se le permite trascender en su temporalidad.

Asimilando lo antes mencionado es necesario ver ahora nuestra realidad y tratar de hacer una comparación. En la escuela, al hacer un examen, en su mayoría de los casos se hace de una manera similar a como se expresó anteriormente, a un castigo, y ese castigo puede ser el reprobar el año, o peor aún, la negación al acceso a un centro escolar, es decir, la cuestión vigilante y castigadora sigue vigente.

El y la estudiante se somete ante un opresor, en este caso el mismo docente, pues tiene que hacer y responder lo que se pide en ese momento, no puede agregar nada, no puede sacar algo más porque no le es permitido, no se le permite, se somete, se enajena:

Si un individuo, puede enajenar su libertad y hacerse esclavo de otro, ¿Por qué un pueblo no puede enajenar la suya y convertirse en un esclavo de un rey? […] Enajenar es ceder o vender. Ahora, un hombre que se hace esclavo del otro, no cede su libertad; la vende, cuando menos, por su subsistencia; pero un pueblo ¿Por qué se vende?

El y la alumna venden su libertad de expresarse por una calificación, y con esta, por la facultad de seguir estudiando. El y ella no tienen voz, no pueden expresar ni aportar ideas nuevas a lo ya previsto, solo tienen que responder lo que se está solicitando y nada más, ejemplo, para ingresar a una universidad o diversas escuelas, el alumnado se somete ante un examen de selección, en el cual si no se responde con lo que se exige, por no estar dentro de un margen de aceptación, se le es negado el acceso y ese sería su castigo, como Foucault lo expresa. Un mismo examen, mismo conocimientos que todos deben de tener, si no los tienes, no eres competente. A continuación, ya dentro del ciclo escolar podemos darnos cuenta de lo que Foucault mencionada también, una vigilancia y con esto una penalidad, el castigo como menciona debe ser enfocado para ser correctivo, y tratar de que sean más recompensas que castigo, pero castigo no implica golpes o algo físico o tangible, sino, a una calificación aprobatoria o no. A eso se ha llegado en las escuelas, en donde el examen no es para corregir sino para clasificar y eliminar, el y la estudiante, son analizados por

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