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ELOY ALFARO Y LA REVOLUCION LIBERAL


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2012  •  1.333 Palabras (6 Páginas)  •  828 Visitas

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LEOY ALFARO Y LA REVOLUCION LIBERAL

El proceso de la Revolución Liberal tiene una constante, la lucha guerrillera que, comandada por Eloy Alfaro, se desenvolvió por varias décadas. Esas acciones fueron expresión del coraje de los combatientes, fueron manifestación de la incorporación de los campesinos costeños, los montubios, a la lucha política y militar.

Desde la conformación de la República del Ecuador, en 1830 se libró una enconada batalla ideológica y política entre los terratenientes -señores de la tierra y de los hombres- y la naciente burguesía, la clase de los capitalistas, conformada inicialmente por los comerciantes.

La clase de los terratenientes se afirmó como la dominante, impuso sus intereses económicos y políticos, organizó el nuevo Estado para la defensa y el desarrollo de sus posiciones.

El paulatino desenvolvimiento del comercio interno e internacional, las relaciones económicas y diplomáticas con otros países, especialmente con aquellos que empezaban a dominar el mundo, Inglaterra, Francia, EE.UU. hacían necesarios cambios urgentes en el carácter del Estado, de las relaciones sociales, de las leyes y la institucionalidad.

Las confrontaciones económicas se hicieron evidentes en los vaivenes políticos de la República. Se expresaron desde la mitad del siglo XIX en la contienda entre liberales y conservadores.

Los conservadores construyeron un Estado autoritario, de privilegios sociales, económicos y políticos para unos cuantos y de opresión y expoliación para la inmensa mayoría de la población. Por ejemplo, la primera Constitución otorgaba el derecho del voto a los ecuatorianos que tenían propiedades y riquezas y lo negaba para la gran masa de trabajadores del campo y de la ciudad. Entregaron la educación a la iglesia y se la organizó para los hijos de los señores en la escuela, los colegios y la universidad, mientras el resto de la población debía limitarse a aprender la doctrina cristiana.

Los liberales organizaron la oposición y buscaron siempre cambiar la situación. Fueron alcanzando algunos logros, como por ejemplo la liberación de la esclavitud para los negros durante el gobierno del General Urbina. Los liberales trabajaron intensamente en la difusión de sus ideas y en esa tarea se destacaron varios pensadores y escritores, entre ellos Juan Montalvo.

La lucha de intereses contrapuestos entre terratenientes y burgueses, entre conservadores y liberales, rebaso la polémica periodística, el debate parlamentario y las elecciones y, se manifestó en enfrentamientos militares, en asonadas golpistas, en rebeliones palaciegas, en una intermitente lucha guerrillera que asolaba los campos y ciudades; en determinadas situaciones, inclusive, tuvo connotaciones de guerra civil.

Una buena parte de esa contienda tuvo expresiones religiosas; los conservadores defendían el catolicismo y acusaban a los liberales de herejes y masones, al tiempo que recibían el espaldarazo de la iglesia. Los liberales propugnaban la libertad de cultos y combatían a los conservadores como ultramontanos y oscurantistas, como clericales.

Montalvo con la pluma y Eloy Alfaro con la espada se constituyeron en paladines de la lucha por la implantación del liberalismo.

En la Costa se fueron afirmando las posturas liberales, que fueron abrazadas por los empresarios comerciales y agrícolas que crecían en correspondencia con la agricultura de exportación, el mercado interno y las importaciones. Esas posiciones fueron alimentadas por las ideas y proclamas liberales que recorrían los caminos de América.

En la Sierra, las ideas liberales tuvieron acogida entre los jóvenes, sobre todo en la intelectualidad; fueron resultado de la influencia de las ideas de avanzada y, desde luego, expresión de los intereses de una naciente clase empresarial.

La revolución liberal fue un largo proceso gestado por el desarrollo de las fuerzas productivas, por una economía encerrada que pugnaba por abrirse paso, por el desarrollo de las relaciones comerciales y por la fuerza de las ideas capitalistas.

El gran abanderado de esta revolución fue Eloy Alfaro.

El “viejo luchador” como se lo conoció, en alusión a su larga trayectoria de combatiente, inició su batallar cuando tenía 20 años, organizando y dirigiendo una primera montonera rebelde en su natal Montecristi.

Eloy Alfaro nació el 25 de junio de 1842. Toda su vida fue un luchador, combatió en la selva y la llanura, desembarcó muchas veces en las playas de Manabí y Esmeraldas,

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