La Obra Legislativa De Justiniano Y La Cristianización Del Cosmos

La obra legislativa de Justiniano y la cristianización del cosmos

La legislación de Justiniano, fue redactada con gran influencia religiosa, haciendo una gran conciencia eclesiástica que guió al emperador a redactar sus leyes con diversos objetivos que enaltecieran la unidad de la fe.

Durante su periodo podemos apreciar una gran preocupación por alcanzar una unificación política, jurídica, así como religiosa entre todos los habitantes de Roma.

En la obra de Justiniano podemos encontrar un cuerpo legislativo preestablecido, que ya constituía una tradición, pero también la adopción de leyes nuevas que recogen el pensamiento más moderno de aquellos tiempos.

De acuerdo a lo plasmado en el primer título de este código, podemos observar que el estado asume la obligación de velar por la fe ortodoxa, pero los ciudadanos tendrán el deber de seguir la fe; siendo reprimidas la herejías y doctrinas contrarias a la iglesia.

En concreto podemos decir que todo el primer título parte de las polémicas religiosas con los monofisitas, ya que eran los principales enemigos del emperador Justiniano, que retardaban y no permitían alcanzar la unificación religiosa del imperio. Sin embargo, pese a dicha rivalidad, los monofisitas, no fueron atacados o condenados como las herejías, sino que al contrario, de alguna manera el emperador intento atraerlos hacia la ortodoxia.

El monofisismo tuvo su origen en el pensamiento de Eutiques, quien afirmaba que en cristo solo había una naturaleza, y que esta era la divina.

Justiniano era defensor del cristianismo y el brindó toda su protección con las medidas legales. Para él todos los que no profesaban la fe ortodoxa eran enemigos del Estado y eran llamados herejes. Dentro de su cosmovisión solo podemos observar dos posturas: la de la ortodoxia y la que se encontraba en contra de los principios de la religión y que iban contra esta, derivándose así dos grupos, el de los cristianos herejes y el de los no cristianos.

Los herejes eran considerados enemigos de la fe verdadera, y es por esta razón, que constituían un elemento peligroso para la iglesia y el estado. Tomando medidas represar, al crear leyes para combatirlos. Estos grupos que iban en contra de la Ortodoxia fueron privados de ciertos privilegios tanto civiles como fiscales, y en ocasiones eran sancionados con la pena de muerte.

Otra medida adoptada por hacia los herejes, permitía que estos estuvieran en una milicia, que era la de los cohortales. Igualmente tenían prohibido poseer esclavos cristianos, además de instaurar muchas otras privaciones en perjuicio de los herejes.

Además de los herejes, estaba el grupo de los maniqueos, quienes aparecieron alrededor de la mitad del siglo III d. C. Estos tenían prohibido vivir en cualquier zona del imperio bizantino, y si alguno de ellos se encontraba haciéndolo, era sancionado con la pena de muerte. La principal razón por la que los maniqueos constituyeron un peligro para la seguridad del imperio, era que venia del lado oriental del Imperio Persa, el cual era el principal enemigo de Justiniano.

Por otro lado, tenemos a los samaritanos, que en el cosmos religioso del emperador,

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