A Orillas Del río Piedra Me Senté Y Lloré

Voy a hacer el comentario sobre el libro: A orillas del río Piedra me senté y lloré, por qué no vale la pena un ensayo. Si bien es cierto que deja algunas enseñanzas, estas son muy pocas y de poca sustancia.

Estas raquíticas enseñanzas se pueden aprender mejor en libros mucho más recomendables y de donde seguramente el autor plagió la mayoría de las ideas y estructuras, tales como: “El Santo Grial” “La última Tentación de Cristo” “Diario de Ana Frank” “Querido Diego, te Abraza Quiela” sin olvidar “El Cuerpo”.

En cuanto al contenido este libro es una combinación de novela del corazón con cualquiera de las tragicomedias emitidas por televisoras latinoamericanas, es equiparable con lo que escribe Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Lo anterior sin denostar ningún tipo de literatura, ni a los autores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez y Paulo Coelho, quienes con su literatura han atraído a millones de personas hacia la lectura, sin embargo este libro en particular me dejó, en lo personal, ganas de quemar el papel donde está impreso.

Es un libro bastante bueno para entretenerse un rato pero no se recomienda para que se tome como libro de estudio, ni siquiera para un simple ensayo. Cabe mencionar que el buen lector podría hacer un resumen y sacar sustancia para realizar un trabajo sobre este libro, sin embargo la única ganancia intelectual que se ganaría sería la de no volver a perder el tiempo con ninguna obra de este tipo.

Es una burla al intelecto del alumnado que en algunas escuelas se manden a hacer trabajos sobre este tipo de libros que son buen ejercicio para que un niño de primaria haga un resumen, por lo insultantemente repetitivos que son.

Y lo peor del caso es que este libro confunde la mente del lector llevándolo a una hipnótica resignación de leer la novela como es: una novela del corazón de ocasión (que por cierto, vas a las librerías y te lo dan a precio de investigación científica).

Sostengo que este libro confunde, en razón de la personalidad tan inverosímilmente ambigua de los personajes, mismos que, en sus pensamientos y palabras dicen vivir con ciertos principios y modos, pero al transcurrir los acontecimientos actúan de manera diferente, llegando a ser sus actuaciones bestiales e instintivamente aborrecibles, porque, si bien, las historias de sadismo, pornografía y crímenes pueden llegar a ser arte para algunos lectores, reitero que este libro no deja de ser una burla por su hipocresía e incongruencia tanto en la estructura, la narrativa, el contenido y el fondo. Y es una burla no solo para el lector común, es una burla tanto para el decente como para el indecente, y parece ser que el público a quien va dirigido, es el mismo a quien van dirigidas las telenovelas y este público es el único que defendería el libro como si fuera la Bandera Nacional o la Sagrada Biblia; seguramente los amigos de Paulo también defienden el libro en público,

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