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LA TENTACIÓN DE CERTIDUMBRE DE HUMBERTO MATURANA


Enviado por   •  2 de Agosto de 2014  •  798 Palabras (4 Páginas)  •  1.147 Visitas

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A TENTACIÓN DE LA CERTIDUMBRE DE HUMBERTO MATURANA

Muchas de las reflexiones de Maturana parten desde su afán por conocer el origen de los seres vivos, de las que pudo deducir que la vida surgió como un evento espontáneo, en el que se dieron condiciones fundamentales a nivel molecular (autopoiesis), más no por azar y que la evolución de estas estructuras moleculares han generado una serie de líneas evolutivas hasta constituir un individuo autónomo llamado hombre. En su contexto natural, el hombre es un mamífero que nace confiado en que el mundo exterior satisfará sus necesidades vitales y forma parte de la dinámica de la vida y la muerte, que al igual a otros seres vivos, se alimenta de otros seres vivos. Es conveniente aclarar, que sólo lo hace en función a esta necesidad sin destruir o agredir aunque fisiológicamente este dotado para ello.

Por otra parte, el hombre contiene una sustancia espiritual, (en esto coincide Maturana con la obra de Nietzsche), la cual va madurando en la manera en que el hombre asume sus eventualidades, cada hombre decide como ver su carga y como mediar entre el deber que impone la cultura y sus valores, y lo que el hombre desea para sí mismo. Paradójicamente, la transformación una vez superada estas dos etapas, ubica al hombre en un punto de inicio, en el primer movimiento hacia el verdadero conocimiento.

La esencia humana del hombre tiene su origen en el convivir, de la coparticipación y de la cooperación, pues el hombre es un ser sumamente relacional. Ese aspecto social además de la fisiología del hombre, es lo que dio origen al proceso complejo de lenguaje. Este proceso, ha definido la condición humana del hombre, tan significativo es, que se ha logrado transmitir de generaciones en generaciones.

Otro aspecto relevante para las generaciones son los patrones culturales, los cuales resultan ser rector y juez de la conducta del hombre. En este contexto, la cultura es capaz de acoger (matriarcal) o controlar (patriarcal), y de juzgar las acciones como bien o como mal. La cultura patriarcal predominante en la actualidad, ha puesto a la figura masculina en una gran disyuntiva en la sociedad, entre ser el masculino acogedor o ser el masculino autoritario y controlador. Esta figura de autoridad, representa el control, las restricciones y el sometimiento.

En algún momento de la historia, el hombre perdió su confianza innata, empezó a abstraerse de su medio natural y controlar su entorno, a competir con otros individuos, y restringir y dominar la conducta y las emociones de sus semejantes. Se ve tentado por la certidumbre, en creer que las cosas son como tal se ven, se preocupa por saber más que por conocer. De tal manera que se apega a unos principios limitando la capacidad de reflexión. De tal esta situación surgen los grandes conflictos y guerras de la historia del hombre, las cuales tienen fundamentos todas, en la emoción aunque el hombre busque argumentos racionales para justificarse.

En relación al conocimiento, el hombre no puede hacer teoría filósofica y teoría científica desde la certidumbre, y aunque ambas disten en la manera en llevarse a cabo, ambas recurren a la coherencia y a la libre reflexión. La buena ciencia, parte siempre desde un experimento, y es el que conlleva a establecer unos principios, que en virtud al conocer deben ser flexibles. Sin embargo, la filosofía parte desde los principios, que resultarían en una experiencia. Sin embargo, si esa experiencia, no entra dentro de los principios de origen, esta es rechazada, y he aquí el peligro para el hombre: la ideologización, que no es más que el rechazo o la destrucción de otras teorías, por el apego a unos preceptos que se consideran fundamentales.

Coincide en cierto punto Maturana, con Bacon en que el hombre es Dios para el hombre, pues este afirma que los pasajes bíblicos no son más que una mirada reflexiva en que se muestra al hombre como semejanza de Dios. Argumenta de igual manera, que es necesario para el hombre tener una experiencia sagrada en cualquier momento de su vida y en ello cabe el concepto de alma, la cual define como una dimensión relacional con el cuerpo.

Maturana, invita a conservar el lenguaje en las familias, a practicar el diálogo, pues cuando se dialoga en una tónica clara y respetuosa podemos llegar al saber sin sufrir.

El hombre nunca debe buscar conocerse a sí mismo o a los demás, porque caería en la tentación de la certeza y se cerraría su espacio de reflexión. Sin reflexión no se contemplan escenarios de armonía, que en términos del filósofo es lo que denominamos la belleza de las cosas.

De tal manera, que es preferible que busquemos más amarnos los unos a los otros, que tratar de conocernos o encasillarnos.

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