Origen Del Hombre Y Evolución Humana

ORIGEN DEL HOMBRE

Desde la evolución de las primeras razas de seres humanos (homo erectus), el hombre descubre que para la supervivencia debe luchar contra las otras especies de su entorno. En este afán de subsistir se lanza a la caza de otras especies inferiores a este de las cuales se pueda alimentar y de hay obtener las proteínas y nutrientes necesarios para la vida. En esta lucha constante para procurar el alimento y quizás por la acción de las proteínas animales que brindaron la posibilidad del desarrollo de la inteligencia, descubre que podría haber formas más rápidas de pescar un pez, por ejemplo; utilizando una vara puntiaguda. Hay una mejor forma de obtener la carne y la piel de los animales; una piedra afilada. Descubre que tiene una habilidad que mejora su capacidad de alimentarse y sobrevivir, las herramientas.

Aunado a esto, el “cavernario” sabe que el fuego existe de forma natural, pero en algún momento de la evolución humana descubrió que al frotar dos pedernales entre si cerca de algo de yesca podría provocar el fuego, algo que solo podía ver por generación espontanea en la naturaleza (rayos, incendios forestales). Esto le dio el poder de dominar el fuego, una materia que le es muy útil para mejorar el alimento, matando las bacterias y mejorando su salud, además, mantenía a las bestias salvajes fuera de su territorio mejorando el nivel de subsistencia.

Estos han sido los pasos fundamentales que marcaron la evolución humana hasta donde la conocemos ya que el dominio de los elementos y la utilización de herramientas le demostraron al hombre que la base del progreso es utilizar la inteligencia para el beneficio de la especie. La nueva teoría evolucionista expresa que ha llegado la hora de utilizar la inteligencia para mantener el equilibrio en nuestro entorno, ya que la teoría consumista nos ha demostrado la degradación al mundo que puede hacer el hombre cuando utiliza los medios de producción sin pensar en el medio ambiente.

EVOLUCION DE LA SOCIEDAD HUMANA

Las primeras formas de asociación que los humanos utilizaron fueron las agrupaciones nómadas que viajaban obteniendo los recursos de donde estaban; esto debido a la necesidad de interrelacionarse entre si como forma de socialización y para obtener beneficios que solo pueden ser obtenidos cuando las actividades se hacen en conjunto. Era mucho más fácil cazar un animal muy grande, como un mamut, entre varias personas que uno solo, esto trajo como consecuencia la formación de grandes grupos de personas que realizaban una misma actividad para el beneficio de todos.

Estas sociedades barbáricas dieron paso a una nueva forma de organización humana, las sedentarias; los humanos se dieron cuenta que es posible establecerse en un lugar sin necesidad de agotar sus recursos y así ahorrar la energía utilizada en los

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