El Chulla Romero Y Flores

Diferente vista de Quito en el siglo XX

La novela “El chulla Romero y Flores” nos transporta a una ciudad no conocida para gente de nuestra edad, pero al momento de leerla, Jorge Icaza nos describe una ciudad que podemos imaginar de muchas formas, cómo pudo ser.

Lo impresionante de este libro es que verdaderamente nos hace figurarnos a esa época, porque de una u otra manera, los más identificados con este libro, pienso que seríamos los quiteños, porque nosotros utilizamos demasiados dichos, formas y palabras que los quiteños de ese entonces ya utilizaban gracias a nuestra antigua cultura quichua.

El relato de una parte de la vida de Luis Alfonso Romero y Flores, nos hace conocer muchas escenas de la forma de vida, las costumbres, la arquitectura y otros temas en la antigua ciudad colonial de Quito.

Jorge Icaza nos describe con exactitud y claridad casi todas las escenas que vivió, en ese pequeña parte relatada, Romero y Flores. Por ejemplo, Jorge Icaza nos detalla los “cambios” que tenían las viviendas en la Colonia, así como que, en la mañana las casas parecían ser normalmente limpias, pero al caer la noche todo, absolutamente todo cambiaba, porque de cualquier forma, todo lo repugnante se podía notar en la noche:

• El lugar donde vivía Romero y Flores tenia diferentes tipos de olores como a medias sucias, a tabaco, a sarro de orina, a bodega de monturas y el aspecto que tenia su cuarto era de paredes y ventanas envejecidas, goteras en el techo, un desorden total. Eso nos da entender que Luis Alfonso vivía en un lugar muy poco habitable.

• La casa de Doña Encarnita, lugar donde vivía Romero y Flores, era un lugar horrible, ya que tenia una infraestructura que no era adecuada para el hábitat de personas porque sus paredes eran sucias, maltratadas; sus pisos eran muy sucios, casi no se sabia propiamente de que lo estaban pero no era un lugar recomendado para la vivienda; claro que esto se debe demasiado al descuido de las personas que vivían en ese lugar.

Creo que en esas épocas la gente ya estaba un poco acostumbrada a esa manera de vida.

Igualmente, otro factor muy importante en una ciudad, son sus calles. Jorge Icaza las describe minuciosamente:

• Las calles llenas de excremento, sucias, lugares con escupitajos, hediondas de orina, ya sea de animal o de personas.

• Las plazas y plazoletas también eran lugares que daban una mucho muy mala imagen porque a pesar de que apestaban, también se podía ver las causas por las que olían mal.

• Describía también los lugares donde el trabajaba:

Como la oficina de Investigación Económica, el despacho en el que específicamente trabajaba.

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