ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Virgina Stin


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2011  •  2.006 Palabras (9 Páginas)  •  465 Visitas

Página 1 de 9

La familia como unidad de tratamiento (Virginia Satir)

Un artículo clásico de Virginia Satir

La aceptación de la familia como unidad de tratamiento en psicoterapia es consecuencia inevitable de la experiencia e investigación sobre esta tema, que han proporcionado nuevos conocimientos sobre la conducta humana, con distintas concepciones del significado y causas de la misma, haciendo posible así distintas técnicas de tratamiento.

Tratar a la familia como una unidad significa tener a todos los miembros de la misma presentes al mismo tiempo, y en el mismo lugar, con uno o dos terapeutas; coterapeutas masculino y femenino. Se entrevista y trata a la familia entera como un sistema primario desarrollado por el hombre y la mujer adultos que son los «arquitectos» que la han construido.

Un síntoma de cualquier miembro de la familia en un momento determinado se ve como expresión de un sistema familiar disfuncionante. Al portador del síntoma, el que se identifica como paciente, se le ve como distorsionado, negativista o/y con un proceso de maduración alterado. Al mismo tiempo está mostrando la presencia de dolor, incomodidad o inquietud en sus figuras protectoras. (Figuras protectoras son las que le han proporcionado, y continúan haciéndolo, alimento, soporte económico y dirigen sus actividades.) El arma más importante del tratamiento en terapia familiar es la aplicación de conceptos y procedimientos relativos a la interacción y comunicación.

Para empezar a considerar el sistema familiar se puede pensar que cada miembro de cualquier familia está inevitablemente ligado al sistema de su familia, aunque sólo sea porque es allí donde empezó el desarrollo. Si el sistema es abierto, puede serle útil para su desarrollo. Sigue moviéndose dentro y fuera de su sistema familiar, según va madurando. Posteriormente se convertirá en arquitecto creando una rama más del sistema, relacionándose con otras personas en otras situaciones.

Para existir como un sistema abierto, la familia necesita jefes que permitan cambiar libre y directamente, con claridad y de una manera adecuada. La capacidad para la expansión y desarrollo se necesita para tres cambios consustanciales a la naturaleza de la vida y al modus vivendi. Son:

1. Cambios dentro de cada miembro; por ejemplo, cambios que ocurren entre el nacimiento y la madurez en el concepto y uso de la autoridad, independencia, sexualidad y productividad.

2. Cambios entre los miembros de la familia; por ejemplo, entre los adultos y un niño desde el nacimiento a la madurez, entre marido y mujer antes y después de tener un hijo, la enfermedad o lesiones de uno de los esposos o la edad avanzada de ambos.

3. Cambios determinados por factores sociales; por ejemplo, guerra, un nuevo trabajo, colegio, vecindad, país o nuevas leyes.

Si el sistema familiar es cerrado, la familia manejará estos cambios inevitables de manera que no alteren su statu quo, negándolos por tanto o distorsionándolos. Esto crea una discrepancia entre la presencia del cambio y el reconocimiento del mismo, y presenta un dilema que ha de solucionarse para que pueda normalizar su vida y las relaciones con sus parientes.

Como al cambio hay que hacerle frente, un sistema familiar que no tenga vías funcionales para asimilarlo quiere decir que estas vías están distorsionadas. Hablando en términos generales, un sistema cuyos directores ven el presente en términos de pasado es un sistema disfuncional. Si los directores son capaces de vivir en el presente, este sistema será funcional. La familia disfuncional, cuando se enfrenta al cambio, produce síntomas.

Los precursores de lo que llamamos síntomas, de las modernas entidades clínicas, son las personas enfermas físicamente, las brujas, indigentes, idiotas y criminales. Hace ya tiempo que se aceptó que todas estas entidades tenían algo en común. La terapia familiar está relacionada con todas ellas.

Inicialmente el tratamiento de los problemas de conducta —desviación de conducta— se centraba alrededor de la persona portadora del síntoma. Esto fue así hasta la aparición de las clínicas para reeducación de niños, donde se visitaba a la madre junto al niño portador del síntoma. Los padres se descubrieron en estos centros muy posteriormente. Más tarde se inició la terapia marital con ambos esposos.

Actualmente tenemos una concepción de la terapia familiar que considera a la persona como individuo y en sus papeles respectivos de: marido, padre, hijo y hermano. Además, las consecuencias sacadas de la experiencia en familias nos dicen que el origen de los problemas viene unido a la selección de esposa y a la habilidad para educar a los niños. Al síntoma se le ve como una información acerca del individuo que lo tiene, de su familia y de las reglas que la rigen; para comprender el síntoma se debe comprender no sólo al portador del síntoma, sino también a la familia y al sistema familiar.

Esto significa que un síntoma, como una psicosis, por ejemplo, en alguno de los padres significa disfunción en la relación marital, así como en la educación de los niños. De la misma manera, los síntomas en un niño significan disfunción en la relación marital. Por esto, si vemos a toda la familia junta, podemos hacer al mismo tiempo el tratamiento y profilaxis.

Cremos que, observando y aprendiendo a comprender la comunicación en una familia, podemos descubrir las reglas que rigen la conducta de cada miembro. El sistema familiar tiene reglas acerca del, 1) yo y mi manifestación o «cómo debo comportarme»; 2) yo y la exceptuación de otros o «qué puedo esperar de ti», y 3) yo y el uso del mundo fuera de la familia o «cómo debo ser fuera de la familia». Los miembros de la familia no tienen por qué estar al corriente de estas reglas. Nosotros creemos que éstas se forman con la experiencia interaccional y adecuadas a la forma en que cada uno espera sobrevivir, crecer, relacionarse con los demás y producir.

Dado que cada persona viene al mundo sin unas normas para relacionarse en este sentido, debe desarrollarlas mientras crece; desde que nace. El principio de estas normas vendrá marcado necesariamente por aquellos que le rodean. Éstos

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.5 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com