HISTORIA DE UNA GAVIOTA Y EL GATO QUE LA ENSEÑO A VOLAR

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar.

Luis Sepúlveda

Profesora Martha Elvira Vázquez Guerrero

1° B

“La mancha negra. La peste negra. Mientras esperaba el fatal desenlace, Kengah maldijo a los humanos”. (Sepúlveda, 1996) Tal vez Sepúlveda intentaba mostrarnos con este libro todo lo que el humano le puede hacer a la naturaleza, tal vez, sólo esperaba que en él encontráramos esa conciencia ambiental que hemos perdido generación tras generación, tal vez solo quería que sus hijos leyeran una linda fábula que les dejara una buena moraleja, o tal vez quería que entre líneas descubriéramos lo que es el ser en su esencia, en su naturaleza, en la sociedad…

El ser humano por naturaleza tiene características que Sepúlveda le atañe a los animales en este libro de manera muy interesante, porque no solo lo hace como individuo, lo hace asimismo como sociedad. Estas características que son inherentes al humano y que se comparten en la raza, no son solo en su manera de lucir, pues tal vez eso sea lo de menos, sino y más importante en la manera de sentir, pensar y en consecuencia en la manera de llevar todo esto al acto.

Por ejemplo, el gato negro y gordo, tiene por naturaleza ese sentido de responsabilidad ante una promesa, tiene ese compromiso de cumplir el deseo de una gaviota en su lecho de muerte, no sabemos con certeza si los animales tengan esta característica, pero sabemos de cierto que la tienen los seres humanos, algunos en mayor ración que otros, pero es existente. Y casi por el mismo lado podemos ver la esencia del humano que radica en el mismo gato, la nobleza de su alma, el respeto a la muerte.

Irracional y racional, Zorbas sabes que no es él el más indicado para incubar un huevo, esta consciente de su inhabilidad para volar, pero promete que le enseñará a volar al polluelo, sabe que no será una tarea fácil pero la afronta, pues es parte de la condición humana, mezclar esta esencia y esta naturaleza humana, saltar entre estos dos puentes.

Y de aquí en adelante Zorbas, Sabelotodo, Secretario, Barlovento y Coronello nos dan una cátedra de todo aquello que debe tener el humano en su esencia, naturaleza y condición para ser un buen ejemplar de la raza humana. Nos enseñan la solidaridad, el respeto, la colaboración, pero sobretodo toca un tema muy importante y que corresponde al humano me atrevería a decir exclusivamente, la educación. Zorbas tiene una tarea muy importante, enseñarle a Afortunada a volar, pero ¿cómo? él jamás ha volado, ¿qué tiene que hacer? Él no lo sabe. Pues la educación es un proceso en el que se inmiscuyen muchos aspectos que sólo el humano posee.

Pero hay un personaje más al que me gustaría prestar atención, un chimpancé que ha destruido con el vicio su esencia, que ha fragmentado su naturaleza y que su condición se ha ido al lado negativo de lo humano sin poder equilibrarlo. ¿Y pues que decir? Que no es más que lo que vemos en nuestra sociedad, Matías, el chimpancé, es una clara muestra de que en la raza humana es muy difícil llevar a la condición humana a lo más alto de la valorización. Y por otro lado están las ratas, animales mezquinos pero organizados que no hacen más que vivir parasitariamente del otro, y que aprovechan ventajosamente la fuerza de la masa.

Es decir que el ser humano tiene en su naturaleza aspectos positivos y negativos con los que hay que luchar diariamente, pues la naturaleza del ser humano es biológica, social y espiritual habiendo algo, inmaterial que los une, la esencia. Y en esto hay una cosa que se debe controlar, el instinto, sustituyéndolo con la capacidad de decisión, tratando de evitar las contradicciones. Tarea difícil, según podemos ver, pues lo seres humanos en tanta diversidad de esencias humanas ya un poco retorcidas y lejanas de una hegemónica, somos incapaces de decidir con una coherencia entre lo que nuestra naturaleza biológica nos pide y lo que la espiritual nos dicta, o lo que la social nos exige.

Secretario, por ejemplo, sabe que su capacidad le da para ser un gran líder con sabiduría, sabe en su interior que las ideas no son de Coronello sino propias de él, pero su naturaleza biológica le dicta que a la hora de la cena necesitará comer lo que el gato Coronello de manera ventajosa le promete para manejarlo a su conveniencia.

Es importante mencionar el hecho de que los gatos que criarían a Afortunada, al representar la naturaleza humana, también tienen un lado espiritual que sufre, ama, disfruta y aborrece, entre otros sentimientos que bien se pueden observar en la lectura, por ejemplo, en el capítulo “Una noche triste”, con un estilo solemne se puede apreciar el dolor y respeto por la muerte, “compañeros gatos, esta noche de luna despedimos los restos de una desafortunada gaviota cuyo nombre ni siquiera llegamos a conocer…” (Sepúlveda, 1996)

Los valores son lo que más podríamos rescatar de esta lectura, pero hay que recordar que en un mundo gobernado por humanos con conductas polares, los valores también tienen su polo opuesto, por un lado vemos la solidaridad que tienen los gatos hacia el polluelo y hacia el gato encargado de cumplir su promesa de hacerlo volar, por otro vemos como los dos gatos facinerosos vagos acosan a Zorbas, lo molestan y acechan a polluelo para quitarle la vida. Esta falta de respeto hacia el gato Zorbas como a la vida misma forma parte de los antivalores que en una naturaleza humana retorcida existen.

Afortunada, siendo una gaviota, tan diferente físicamente a los gatos, está confundida, pues, habiendo crecido entre ellos, no tiene una identidad bien cimentada, no sabe que es, que es lo que debe hacer, como se debe conducir, y si a esto le sumamos que hay quien le hace dudar de las intenciones de los gatos hacía ella, se genera aun una duda más grande que puede llegar a romper la estabilidad mental y emocional de la gaviota.

La etiquetas que nos ponemos hacen precisamente lo mismo en los seres humanos, nos creemos lo que la sociedad nos dice que somos, sin analizar si en realidad es así, nos dejamos absorber por el entorno y aceptamos de cierto lo que se dicta sin dudar o confrontar, hasta que en algún desafortunado momento nos convertimos en lo que se nos ha impuesto, traicionando nuestra esencia.

Sin embargo Zorbas le dice algo a Afortunada que debería hoy en día ser una máxima de la convivencia “”es fácil aceptar y querer a los que no son iguales a nosotros, pero hacerlo con alguien diferente es muy difícil y tú nos ayudaste a conseguirlo”

Y aquí vemos como la problemática que tenemos en el mundo en cuanto racismo, segregación, discriminación, puede llegar a ser resuelto si todos nos enseñamos

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