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La Pedagogía De Jesús


Enviado por   •  22 de Abril de 2013  •  1.827 Palabras (8 Páginas)  •  499 Visitas

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Fundamentos del Cristianismos en la Educación.

M.A. José Ramiro Bolaños

Universidad San Pablo

De Guatemala

Fernando Leonor

LED-11-0024

Pedagogía del Cielo.

LA INTRODUCCIÓN:

Jesús.

Muchos son los grandes maestros que a través de la historia han dejado su huella en la Pedagogía. Pero Jesús fue sin duda alguna el mejor. Y si bien la pedagogía es el estudio de la forma en que los seres humanos aprenden, el buen pedagogo es el que hace que las personas aprendan, y la manera como Jesús enseño, los métodos y especialmente la forma como los usó causo una revolución en el pensamiento occidental. Sus enseñanzas no pierden vigencia dos mil años después, su autoridad como maestro sigue causando asombro. Sus enseñanzas siempre fueron respaldadas con una manera de vivir intachable viviendo lo que predicaba, por lo tanto, no enseñó que lo más importante fuera la adquisición de conocimiento si no la praxis del mismo. Jesús es el emblema del movimiento religioso que cambio la historia de la humanidad, un movimiento que, literalmente, partió la historia.

¿Cuál es el modelo pedagógico de Jesús?

Transformación integral.

Una educación integral será aquella que contemple, en su debida importancia, la totalidad de las funciones humanas: sensibilidad, efectividad, raciocinio, voluntad, es decir, espíritu-alma-cuerpo.

Cuando pensamos en la “educación integral” queremos significar que aceptamos que el hombre es un complejo consubstancial de materia y espíritu, una combinación esencial de cuerpo orgánico y de alma material e imperecedera y que, por lo tanto, todo tratamiento educativo debe mirar hacia la integridad de la persona humana y no solo alguno de sus componentes. Jesús sabía esto y por lo tanto fue de esta manera que enseñó a sus discípulos. Manera integral, su pedagogía abarcó tanto su intelecto; “Enseñándoles todas las cosas”, como su espíritu o su relación con Dios; “Orad sin cesar”, de la misma manera de su cuerpo; “Sanando sus enfermedades”

La Biblia reconoce la integralidad del hombre según lo dice Escritura en 1 Tes. 5:23, “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”(Reina-Valera 2009). Este es uno de los pasajes claves de la Biblia donde se nos revela que los humanos estamos compuestos de tres elementos básicos: espíritu, alma y cuerpo, que en su conjunto conforman nuestro ser.

Educando el espíritu.

Juan 4:23‐24. El espíritu es la parte humana que entra en contacto con Dios, quien es Espíritu. El espíritu que hay en nosotros es la parte de nuestro ser que anhela trascender y comunicarse con Dios. Este deseo y necesidad de Dios es producido por ese espíritu que fue creado por Dios para alabar a Dios. La pedagogía de Jesucristo educa nuestro espíritu para que podamos buscar a Dios, acercarnos a Él, adorarle y servirle. Instruimos o educamos a nuestra sociedad, espiritualmente, cuando le hacemos conciencia de la existencia de un orden superior, un Dios que todo lo puede, sabe y tiene. Instruimos a nuestra sociedad de una manera completa cuando entendemos que los seres humanos necesitamos tener contacto con el Creador de todo. Si la conciencia es un “Órgano” según Ratzinger, “Algo que se nos ha dado, pero como todo órgano que es necesita crecer, formarse y ejercitarse” la pedagogía de Jesús nos lleva a ese ejercicio espiritual del conocimiento de las verdades que nos ayudarán a entablar una mejor relación con Dios, y por lo tanto, con nuestro entorno.

Educando el alma.

El alma está formada, entre otras cosas, por las emociones, la mente (los pensamientos y/o el intelecto), los sentimientos, la voluntad, la conciencia y los deseos. Esta parte de nuestro ser anhela conocer y entender a Dios, pero tiene también los demás deseos de la vida humana. Por eso, el salmista habla con su alma (es decir, consigo mismo) y le dice, “Bendice, alma mía al Señor, y no te olvides de ninguno de sus beneficios” (Salmo 103:2). O, “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo” (Salmo 42:2). En la parábola del hombre insensato, éste, después de acumular riquezas, dice, “Alma mía, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; reposa, come, bebe, disfruta” (Lucas 12:19). Como puede verse en estos ejemplos, el alma es el agente de los deseos y la voluntad. Esta es un área donde la pedagogía de Jesús trabaja puesto que aquí se encuentra el intelecto. El libro de Proverbios está diseñado para hacer crecer al hombre en sabiduría, es decir, el uso correcto de la información. Un intelectual es el que hacer uso correcto de las cosas porque ha sido instruido en ello, esto significa que, se le dieron las herramientas y se le enseño a usarlas. Pero al educar solo esta parte del hombre le damos las herramientas que da el conocimiento pero no le enseñamos como usarlas. En la pedagogía de Jesús el alma tiene importancia trascendental, a tal punto que el vino para salvar nuestra alma del destierro eterno. Ya que en el alma se encuentra nuestra personalidad Jesús no escatimo esfuerzos para educar en esta parte a sus discípulos y mando que ellos también lo hiciesen de esta manera “Enseñándoles a guardar todas las cosas”. La educación integral en la Biblia es de vital importancia porque el hombre está compuesto por varias partes no solo por algunas partes, es decir, solo imagine un hombre que le de servicio solo al motor de su vehiculo, sin cambiar llantas, darle mantenimiento al tren delantero o quizás sin cambiar frenos; ¡Seguro en el mejor de los casos se le arruinará el vehículo, o en el peor de los casos terminará muerto. Es por eso que Jesús les enseño a sus discípulos de esta manera, por lo tanto ellos reconociendo esto escribieron “Amado yo deseo que seas prosperado en todas las cosas así como prospera tu alma” el alma (intelecto) debe prosperar junto a las demás áreas “En Todo” y la única forma de hacerlo es a través de la instrucción integral, es decir el crecimiento de todo nuestro ser ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO..

Educando el cuerpo.

El cuerpo es el recipiente, el envase que contiene el espíritu y el alma. La Biblia se refiere así al cuerpo humano de esta manera: “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:19). Si somos el templo del Dios vivo debemos educar el mismo. Eso incluye que debemos tener buenos hábitos alimenticios, mantenernos activos físicamente y tratar nuestro cuerpo de una manera que glorifique a Dios. En la pedagogía de Jesús este elemento también fue considerado, sano a todos los enfermos que le llevaron o pidieron ser sanados, alimento en varias ocasiones a miles de sus seguidores con panes y peces, e incluso resucito cuerpos de quienes necesitaron intervención divina. No solo se ocupo del espíritu y el alma, también les enseño cuan necesario les era cuidar o ser buenos mayordomos de sus cuerpos.

Las tres partes que constituyen nuestro ser están íntimamente conectadas. Cada una depende y funciona en armonía con las otras. El balance de la vida humana se da cuando alimentamos y atendemos adecuadamente cada una de ellas. La tendencia nuestra es a atender una parte y descuidar las otras, lo cual mostrará un desbalance insano. Algunos atienden mucho al cuerpo, pero descuidan el alma y el espíritu. Otros quieren ser muy espirituales, pero descuidan el alma y el cuerpo. Una mayordomía bíblica del ser nos ayuda a poner atención a estas tres áreas y a llevar una vida saludable y productiva que honre a nuestro Hacedor.

¿Qué herramientas usó Jesús para educar integralmente?

Parábolas.

La palabra Parábola se deriva del griego “parabolé” que sugiere comparación.

Una parábola es un relato corto, con forma de historia sendilla, real o inventada pero no fantasiosa, mediante la cual Jesús establece una comparación “igual que sucede en tal caso, así sucede en tal otro” esta comparación pretende mostrarnos una enseñanza de tipo “espiritual”.

Las parábolas son relatos de la vida diaria. No son asuntos complejos ni rebuscados. Los elementos que las constituyen están tomados de las experiencias cotidianas de Jesús y sus oyentes; semillas, ovejas, deudores, prestamistas….. Por eso se dice que son relatos verosímiles, no fantasiosos. En muchos casos la trama y sus elementos están tomados de la vida y muchos oyentes habrán tenido la misma experiencia lo que hacer que les sea familiar. El interés de las parábolas no radica en el relato, pues se trata de un relato simbólico. Hay un conjunto de símbolos y un mundo simbolizado. El conjuto de símbolos de la parábola está puesto a servicio de la enseñanza que Jesús quiere transmitir a sus oyentes. Las parábolas no son un método original y exclusivo de Jesús puesto que era una técnica utilizada por otros rabinos, pero en las parábolas de Jesús hay detalles que causan sorpresa y plantean un reto.

La finalidad de las parábolas.

Jesús no contaba parábolas para divertir al auditorio niño para exponer su mensaje, explicitarlo, y muy especialmente, para interpelarles. La finalidad de las parábolas es llevar a la reflexión de una verdad eterna.

¿Qué enseña Jesús?

Verdades eternas, verdades que transforman la mente de quienes le escuchan, verdades que derriban paradigmas de manera poderosa y versátil. Enseña verdades que pueden ser aplicadas en las vidas de sus oyentes. No enseña como cualquier otro maestro, él enseña con autoridad, aunque usa métodos convencionales lo hace de manera magistral, como solo Jesús podría haberlo hecho.

¿A quienes enseña Jesús?

Es en maestro del pueblo, puede encontrar oidores tanto en el niño como en el anciano, enseña a las mujeres, a los esclavos, a los amos, a los pecadores, a los “santos faricesos”, enseña a todo el que desea escucharlo. Sus enseñanzas son aplicables en la vida de cualquier persona. Bajo cualquier contexto, en cualquier lugar geográfico, con cualquier contexto cultural, racial, lingüístico. Sus enseñanzas no tienen frontera, la única manera de no aprender algo de él es no querer hacerlo. Usa lenguaje sencillo, figuras de la vida diaria, contextos que son comprensibles para cualquiera.

¿Donde enseña Jesús?

Enseña en las calles, plazas, sinagogas, en el templo, en una barca a las orillas del mar, en la cima de una pequeña colina o monte, en las casa, etc. Es decir como todo un maestro no se restringe a las cuatro paredes o a una institución especializada para enseñar, lo hace en cualquier lugar demostrando así su vocación como maestro. Aunque han existido muchos maestros, ninguno fue capaz de cambiar el destino de la humanidad con sus enseñanzas.

Conclusión.

Los revolución causada por la pedagogía de Jesús trajo consigo el mundo que hoy conocemos, esto demuestra lo trascendental que es el trabajo del educador, el papel del educador ha sido, es y será transformar vidas, no mediante la adquisición de información sino mediante el modelaje de una vida. La meta de la educación debe ser transformar vidas, más que el simple hecho de adquirir información se debe enseñar integralmente buscando el crecimiento de todas las partes que conforman al hombre.

Bibliografía:

http://manafakaeducativa.blogspot.com/2008/05/qu-es-educacin-integral.html

http://es.calameo.com/read/000075767ac9effc71c6f

http://rinconespirita.wordpress.com/2011/03/01/educando-el-espiritu/

http://religionjosefinagrau.blogspot.com/2011/10/las-parabolas-un-recurso-didactico.html

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