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Tomas De Aquino: De Ente Et Essentia


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2011  •  9.630 Palabras (39 Páginas)  •  1.371 Visitas

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Tomás de Aquino, De ente et essentia

NB: los textos marcados con amarillo se alejan mucho de texto latino

Teniendo en cuenta que —según advierte El Filósofo en el primer libro de Los cielos y la Tierra — un error pequeño al principio es grande al fin, y que —según dice Avicena al comienzo de su Metafísica — el ente y la esencia es lo primero que el entendimiento capta, para evitar las dificultades que el desconocimiento de estas nociones ocasionaría, se ha de establecer

[i] el significado de los términos "esencia" y "ente",

[ii] su relación con las nociones lógicas de género, especie y diferencia

[iii], y el modo en que el ente y la esencia se manifiestan en las diversas cosas.

1. En esta materia nos vemos obligados a empezar por lo más inmediato, desde la noción de ente a la noción de esencia, porque es mejor aprender siguiendo el camino más fácil y, dado que lo secundario se nos presenta primero, los conceptos simples se deducen de los compuestos

1.1. De acuerdo a lo señalado por El Filósofo en el libro quinto de la Metafísica, la palabra "ente" tiene dos acepciones: el ente clasificado en las diez categorías y el ente que equivale a la verdad de las proposiciones.

1.1.2. La diferencia entre ambas consiste en lo siguiente:

1.1.3. según la segunda, se denomina "ente" a todo aquello de lo que se puede afirmar algo, aun cuando no se trate de cosa real alguna; así, por ejemplo, cuando se dice que «la negación es opuesta a la afirmación» y «en el ojo está la ceguera», las privaciones y las negaciones son tratadas como entes;

1.1.4. según la primera, en cambio, sólo se llama "ente" a aquello que tiene alguna realidad, de manera que ni la ceguera ni las privaciones ni las negaciones son entes.

1.2. Por lo tanto el término "esencia" no deriva de "ente" en su acepción secundaria, porque si así fuera se podría llamar "entes" a cosas que no tienen esencia, como las privaciones; el término "esencia" deriva de "ente" en su sentido primario.

1.2.2. De ahí que en el mencionado pasaje El Comentarista advierta que la palabra "ente", en su primera acepción, es la sustancia de la cosa.

1.2.3. Y puesto que el ente —según se ha dicho—, cuando se entiende en este sentido, se divide en diez categorías, es preciso que la esencia sea lo que es común a todas las naturalezas por las cuales los entes corresponden a los diversos géneros y especies; así, por ejemplo, la esencia del hombre es su humanidad.

1.3. Y, dado que lo que sitúa a una cosa dentro de un género o especie es lo que se expresa en la definición de qué es la cosa, los filósofos usan el término "quididad" por "esencia".

1.3.2. Esto es lo que frecuentemente señala El Filósofo con la expresión: "lo que cada cosa es", es decir, aquello que da a la cosa el ser lo que es.

1.3.3. También se la llama "forma", entendiendo por ello la perfección o certeza de cada cosa, como dice Avicena en el segundo libro de su Metafísica.

1.3.4. Recibe además el nombre "naturaleza", entendida esta palabra en la primera de las cuatro acepciones señaladas por Boecio en su libro Las dos naturaleza: «‘Naturaleza’ es todo lo que de alguna manera puede ser captado por el entendimiento.»

1.3.5. Y dado que ninguna cosa es inteligible sino por su definición y esencia, en el mismo sentido dice El Filósofo en el quinto libro de la Metafísica que toda sustancia es naturaleza.

1.3.6. La palabra "naturaleza" así entendida indica más bien la esencia en cuanto inclinación a la acción propia de la cosa, pues ninguna cosa carece de su propia acción.

1.3.7. El término "quididad", en cambio, deriva de aquello que se expresa en la definición, y se denomina "esencia" en cuanto por ella y en ella la cosa tiene ser.

1.4. En rigor, el ente es predicado de la sustancia; en segundo lugar, de manera impropia, se predica de los accidentes.

1.4.2. Porque el ente, primariamente, está en las sustancias y sólo secundariamente en los accidentes.

1.4.3. Tanto las sustancias simples cuanto las compuestas tienen esencia, pero en las simples la esencia está de un modo más verdadero y noble, porque ellas tienen también un ser más noble.

1.4.4. Además, a medida que tienen un ser más noble, las sustancias llegan a ser la causa de las cosas compuestas, al menos esto es lo que ocurre con Dios, sustancia primera y simple.

1.4.5. Puesto que las esencias de las sustancias simples están demasiado ocultas, se ha de comenzar por el análisis de las esencias de las sustancias compuestas.

1.4.6. Como se ha dicho, siempre es conveniente empezar por lo más asequible.

2.1. En las sustancias compuestas se manifiestan la materia y la forma; así en el hombre se manifiestan el cuerpo y el alma.

2.1.2. Pero no se puede afirmar que una sola de ellas sea la esencia.

2.1.3. Es claro que la materia sola no es la esencia, porque por la esencia se puede conocer una cosa y de acuerdo a ella clasificarla en una especie o género.

2.1.4. Pero la materia no es punto de partida del conocimiento ni es lo determinante para incluir una cosa en una especie o género determinados; esto se hace teniendo en cuenta aquello que la constituye en acto.

2.1.5. Tampoco —como afirman algunos— la sola forma es la esencia de la sustancia compuesta.

2.1.6. De acuerdo a lo anteriormente dicho, la esencia de una cosa es aquello que se expresa en su definición, y la definición de las sustancias naturales no sólo contiene la forma sino también la materia, de lo contrario no habría diferencia entre las definiciones físicas y las definiciones matemáticas.

2.1.7. Tampoco se podría decir que la materia integra la definición de la sustancia física como un simple agregado a la esencia o como un ente extraño a la misma; semejante definición corresponde a los accidentes que, con propiedad, no tienen esencia y por eso en su definición es necesario incluir un sujeto que no pertenece al género de ellos.

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