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Tipos De Cambio Según La Física De Aristóteles


Enviado por   •  30 de Mayo de 2013  •  6.224 Palabras (25 Páginas)  •  361 Visitas

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Los tipos de cambio según la Física

Alejandro F. Lamadrid

Índice

Introducción

I. Metafísica o la complejidad del movimiento como categoría del llegar a ser.

II. De anima o el movimiento como facultad del alma

II. Física o el movimiento cómo sensible común

1. Definición de cambio

2. Los tres factores del cambio

3. Las especies del cambio

IV. Los tipos de cambio según las categorías

Conclusión

Bibliografía

Introducción

El tema del cambio o movimiento, es central para Aristóteles ya se trate de las ciencias que tratan de los cuerpos cómo de las que tratan sobre las almas. Excepto el primer motor inmóvil eterno, todos los objetos del conocimiento están determinados, no exclusivamente por supuesto, por el movimiento.

El uso más general y taxativo en que Aristóteles usa los términos es el siguiente: el género es el cambio () y las especies son el movimiento () y la generación () en sentido estricto referida al cambio en la sustancia. El uso no es estricto, existen desplazamientos conceptuales, por lo que a veces movimiento o generación se refieren al cambio en general, cómo el mismo Aristóteles precisa, p.e. en Física IV.10: “de momento no hay ninguna diferencia para nosotros entre decir ‘movimiento’ y decir ‘cambio’” . Determinar las subespecies de la  plantea problemas. El cambio, en su sentido más general, es llamado “llegar a ser”, que sea tal vez el concepto más preciso utilizado por Aristóteles para referirse al fenómeno.

El cambio es el concepto central de De generación y corrupción, de De Anima y de la Física, pero nos detendremos especialmente en el tratamiento que hace en esta última obra, donde el tipo de cambio tratado con especial atención es la kinesis. También el cambio aparece, más brevemente, en Categorías y en Metafísica.

En Categorías, cuando parece que Aristóteles todavía no había establecido la distinción entre acto y potencia, sobre el tema del movimiento (kinesis) define “seis especies: generación, destrucción [ambas luego son un sólo tipo, la génesis ], aumento, disminución [luego serán cambio cuantitativo], alteración y cambio local”, 15a.13-14. “El movimiento es, en general, lo contrario del reposo, pero en particular, de la generación la destrucción, del aumento la disminución, al cambio local parece oponérsele en grado máximo el reposo local y, acaso, el cambio hacia el lugar contrario... Pero no es fácil señalar que es lo contrario del restante de los movimientos mencionados [alteración]; pareciera no haber nada contrario de él a no ser que también en su caso uno opusiese el reposo según la cualidad”, 15b.1-16. Cómo se verá, planteamos que el movimiento según la categoría de cualidad, la alteración, puede ser una categoría residual que englobe varios subtipos de movimientos referidos a otras categorías.

I. Metafísica o la complejidad del movimiento como categoría del llegar a ser.

En Metafísica el cambio aparece en varios lugares. En V.24, se dice que “ser o proceder ‘de algo’, ‘a partir de algo’, se refiere... 2) En otro sentido, cómo del principio primero que inició el movimiento... 6) en otro sentido de aquello tras lo cual sucede en el tiempo... y de alguna de estas cosas se dice tal porque tiene lugar un cambio de la una en la otra... mientras que de otra se dice porque se da simplemente una sucesión temporal entre ellas”. En VII.7-9 trata de la generación tanto de la natural, la que proviene del arte (poieseis) o la generación espontánea, principalmente desde la perspectiva de la materia y la forma. En IX.6 se establece una importante diferencia entre actos (práxeis) y movimientos (kinéseis): un acto es algo cuyo fin se cumple en el propio acto mientras que un movimiento es algo en que aún no se da aquello para lo cual es el movimiento. En ese sentido, el movimiento es imperfecto, sólo actualización, a diferencia del acto donde coinciden fin y actualización (ej. adelgazar es un acto pero el sujeto, mientras está adelgazando, está en movimiento). En IX.8 se dice que el movimiento no está en potencia ni siquiera si hubiera uno eterno (como tampoco las cosas incorruptibles) y dice que “también las cosas sometidas a cambio –como la tierra y el fuego- imitan a las cosas incorruptibles. Ellas también, en efecto, se hallan eternamente en actividad, pues tienen el movimiento por sí mismas y en sí mismas”.

En XI.9 se introduce la definición de movimiento: “no existe movimiento alguna fuera de las cosas ya que el cambio tiene lugar siempre según las categorías de lo que es y nada hay común a todas ellas, nada que no se dé en una categoría... Así pues, hay tantas especies de movimiento y de cambio cuantas especies hay de los que es. Y puesto que lo que está en potencia y lo que está plenamente realizado se dividen conforme a cada uno de los géneros, afirmo que el movimiento es la actualización de lo que está en potencia, en tanto que tal... Cuando lo edificable –en tanto que decimos que es tal- está actualizándose, se está edificando y esto es la edificación. Y de modo semejante el proceso de aprender, curar, pasear, saltar, envejecer, madurar. Y el movimiento ocurre cuando se da la realización misma, ni antes ni después... Movimiento es la realización de lo potencial en tanto que potencial... La actualización de lo edificable, en tanto que edificable, es la edificación. Y es que la actualización es o bien la edificación de la casa o bien la casa. Pero cuando ya está la casa ya no se trata de algo edificable sino que se edifica lo edificable. Necesariamente, pues, la actualización es edificación y la edificación es cierto movimiento. Y la misma explicación vale para los otros movimientos... La causa de que el movimiento aparezca como algo indeterminado es que no resulta posible reducirlo ni a la potencia ni al acto de las cosas que son... acto y no acto, tal como ha quedado explicado”.

En XI.10 Aristóteles dice que “no es lo mismo lo infinito en cuanto a la magnitud, en cuanto al movimiento y en cuanto al tiempo, como si se tratara de una única naturaleza, sino que lo que es posterior se caracteriza en función de lo que es anterior: así el movimiento se caracteriza por la magnitud del recorrido, del cambio o del aumento y, a su vez, el tiempo por el movimiento”. Metafísica XI.11 es un extracto de Física V.1 que trataremos abajo. En XII.2 Aristóteles explica que “puesto que hay dos maneras en que algo es, todo cambia de ser en potencia a ser en acto (p.e. de blanco en potencia a blanco en acto e igualmente en el caso del crecimiento y la disminución); conque no solamente es posible que algo se genere accidentalmente a partir de lo que no es sino que, además, todas las cosas se generan a partir de algo que es, de algo que es, ciertamente, en potencia pero que no es en acto”.

II. De anima o el movimiento cómo facultad del alma

El movimiento, cómo especie, pertenece al género de las facultades de los seres vivos: nutrición, sensación (vista, audición, olfato, gusto, tacto), apetito, intelecto y movimiento, De Anima II.2. “La definición más apropiada acerca de cada una de estas cosas [facultades]” nos acercará a la definición sobre el alma, ibídem, II.3. En el libro III cap.3, se precisa que “definen el alma especialmente a través de dos distinciones, por el movimiento locativo y por el inteligir, el comprender y el percibir sensorialmente”.

Pero por otra parte, el movimiento es uno de los que Aristóteles llama los sensibles comunes: “Tampoco es posible que haya un órgano sensorio propio de los [sensibles] comunes –como movimiento, reposo, figura, magnitud, número- de los que tenemos sensación por accidente con cada sentido”, ibid. III.1. Si bien, entonces cómo casi todos los conceptos claves de Aristóteles, movimiento se dice de muchas maneras, estos dos puntos de vista parecen distinguir la perspectiva de dos obras: el primero De Anima y el segundo, como veremos, la Física.

“El alma es causa y principio del cuerpo viviente... de acuerdo con tres modos determinados, pues el alma es causa (i) como aquello desde donde se produce este movimiento, (ii) como aquello en vista de lo cual y (iii) como la sustancia de las cosas animadas... También aquello primero desde donde se produce el movimiento locativo es alma... Tanto alteración como crecimiento se dan gracias al alma, pues la sensación parece ser un cierto tipo de alteración”, ibídem II.4.

Respecto de las almas, especialmente del alma humana, en De Anima dice: “Es claro que todos definen el alma por tres rasgos, por así decir: por el movimiento, por la percepción sensorial y por lo incorpóreo”, DA 405b11-12. Y el alma, como objeto de conocimiento, no escapa a la física, si bien desde un punto de vista diferente de la metafísica o de la ética: “el estudio del alma –ya sea de toda [alma] o de una de tal tipo- corresponde ya al físico quién definirá cada una de ellas –por ejemplo, ‘qué es el enojo’- de un modo diferente que el dialéctico, pues éste lo definirá cómo ‘un deseo de devolver dolor por dolor’ o algo por el estilo. Aquél, en cambio, como ‘la ebullición de la sangre o de lo caliente en torno del corazón’. Y en tanto uno de ellos da cuenta de la materia, el otro da cuenta de la forma, es decir de su definición”.

Parecería entonces, como señala Sinnott en la Introducción a De Anima, que “movimiento no puede significar solamente cambio de lugar sino también cualquier tipo de proceso anímico (como crecimiento y decrecimiento y, en general, cualquier tipo de proceso perceptivo)”, p.xc. Parece también que la aisthesis implica, para Aristóteles, un cambio fisiológico, aunque no se reduzca a éste (cfr. debate Sorajbi-Burnyeat según Sinnott). No obstante, no parece correcta la primera proposición porque respecto al movimiento, la afirmación de Aristóteles más fuerte es que el alma es lo que pone en movimiento, es principio de movimiento, principio de vida, -según el deseo, en pugna generalmente con el intelecto, mientras que pone en duda que haya movimiento propio del alma:”que el alma no puede estar en movimiento es manifiesto a partir de estos argumentos; y si en general no es movida, es evidente que tampoco se mueve por sí misma”, De Anima I.4. En realidad, corrigiendo a Sinnott, podríamos decir que los procesos anímicos implican movimiento pero no del alma sino del cuerpo (por ej. el enojo produce una ebullición de la sangre, ver supra). La segunda afirmación sí es correcta porque el cambio fisiológico es un cambio del cuerpo, no del alma. Esta parece ser la opinión de Aristóteles cuando dice que “puesto que (i) cuando una cosa ha sido puesta en movimiento hay otra cosa que ha sido movida por ello, y (ii) como la imaginación parece ser un cierto movimiento que no puede producirse sin sensación sino que se da en cosas dotadas de sensación y entre las cuales hay sensación, y (iii) puesto que el movimiento es producido por una sensación en acto y es necesario que éste [movimiento] sea semejante a la sensación, este movimiento no podrá existir sin sensación ni en cosas que carecen de sensación”, ibid. III.3. El hilemorfismo aristotélico en el cuerpo y alma es siempre un compuesto en donde hay dos caras, materia y forma, y dos maneras de decir, en acto y en potencia; y en la cita anterior, hay cuerpo (“cosa”) y alma (imaginación, sensación en acto) y cuando dice que la imaginación parece ser un cierto movimiento, se está refiriendo al paso desde la imaginación en potencia, es decir referida al cuerpo, a la imaginación en acto, facultad del alma, puesto que el movimiento “es la actualidad de lo potencial en tanto que potencial”.

Entonces, parece que para Aristóteles el cambio es un fenómeno que se predica exclusivamente de los cuerpos y no del alma, aunque las facultades y operaciones del alma sean las que expliquen (principio) los cambios de los cuerpos.

III. Física o el movimiento cómo sensible común

La física de Aristóteles no trata del ser sino, centralmente, del llegar a ser, esto es del cambio (metabolé) especialmente de los tipos de cambio llamados movimientos (kinesis) porque del tipo de cambio de la sustancia trata en De la generación y destrucción.

1. Definición de cambio

Como se dijo, la perspectiva sobre el cambio en la Física no es en tanto facultad del alma sino en tanto característica de los cuerpos. “No hay movimiento fuera de las cosas”, y los cambios se refieren a las categorías del ser, “pues lo que cambia siempre cambia o sustancialmente o cuantitativamente o cualitativamente o localmente... o alguna de las otras categorías... Por consiguiente las especies del movimiento y del cambio son tantas como las del ser”, señala en III.1 de forma casi literal a como lo hizo en Metafísica XI.9.

1) Partiendo en I.1 de las dificultades de los que primero filosofaron para definir el “llegar a ser”, Aristóteles intenta definirlo diciendo que “’llegar a ser de lo que es o de lo que no es’ o ‘lo que no es o lo que es ejerce o experimenta alguna acción o llega a ser algo particular’, en nada se diferencia del médico que ejerce o experimenta alguna acción o de algo que llega a ser por obra del médico... Estas expresiones tienen un doble sentido... [acá se trata de] decir ‘algo llega a ser de lo que no es´ significa ´de lo que no es en tanto que no es´”. Acá Aristóteles está tratando de precisar la perspectiva que diferencia el movimiento (explicar el llegar a ser por el proceso de estar siendo otra cosa) de la acción (en la que, en sí misma, se cumple la finalidad, ver más abajo). En este intento de definición, Aristóteles señala los principios del cambio: los contrarios que definen los términos a quo y ad quem del movimiento, el músico y el a-músico, el frío y el calor, la materia, el sustrato que se modifica, y la forma-privación, el par contrario sustancial, que no cambia. “Esta es una manera de definir la dificultad. Pero hay otra, ya que podemos hablar de una misma cosa con respecto a su potencialidad y con respecto a su actualidad; esto se ha determinado con más precisión en otro lugar”.

2) Ese otro lugar puede ser la Metafísica, como vimos, pero también más adelante en el libro III de la Física. “Y puesto que distinguimos en cada género lo actual y lo potencial, el movimiento es la actualidad de lo potencial en cuanto tal; por ejemplo, la actualidad de lo alterable en tanto que alterable es la alteración, la de lo susceptible de aumento y la de su contrario, lo susceptible de disminución –no hay nombre común para ambos- es el aumento y la disminución; la de lo generable y lo destructible es la generación y la destrucción; la de lo desplazable es el desplazamiento... El movimiento es, pues, la actualidad de lo potencial, cuando el estar actualizándose opera no en cuanto a lo que es en sí mismo sino en tanto que es movible... El movimiento es la actualidad de lo potencial en tanto que potencial”, Física III.1. El movimiento, dirá más adelante en forma tautológica, “es la actualidad de lo movible en tanto movible”, III.2. En Metafísica XII.2, como vimos, explica el cambio a partir del paso de contrarios según la potencia y el acto (ver supra).

Pero el movimiento no sólo está en las cosas, en un ‘esto’ corporal sino también en un ‘esto’ espacial, en la disposición, la situación o la relación entre las cosas: “sólo hay cambio y movimiento en la cosa que está cambiando o allí donde se dé el caso que algo se mueva o cambie”, Fisica IV.10.

Se ha criticado la definición de Aristóteles como oscura pero las aclaraciones que formula son precisas. La dificultad para definir el movimiento había sido un tema de los filósofos anteriores que, en vez de ponerlo en el género de la potencia y el acto, lo ponían en “la alteridad, desigualdad, no ser. Pero ninguna de estas cosas está necesariamente en movimiento... La razón de que pongan el movimiento en estos géneros está en que el movimiento parece ser algo indefinido y los principios de la otra serie de opuestos correlativos son indefinidos por ser privativos, pues ninguno de ellos es un ‘esto’ particular, ni una casualidad, ni alguna de las otras categorías. Una de las razones por las que se piensa que el movimiento es indefinido está en el hecho de que no se puede entender en sentido absoluto como una potencialidad o como una actualidad de las cosas, porque ni la cantidad en potencia ni la cantidad en acto se mueven necesariamente. Y se piensa que el movimiento es un cierto acto aunque incompleto; la razón está en hecho de que lo potencial, cuya actualidad es precisamente el movimiento, es incompleto. De ahí que sea difícil captar qué es el movimiento, porque hay que ponerlo o en la privación o en la potencialidad o en la pura actualidad, pero ninguna de estas soluciones parece admisible. Nos queda entonces el modo que hemos indicado, a saber, que el movimiento es una cierta actualidad, una actualidad tal como hemos dicho, difícil de captar, pero admisible”, III.2.

La dificultad, desde mi punto de vista, puede definirse como la cuestión de definir algo que es no es un ser, base metafísica heredada de la filosofía anterior, sino un llegar a ser. El llegar a ser es un instante que no llega a ser ninguna de los conceptos básicos de la ontología aristotélica: ni un ser, como se dijo, ni ninguna de las parejas de contrarios, ni potencia ni acto: es el pasaje de un contrario a otro, es la actualización de la potencia o la potencialidad del acto en tanto acto. Más que una metafísica de la presencia tal vez sería mejor definir la metafísica de Aristóteles como la del reposo, el contrario del movimiento, y la no-contradicción, por lo cual tiene que definir necesariamente de esa forma el movimiento: en este sentido dice en Metafísica XI.6, refutando a quienes niegan el principio de no contradicción, que “lo que se mueve tiene que estar en aquello a partir de lo cual se mueve y no estar en eso mismo y moverse hacia esto y llegar a encontrarse en esto sin que las proposiciones contradictorias tengan que ser verdaderas a la vez, como ellos [los seguidores de Protágoras] creen”. Estar y no estar, sin que esto sea contradictorio, es actualización de la potencia en tanto tal, la definición de movimiento.

2. Los tres factores del cambio

“En el fenómeno del movimiento hay tres factores: primero el motor, segundo aquello con lo cual el motor mueve y tercero lo que es movido. El motor es doble: uno inmóvil y otro que mueve y es movido; el motor inmóvil es el bien práctico, el que mueve y es movido la facultad desiderativa –en efecto, lo que es movido es movido en cuanto desea y el deseo es un cierto tipo de movimiento, el que es en acto- y lo movido es el animal. El instrumento con el cual el deseo mueve, en cambio, ya es corpóreo, por lo cual hay que considerarlo entre las funciones que son comunes a cuerpo y alma. Ahora, y para decirlo a modo de resumen, digamos que el motor [que mueve] instrumentalmente se da allí donde principio y fin son lo mismo tal como ocurre con una articulación”, De Anima III.10. Nuevamente, está tratando de diferenciar cambio o movimiento de acto.

En la Física III.2.3 los tres elementos significativos estudiados se reducen a dos, eliminando el tema del motor inmóvil. “Todo moviente es también movido, esto es, todo moviente que sea potencialmente movible y cuya ausencia de movimiento sea reposo”. En Física el tema del motor inmóvil se trata en el último libro, el libro VIII.

3. Las especies de cambio

Los tipos de cambio (metabolé) que identifica Aristóteles devienen lógicamente de su definición, una especie de actualidad imperfecta de las categorías, o mejor dicho, de la transición entre diferentes modos de ser de cada una de las categorías, del llegar a ser de la potencialidad a la actualidad.

1) Siendo el movimiento algo propio de los cuerpos, éste puede ser, en primer lugar, cambio natural o cambio artificial, es decir, algún tipo de “generación en general” de un sujeto natural o producción de algo por el hombre. Las cosas que son por naturaleza tienen en sí misma “un principio de movimiento y reposo... por el contrario, una cama, una prenda de vestir o cualquier otra cosa de género semejante, en cuanto que las significamos en cada caso por su nombre y en tanto que son productos del arte, no tienen en sí mismas ninguna tendencia natural al cambio; pero en cuanto que, accidentalmente, están hechas de piedra o de tierra o de una mezcla de ellas, y sólo bajo este respecto la tienen”, Física II.1.

2) La segunda gran clasificación tiene que ver con las categorías. La relación entre la Física y las categorías es tan fuerte como la que existe entre estas últimas y De Anima. Al respecto, Aristóteles en De Anima “desde el comienzo el modo que aborda el tema es por el lado de su teoría de las categorías” (DA Introducción p. xcvi). Sin embargo, mientras que en De Anima, siendo el alma una forma principalmente pero también ousía en cierto sentido, cae de suyo que “lo que hay que saber es cuál es la sustancia (ousía) del alma y todas sus determinaciones accidentales (hósa symbébeke, 402a8)”, la relación entre el cambio y las categorías no es tan evidente porque el cambio no es una ousía en ningún sentido.

IV. Los tipos de cambio según las categorías

Que el cambio se dice de todas las categorías del ser, sean estos naturales o artificiales, es algo que es negado por muchos autores. Barnes y During, tratando sobre la Física, reducen los tipos de movimiento a cuatro: generación y destrucción (asociado a la sustancia), alteración (cualidad), aumento y disminución (cantidad) y movimiento local o traslación (lugar). Asimismo, Guillermo de Echandía, traductor de la Metafísica para Gredos, en el capítulo 9 del libro XI, que contiene extractos casi literales de Física I.1-3, cuando Aristóteles, después de decir que “el cambio tiene lugar siempre según las categorías de lo que es, y nada hay común a ellas, nada que no se dé en una categoría”, Metafísica 1065b8-9, reafirma “así pues, hay tantas especies de movimiento y de cambio cuantas especies hay de lo que es”, idem b13-14, se ve forzado a aclarar en nota al pie que “esta afirmación no es rigurosamente exacta, si atendemos a la propia teoría de Aristóteles. Solamente hay cambio en cuatro categorías: en la entidad (en que tiene lugar el cambio sustancial o entitativo), y en la cantidad, cualidad y lugar... La afirmación ha de entenderse, por tanto, negativamente: no que en todas las categorías hay cambio, sino que no lo hay fuera de alguna de ellas”. Suponiendo que no se contradice Aristóteles, la solución del problema puede estar en 1) reconocer que hay más de cuatro tipos de cambios y que esos cambios adicionales están referidos a otras categorías, siendo que Aristóteles reduce generalmente a esos cuatro cambios por comodidad explicativa; 2) o, por el contrario, que cada tipo de categoría tiene un tipo de movimiento pero que hay varios tipos de movimientos referidos a categorías distintas que, como movimientos, son iguales, reduciéndose en total los movimientos a cuatro; 3) o que, como es usual, cambio y movimiento se digan en distintas partes del corpus de distinta manera y, bajo una manera sean de todas las categorías y bajo otra sólo cuatro tipos de cambio.

En primer lugar, es cierto que esos cuatro son los más mencionados en el corpus aristotélico pero, la definición de cambio es muy clara en su amplitud, como hemos visto. Así también, de las categorías se puede decir, con Sinnott, que “es creíble, por tanto, que pese a que la tradición muchas veces presentó la lista como cerrada y definitiva, él en realidad la viese como una lista abierta a la que acaso eventualmente hubiese que agregar otra categoría”, Introducción a Categorías, Colihue, p.xix. Lo que se dice de las categorías tanto más se podría decir de las especies del cambio.

En segundo lugar, contra la opinión de Echandía, Aristóteles mismo menciona otros tipos de cambio y otras categorías asociadas a ellos en distintos pasajes: “las cosas que simplemente llegan a ser lo hacen en algunos casos por transfiguración, como la estatua de bronce; en otros por adición, como las cosas que aumentan; en otros por sustracción, como el Hermes de la piedra; en otros por composición, como la casa; en otros por alteración, como las cosas que cambian con respecto a su materia”, Física I, 190b.5-10.

En tercer lugar, es probable también que Aristóteles use un nombre genérico para designar a una serie de movimientos que corresponden a una serie de categorías o que ese nombre sea una categoría residual. Precisamente, la alteración –adjudicada tradicionalmente a la exclusiva categoría de la cualidad, siguiendo por cierto la propia asociación que hace Aristóteles en la mayoría de los casos- es un buen candidato para esto.

a) En los textos podemos encontrar varios tipos de movimiento que pueden encajar en la categoría de alteración: a1) “El adelgazamiento (ischasía), el aprendizaje (máthesis), la caminata (bádisis) y la edificación (oikodómesis) son ejemplos de movimientos o cambios”, dice Sinnott comentando el señalamiento de Aristóteles de que “el movimiento es una cierta actividad aunque imperfecta”, DA II.5; el aprendizaje, como dice luego Aristóteles en dicho capítulo es una “alteración” o “cambio de estado”, pero ¿en cuál de las supuestas únicas cuatro especies de cambios clasificamos al adelgazamiento y la edificación?; a2) en Física III.3 expresa que “el movimiento tiene que ser la actualidad de ambos [lo movible y lo que tiene capacidad de mover]... Quizá fuera necesario que la actualidad de lo activo no sea la misma que la de lo pasivo, pues en un caso es actividad y en otro pasividad siendo la operación y el fin del primero una acción y la del segundo una pasión. Y puesto que ambos son movimientos...”. Acción y pasión son, entonces, movimientos, independiente del problema que luego encara cuando se pregunta dónde, en una acción-pasión, está el movimiento, si en el agente o el paciente (la respuesta, en ambos está la mismidad, que es el movimiento aunque ambos aspectos son distintos); a3) párrafos más adelante dice que “la alteración, p.e., es la actualidad de lo alterable en tanto que alterable... tanto en general como en cada caso en particular (p.e. en los procesos de construir y curar)”.

b) En Categorías xiv dice que “en el caso de la alteración, encierra una dificultad [la cuestión de] si nunca es necesario que lo que se altera se altere según algunos de los restantes movimientos. Pero eso no es verdad: en efecto en casi todas las afecciones, o en la mayoría, se da que sufrimos alteración sin tomar parte de ninguno de los otros movimientos; pues no es necesario que lo que se mueve en una afección aumente ni disminuya, y de igual modo en los otros casos... tampoco es necesario que lo que aumenta o se mueve según algún otro movimiento se altere”. El cambio por alteración presenta otras dificultades para su definición (cómo vimos arriba, el definir su contrario) del mismo modo que lo presenta la categoría a la cual se aplica generalmente, la cualidad. En efecto en el capítulo correspondiente a la cualidad, Categorías VIII, encontramos: 1) hay cualidades afectivas y afecciones, tema en el cual se interrelaciona la cualidad con otra categoría, la pasión; 2) algunas cualidades admiten el más y el menos (se relaciona con la cantidad); 3) en la cualidad se incluyen relativos (categoría relación). Esta dificultad para delimitar la categoría y el movimiento asociado a ella pueden estar dando cuenta de una zona definicionalmente indeterminada en el corpus aristotélico.

c) Por otra parte, no todas las categorías tienen un capítulo explicativo. Precisamente, después del cap. sobre la cualidad, hay una breve mención a la acción y la pasión y luego Aristóteles pasa a otros temas, los que se han llamado los postpraedicamenta. Esta dificultad (o lo que sea que lo produzca) para explicar el resto de las categorías, en tanto categorías, puede ser la misma que encuentra para explicar los otros tipos de movimientos según las otras categorías.

d) Respecto a la cualidad, la categoría presenta una caracterización en Metafísica V.14 que parece hacerla un concepto para aplicar a distintos tipos de movimientos. En efecto, 1) cualidad es la diferencia de la entidad (hombre animal racional), 2) se habla de cualidad cuando se aplica a las cosas inmóviles, es decir, a las realidades matemáticas, 3) “Además, todas las afecciones de las entidades sometidas a movimiento, cómo el calor y el frío, la blancura y la negrura, la pesadez y la ligereza y todas las de ese tipo en las cuales se dice que sufren alteración los cuerpos de las cosas que cambian”, 4) se habla de cualidad en el sentido de la virtud y la maldad y, en general, del mal y del bien”.

En cuarto lugar, los tipos de movimiento deben respetar que “el moviente siempre aporta una forma, sea un ‘esto’ determinado, sea una cantidad o una cualidad”, Física III.2. Cabe entonces revisar si el resto de las categorías, además de las cuatro tradicionales que Aristóteles siempre menciona, pueden ser entendidas como ‘formas’. En mi opinión, las únicas categorías que pueden plantear dudas son la relación y el tiempo. No obstante, me parece claro que la relación implica siempre una forma, ya no de un ‘esto’ o de una cosa sino de la situación de los términos de la relación cómo se infiere cuando Aristóteles dice que “sólo hay cambio y movimiento en la cosa que está cambiando o allí donde se dé el caso que algo se mueva o cambie”, Fisica IV.10. Quedaría sólo el tiempo como la única categoría sobre la cual es problemático pensar su forma y también resulta poco claro en qué relación lo coloca respecto al movimiento habida cuenta que en la Física a veces parece una condición y otras una magnitud del mismo nivel que el movimiento: “se piensa que el movimiento es imposible sin el lugar, el vacío y el tiempo”, Física III.1, pero también “la ciencia de la naturaleza estudia las magnitudes, el movimiento y el tiempo”, III.4. Por esta complejidad, la Física dedica gran parte del libro IV al concepto al que lo define cómo algo estrechamente vinculado a éste último: “el tiempo no es un movimiento pero no hay tiempo sin movimiento... tendrá que ser algo perteneciente al movimiento... el tiempo es número del movimiento según el antes y después y es continuo porque es número de algo continuo”, IV.11.

En quinto lugar, puede ser que Aristóteles hable de cambio y movimiento de muchas maneras. Esto es lo que efectivamente sucede, sin llegar a descartar totalmente las posibilidades anteriores. El libro V viene, en efecto, a aclarar todo este tema de los tipos de cambio y su relación con las categorías. Dice Aristóteles que “todo lo que cambia lo hace a) por accidente... b) cuando se dice que una cosa cambia simplemente porque cambia algo que le pertenece, como cuando decimos que algo cambia en alguna de sus partes... c) que se mueve primariamente por sí, lo cual es lo propio de lo que es movimiento por sí, diferente en cada movimiento, como en el caso de lo alterable, y dentro de lo alterable, de lo curable y lo calentable. Las mismas distinciones se pueden hacer en el moviente”, Física V.1. Cómo se advierte en el párrafo anterior, si bien la definición parece aplicarse a cambio (metabolé), parece también que el tercer tipo de cambio se refiere específicamente, más bien, al movimiento (kinesis). El desplazamiento se va perfilando en los párrafos que siguen (p.e. cuando dice que “el movimiento no está en la forma”). Y en 224b.25 se empieza a aclarar todo: 1) “prescindiremos aquí del cambio por accidente, pues se da en todas las cosas, siempre y en cualquier respecto”. “Siempre y en cualquier respecto”, siempre y respecto de cualquier (toda) categoría se da el cambio por accidente. 2) Y continúa, “pero el cambio no accidental no se da en todas, sino sólo en las contrarias, en las intermedias entre las contrarias y en las contradictorias”. Y luego especifica, siendo el cambio entendido como el paso “desde algo hacia algo”, que hay tres clases: de un no-sujeto a un sujeto (generación), de un sujeto a un no-sujeto (destrucción) –ambos no son kinesis- y de un sujeto a un sujeto, que es el único cambio que estrictamente puede ser movimiento (kinesis). De este tipo de cambio hay sólo tres subespecies: “así pues, si las categorías se dividen en sustancia, cualidad, lugar, tiempo, relación, cantidad, acción y pasión, tiene que haber entonces necesariamente tres clases de movimiento: el cualitativo, el cuantitativo y el local”. En resumen, 1) hay cambio accidental en todo respecto, para todas las categorías pero 2) el cambio necesario, kath’autó, sólo se reconoce respecto a tres categorías. Posteriormente aclara porqué no puede haber kinesis con respecto a la substancia, para la relación, del agente y del paciente, ni de lo movido ni de lo moviente, ni generación de la generación, ni en general, cambio del cambio. No obstante, sigue siendo oscuro para mí porqué no menciona el cambio respecto a las otras categorías

En la siguiente tabla identificamos otros tipos de cambio explícitamente mencionados por Aristóteles y las categorías a las que pueden ser asociados.

Categorías Movimientos Géneros Contrarios

(potencia-acto)

Sustancia Generación-Destrucción;

¿Producción, composición o construcción (casa) transformación (estatua)? ¿Maduración-envejecimiento? Fis.III.1 Génesis . Cambio sustancial (materia persistente) Forma-privación

Cualidad Alteración (cambio de estado) Génesis . Cambio accidental (ousía persistente)- Blanco-negro (ej.)

Cantidad Crecimiento-disminución Completo-incompleto (ej.)

Lugar Desplazamiento (Mov.local); ¿Rotación? Fis.III.1 Arriba-abajo (ej.)

Relación ¿Especies de “alteración”?

Posición1 ¿Rotación?

Posesión1

Acción ¿Salto? Fis.III.1; ¿Construcción (casa)? III.1

Pasión ¿Afección?2 ¿Lo curable? Física V.1

Tiempo Los distintos “números” (magnitudes) del movimiento, Fis.IV.11 Antes-Después

1. La posesión (échein) y la posición o situación (kehístai) son las únicas dos categorías que Aristóteles no menciona en Física V.1 cuando habla de las categorías.

2. En Metafísica XI.11 señala que “son inmóviles las formas, las afecciones y el lugar hacia lo cual se mueve lo movido, p.e. la ciencia o el calor”, que debe interpretarse cómo que no hay movimiento de las categorías afección y lugar sino que hay movimientos vinculados con esas categorías.

Conclusión

Aristóteles define el cambio de una manera muy particular, y general, “la actualidad de lo potencial en cuanto tal”, vinculándolo a las categorías: los cambios naturales y artificiales que se dan en los seres, vivientes y no vivientes, no son categorías sino cambios de los seres según las categorías, que son categorías del ser precisamente.

La ausencia de un criterio lógico estricto para definir las categorías en Aristóteles (reconocido en Kant y muchos en adelante), se aprecia también en la determinación de los tipos de cambio, en donde nunca se menciona, en el corpus trabajado, algunos tipos de cambio vinculados a algunas categorías (posesión, posición), y en donde respecto al tiempo, la acción y la pasión, la relación, algunos son tratados dentro del problemático concepto de “movimiento del movimiento” o mencionadas sus categorías pero no dados sus movimientos.

Existen tres grandes criterios para definir las especies del cambio: 1) el que divide a los tipos de cambio según se trate de una categoría sustancial (la primera) o accidental (las restantes), 2) el criterio que distingue según que el cambio sea per accidens, per partem o per se primun, en donde se aclara que el cambio por accidente “se da en todos las cosas, siempre y en cualquier respecto” (se puede entender “para todas las categorías”) pero que el cambio necesario, no-accidental, sólo se da sobre la substancia, la cualidad, la cantidad y el lugar, y, por último, 3) el que los divide según el cambio sea de un no-sujeto a un sujeto, el de un sujeto a un no-sujeto y el de un sujeto a otro sujeto, las dos primeras distinciones corresponden al cambio sustancial (generación-destrucción) y la última al movimiento (kinesis) que, dice, se da como cualitativo, cuantitativo y local.

Tipos de cambio Según qué categorías

1. katà symbebekos “Se da en todos las cosas, siempre y en cualquier respecto”

2. katà méros

3. kath’autó “Sólo en las [cosas] contrarias, en las intermedias entre las contrarias y en las contradictorias, como podemos persuadirnos por inducción” a) Generación-destrucción (de un no-sujeto a un sujeto y viceversa)

b) Kinesis (de sujeto a sujeto): movimientos cualitativo, cuantitativo y local.

No obstante la utilización de estos distintos criterios para clasificar los tipos de cambio y movimiento, sigue quedando una clasificación oscura sobre la relación con los otros tipos de categorías y con el alcance de la alteración como tipo específico de movimiento. Sobre el fondo de criterios lógicos estrictos está presente, y no podría ser de otro modo en Aristóteles, la experimental inducción empírica.

Bibliografía

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