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La Vida, El Tiempo Y La Muerte


Enviado por   •  17 de Octubre de 2012  •  2.521 Palabras (11 Páginas)  •  617 Visitas

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LA VIDA, EL TIEMPO Y LA MUERTE

INTRODUCCIÓN

Al principio del libro se habla de la enorme complejidad del mundo biológico; que es el producto de una evolución. Los evolucionistas renunciaron a aceptar la participación divina. En esta parte del libro el autor del libro nos comenta que la termodinámica, una ciencia que en el fondo es hija del maquinismo. Las máquinas comienzan a competir entre sí en rendimiento. La termodinámica nos permite tener las cuentas claras en los balances energéticos de los distintos procesos que ocurren sobre la tierra. Si los biólogos aspiraran a dar explicaciones físicas de la vida, deberían atenerse a los principios termodinámicos. El primer principio afirma que la energía del universo es constante. Esto significa que no se puede consumir ni producir energía. Cuando se realiza un proceso de energía se transforma de útil a inútil. Se hace notar que el autor ofrece su argumento de la vida y la relación con la termodinámica. Cabe mencionar que el dominio del tema es muy evidente y debido a esto explica de forma clara y concisa. Sólo en cuanto a las fórmulas físicas que planteo; falto la equivalencia o lo que significaba cada variable o literal. También se habla de la entropía, que el crecimiento de esto señalaba la dirección positiva del tiempo. Se hace notar la sutilidad y sistematización de temas, para hacernos entrar por completo a los temas desarrollando un vínculo entre tiempo, vida y muerte y enlazándola con la termodinámica y sobretodo la Biología.

Al igual que también se habla de los sistemas que son cualquier cosa que nosotros elijamos como objeto de estudio. Se considera un sistema aislado cuando no se le quita ni agrega nada y, además cuando el medio donde está no lo perturba. El equilibrio es el estado más probable de un sistema. Este tiene más formas que los desequilibrios.

Este libro trata de la vida (sin ser por eso un libro de biología), de la mente (sin ser un tratado de psicología), del tiempo (sin ser de relojería), de la estructura de la realidad (sin ser de filosofía), y de la muerte (sin ser una oración fúnebre).

Pero como nos proponemos presentar una imagen de la vida, del tiempo y de la muerte, hasta desembocar en nuestra propia visión de esos conceptos, nos veremos obligados a considerar dichos temas en los distintos capítulos. El hecho de que en una extensión tan reducida tengamos que introducir tópicos tan dispares como la entropía y el inconsciente, la relatividad y las causas de la vejez, la evolución y la reversibilidad en el tiempo, nos fuerza a ser autoritarios en la selección y esquemáticos en los desarrollos. Sin embargo, esperamos que el texto sea accesible al lector y que a la realidad no le dé por discrepar demasiado con lo que exponemos.

A todos nos han enseńado que un huevo fecundado se transforma en embrión, luego en feto, más tarde en nińo y después en adulto. También nos han explicado que gracias a la evolución los organismos se fueron haciendo progresivamente más complejos hasta que en uno de sus últimos pasos se originaron los seres humanos.

Pero nunca nos mostraron cuán abrupta y catastrófica es la transición de una a otra etapa de la vida, sean éstas las de un individuo o las de toda una especie. Jamás se hace hincapié en que, a pesar de que la evolución se extiende a través de millones de ańos, se trata en verdad de una vertiginosa progresión en la que cada organismo apenas dura lo necesario para probar cómo funciona, para compaginar sus genes con los de alguna pareja a fin de procrear nuevos modelos, y dar lugar así a un también efímero ensayo de sus hijos.

En nuestra opinión, la muerte es uno de los factores fundamentales de ese vértigo complejizador en el que la evolución ha llegado a producir el cerebro humano y el pensamiento, razón por la cual dedicaremos un capítulo a analizar algunos de sus aspectos.

Los organismos están organizados en niveles jerárquicos, desde el más bajo, constituido por las reacciones químicas, siguiendo por el enzimático, el genético, el celular, el endócrino, el cerebral y el mental. Cada uno se rige por un conjunto de leyes y exige un lenguaje descriptivo propio, que pierde sentido si se lo utiliza para describir los fenómenos de los otros niveles. No podríamos, por ejemplo, explicar la oxidación de las grasas con las leyes de la hemodinámica, ni el funcionamiento de la mente en base a procesos neuroendócrinos.

Cada nivel jerárquico fue nuevo alguna vez y surgió como el producto de la interacción entre los niveles que ya estaban y el medio ambiente, que incluye también a otros individuos y a otras especies. Los nuevos niveles tienen menor grado de restricción que los inferiores y tienen por lo tanto mayor ámbito para el error y la creatividad. En la etapa actual, el superior y más reciente parece ser el mental. El pensamiento está enhebrado por la noción del tiempo; por ello deberemos incluir una descripción de los modelos más en boga, aquellos con los que el psicoanálisis trata de entender la estructura y el modo de operar del aparato psíquico.

Su modo de funcionar en el adulto parece ser producto de un largo proceso de maduración y aprendizaje, en el que desempeńan un papel fundamental tanto la forma en que lo criaron sus padres como los valores, creencias y actitudes de la sociedad en la que vive. No sólo las diversas sociedades y civilizaciones difieren en sus nociones sobre vida, tiempo y muerte, sino que incluso la nuestra tiene hoy una visión que es producto de cómo fue evolucionando el conocimiento a lo largo de la historia. Creemos necesario entonces dedicar un capítulo a describir cómo madura el aparato psíquico, y otros a bosquejar cómo llegó a tener las nociones de vida, tiempo y muerte que posee el adulto de finales de siglo XX.

El nivel mental ha llevado al hombre a ordenar los datos que le proporcionan los sentidos en un modelo que llama realidad; manejándose con él, ha logrado la mayor eficiencia que jamás se ha dado en el reino animal.

El hombre es un bicho ansioso e inseguro, que busca su seguridad en el conocimiento apoyándose en ese modelo, y que da esa búsqueda de significado. A pesar de que sus modelos científicos jamás se han justificado para él la idea de que el tiempo transcurra, cree sentir un tiempo que fluye desde un pasado en el que ubica las causas hacia un futuro en los que ubica los efectos. Por eso dedicaremos algunos capítulos a los diferentes apoyos (sagrado, filosófico, psicológico, práctico, cosmológico) en que se basa esa curiosa sensación de un tiempo que transcurre.

Finalmente,

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