Manuel Castells, La Era De La Información: Economía, Sociedad Y Cultura.

Introducción

Las últimas décadas del siglo XX dieron forma a un nuevo mundo, los grandes acontecimientos dejaron huella en diversos ámbitos de la vida social. Para Manuel Castells, en su obra La era de la información, las bases de la sociedad se han modificado a un ritmo acelerado, como consecuencia de la revolución tecnológica, es un “periodo histórico” complejo que implica la transformación de la sociedad de una manera rápida, sorprendente y global. Se ha modificado la identidad cultural, religiosa, económica y social a nivel mundial.

Para comenzar...

Durante la Guerra Fría el mundo se movía en torno a dos grandes potencias económicas, Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que derivó en la búsqueda de conocimientos y el desarrollo de proyectos tecnológicos de gran escala como el impulso a la carrera espacial y la colocación de satélites artificiales que revolucionaron la tecnología de las telecomunicaciones incidiendo de manera fundamental en la reestructuración de la geopolítica global.

Por un lado, la economía del mundo se torna en una visión holística, donde la interdependencia es una característica esencial, la sociedad busca el crecimiento económico, pero por otro lado también se orienta a la acumulación de conocimiento y procesamiento de la información. Para Castells, algunas de las transformaciones más significativas que dieron paso al surgimiento del nuevo paradigma son: la caída del estatismo soviético por el fracaso de su perestroika, lo que trajo como consecuencia su incorporación gradual al mercado global; así como la reestructuración del capitalismo, caracterizado por una mayor flexibilidad en la gestión; la descentralización e interconexión de las empresas; el aumento del poder del capital frente al trabajo; el declive de los sindicatos; la incorporación de las mujeres al trabajo retribuido, por lo general en condiciones discriminatorias; la intervención del estado para desregular los mercados de forma selectiva y desmantelar el estado de bienestar; la intensificación de la competencia y la diversificación de los escenarios para la acumulación y gestión del capital.

La interrelación de estos procesos y las reacciones que se desencadenaron a partir de ellas crearon una nueva estructura social dominante, la sociedad red y una nueva economía, definida por este autor como economía informacional, la cual transforma las relaciones de producción, en los aspectos de productividad y competitividad, nuevos tipos de trabajadores, la apropiación capitalista y las relaciones de clase; otro ángulo de análisis son las relaciones de poder y las relaciones de experiencia.

“La comunicación simbólica entre los humanos, y la relación entre éstos y la naturaleza, basándose en la producción -con su complemento, el consumo-, la experiencia y el poder, cristalizan durante la historia en territorios específicos, con lo que genera culturas e identidades colectivas”.

Esta nueva sociedad planteada por Manuel Castells opera modificaciones sustanciales en el espacio, el tiempo y la cultura y que él denomina respectivamente, espacio de flujos, tiempo atemporal y cultura de la realidad virtual. Propone además que la estructura de la sociedad está marcada por la oposición que existe entre la red y el yo. “De ahí la búsqueda de una nueva capacidad de conectar en torno a una identidad compartida, reconstruida”.

Después de realizar una atinada lectura del mundo, el autor hace presente que parece inevitable que el ser humano sea parte de las redes globales, puesto que su lógica llega y transforma todos los ámbitos de la vida

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