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Enviado por   •  22 de Febrero de 2013  •  5.602 Palabras (23 Páginas)  •  433 Visitas

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EL ERROR EN EL PROCESO

DE APRENDIZAJE

Ana Isabel Blanco Picado

Instituto Cervantes en Varsovia

El proceso de aprendizaje de una lengua extranjera, en sus diferentes etapas, está plagado de obstáculos para el estudiante. La función del profesor es ayudarle a superarlos y a evitar, especialmente, que cometan los mismos errores por interferencia de la lengua materna.

Todo enseñante de una segunda lengua sabe que el proceso de aprendizaje en el que se apoya la adquisición de una lengua extranjera es una sucesión de estadios por los que el alumno tendrá que ir pasando para conocer, interiorizar y utilizar las normas que conforman ese todo complejo que configura una lengua como instrumento de comunicación. En ese proceso va adquiriendo una serie de herramientas gramaticales, léxicas, funcionales y culturales, y va desarrollando sus estrategias de aprendizaje y comunicación, lo que le permite aumentar su competencia lingüística y comunicativa.

Son muchos los obstáculos que el estudiante tendrá que salvar, pero es precisamente esa dificultad y la satisfacción de superarla lo que le motiva para continuar. Y nuestra labor como profesores es ayudarles en ese camino. Por eso nos preguntamos si el método y los materiales que utilizamos en clase, así como nuestra forma de trabajo y nuestra actitud como enseñantes son los más adecuados para potenciar ese proceso de adquisición. Y entre esas inquietudes está el tema del tratamiento de los errores. Todos nos hacemos preguntas como: ¿Por qué los alumnos repiten una y otra vez los mismos errores?, ¿será que no han entendido bien lo que les he explicado?¿Qué puedo hacer para terminar con esos errores?, ¿corregir desmotiva?

Y todas esas preguntas y comentarios del tipo "les he repetido mil veces que se dice voy a España y no en España, pero nada"; "yo creo que cuando les corrijo no me escuchan"; "a algunos no les puedo corregir porque automáticamente dejan de hablar", que hemos escuchado tantas veces entre nuestros colegas o que nosotros mismos hemos hecho alguna vez, van a ser nuestro punto de partida, porque el profesor es el primero que tiene que analizar su comportamiento en el aula para ser consciente de todo lo que no funciona o podría mejorar. En esa reflexión pueden aparecer preguntas como las de la ficha 1.

FICHA 1

Antes de contestar a estas preguntas, piensa en tu experiencia personal con tus propios alumnos.

1 ¿Qué es para ti un error?

2 ¿Por qué crees que se producen los errores?

3 ¿Son todos los errores iguales?, ¿cuáles son, en tu opinión, los más graves?

4 ¿Cuál es la actitud de tus estudiantes ante el error?

5 ¿Y la tuya? Piensa un momento en las siguientes cuestiones:

5.1. ¿Por qué y para qué corriges?

para evitar mi irritación e impaciencia.

para que mis alumnos no hagan el ridículo.

para recordar a los alumnos las reglas gramaticales aprendidas.

para hacerles conscientes de cuáles son sus problemas.

para que el error no se convierta en un hábito.

con otros objetivos.

5.2. ¿Qué corriges normalmente?

errores gramaticales y léxicos.

todos los errores que detecto.

sólo errores propios del nivel del alumno.

sólo las estructuras con las que estamos trabajando en ese momento.

otras cosas.

5.3. ¿Cómo corriges?

corrijo individualmente.

corrijo los errores que más se repiten en clase.

pido a los más adelantados de la clase que corrijan antes de hacerlo yo.

la corrección siempre la hago yo.

tengo estrategias para ayudar a la autocorrección del alumno.

de otras formas.

5.4. ¿Cuándo corriges?

inmediatamente después de que se haya cometido un error.

al final de la actividad.

sólo cuando hacemos ejercicios de gramática o expresiones escritas.

depende del día.

en otros momentos.

5.5. ¿Qué tono utilizas al corregir?

recriminatorio.

amable.

aburrido.

humorístico

neutro.

¿Qué es un error?

Para esta pregunta ha habido distintas respuestas a lo largo de la historia, porque a medida que se ha ido analizando con mayor profundidad el proceso de aprendizaje –del que indiscutiblemente el error forma parte– las actitudes ante el error han cambiado. El error siempre es una transgresión, desviación o uso incorrecto de una norma, que en el caso que nos ocupa puede ser lingüística, pero también cultural, pragmática, y de una gran variedad de tipos más. Pero la actitud del enseñante ante los errores depende de cómo conciba la adquisición de una lengua. Se puede decir que existe una relación directa entre errores y adquisición. Si sabemos cómo se aprende una lengua, podremos saber por qué se producen los errores y establecer así los medios para evitarlos.

El error

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