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Toeria Diadica


Enviado por   •  16 de Mayo de 2015  •  3.004 Palabras (13 Páginas)  •  165 Visitas

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Una persona creativa es aquélla qua puede procesar de maneras nuevas la información de que dispone, los datos sensoriales que todos recibimos. Un escritor necesita palabras, un músico necesita notas, un pintor necesita percepciones visuales, y todos ellos necesitan algún conocimiento de las técnicas de sus respectivos oficios. Pero cualquier individuo creativo ve instintivamente posibilidades de transformar los datos ordinarios en una nueva creación, trascendiendo la materia prima empleada.

Muchas personas creativas han reconocido las diferencias entre los dos procesos de recoger datos y transformarlos creativamente. Los recientes hallazgos sobre el funcionamiento cerebral comienzan a aclarar este proceso dual. Conocer ambos lados del cerebro es importante para liberar el potencial creativo.

En este capítulo repasaremos algunas investigaciones recientes sobre el cerebro humano, que han ampliado considerablemente las teorías científicas sobre la naturaleza de la consciencia humana. Los nuevos descubrimientos son directamente aplicables a la tarea de liberar las capacidades creativas humanas.

CONOZCA LOS DOS LADOS DE SU CEREBRO

Visto desde, arriba, el cerebro humano recuerda el aspecto de una nuez: como ella, presenta dos mitades redondeadas, de superficie convoluta y conectadas por el centro (Figura 3-1). Estas dos mitades se llaman «hemisferio izquierdo» y «hemisferio derecho».

«Todo acto creativo implica... una nueva inocencia de percepción, liberada de la catarata de creencias aceptadas.»

Arthur Koestier

The Sieepwaikers

Fig. 3-1.

El sistema nervioso humano está conectado al cerebro mediante una conexión cruzada, de manera que el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo, y el hemisferio izquierdo controla el lado derecho. Si se sufre una lesión en el lado izquierdo del cerebro, la parte más afectada del cuerpo será la derecha, y viceversa. A causa de este cruzamiento de las vías nerviosas, la mano izquierda está regulada por el hemisferio derecho, y la mano derecha por el hemisferio izquierdo, como se indica en la Figura 3-2.

Fig. 3-2. El cruce de conexiones entre la mano derecha y el hemisferio izquierdo, y la mano izquierda y el hemisferio derecho.

EL CEREBRO DOBLE

En los cerebros de animales, los dos hemisferios son esencialmente iguales o simétricos en sus funciones. Sin embargo, los hemisferios cerebrales humanos presentan una asimetría funcional. El efecto externo más aparente de esta asimetría es el predominio del uso de una mano sobre el de la otra.

Durante el último siglo y medio, los científicos han sabido que la función del lenguaje y las capacidades relacionadas con el lenguaje están localizadas -en la mayoría de las personas- en el hemisferio izquierdo. Esto podía comprobarse estudiando los efectos de lesiones cerebrales. Una lesión en el lado izquierdo del cerebro podía provocar una pérdida del uso del lenguaje, con más probabilidad que una lesión en el lado derecho.

El lenguaje y la palabra están estrechamente ligados con el pensamiento razonado y con las otras funciones mentales elevadas que distinguen al hombre de las demás criaturas, y por ello los científicos del siglo XIX consideraron que el hemisferio izquierdo era el dominante, y el derecho el subordinado. La opinión general, que prevaleció hasta hace muy poco, era que la mitad derecha del cerebro estaba menos avanzada, menos evoluciona-da que la mitad izquierda; una especie de gemelo de inferior capacidad, dirigido y mantenido por el hemisferio izquierdo, el verbal.

Uno de los temas que más intrigaban a los neurólogos eran las funciones -desconocidas hasta hace muy poco- de un grueso cable nervioso, compuesto por millones de fibras, que conecta los dos hemisferios cerebrales. Este cable de conexión, el corpus callosum (ver Figura 3-3) tenía toda la apariencia de ser una estructura importante, dado su gran tamaño, el enorme número de fibras nerviosas que lo componen, y su situación estratégica como conector entre los dos hemisferios. Y, sin embargo, la evidencia indicaba que se podía cortar por completo el corpus callosum sin que se observara un efecto significativo. A lo largo de una serie de estudios sobre animales, realizado durante los años cincuenta en el Instituto Tecnológico de California por Roger W. Sperry, Ronaid Myers, Colwyn Trevarthen y otros, se llegó a establecer que una función importante del corpus callosum consistía en comunicar los dos hemisferios, permitiendo la transmisión de la memoria y el aprendizaje. Además, se comprobó que si se cortaba quirúrgicamente la conexión, las dos mitades continuaban funcionando independientemente, lo cual explicaba en parte la aparente falta de efecto en la conducta y el funcionamiento.

Durante los años 60, se realizaron estudios similares con pacientes humanos, que proporcionaron nueva información sobre las funciones del corpus callosum y obligaron a los científicos a replantearse su opinión sobre las capacidades relativas de las dos mitades del cerebro humano. Era indudable que ambos hemisferios intervienen en funciones cognoscitivas elevadas, aunque cada mitad del cerebro está especializada, de un modo complementario, en diferentes formas de pensamiento, ambas muy complejas.

Fig. 3-3. Esquema de una de las mitades del cerebro humano, mostrando el corpus callosum y las comisuras asociadas.

Dado que este nuevo concepto del cerebro tiene importantes implicaciones para la educación en general, y para aprender a dibujar en particular, voy a describir brevemente algunas de las investigaciones, mencionadas a veces como «estudios del cerebro dividido», que se llevaron a cabo principalmente en California. En ellas participaron Sperry y sus colaboradores, Michael Gazzaniga, Jerre Levy, Colywn Trevarthen, Robert Nebes y otros.

La investigación se centró en un pequeño grupo de individuos, pacientes de comisurotomía o «cerebro dividido». Eran personas gravemente incapacitadas por trastornos epilépticos que afectaban a ambos hemisferios. Como último recurso, después de que fracasaran todas las demás medidas, se cortó la transmisión de ataques entre los dos hemisferios mediante una operación, practicada por Phillip Vogel y Joseph Bogen, consistente en cortar el corpus callosum y las comisuras anexas, aislando así un hemisferio del otro. La operación tuvo el resultado esperado: los ataques quedaron controlados y los pacientes recuperaron la salud. A pesar del carácter radical de

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