Revolucion Industrial En Colombia

Revolución industria en Colombia

LA INDUSTRIA MANUFACTURERA COLOMBIANA Y EL PIB EN COLOMBIA

Podemos iniciar diciendo que uno de los índices que evidencian el mayor o menor grado de desarrollo de un país es la participación del sector manufacturero en el PIB total que este posea. Al igual que en toda latino américa, el desarrollo del sector industrial de nuestra economía se logró, gracias al modelo impulsado por la CEPAL (comisión económica para latino américa y el caribe) acerca de la sustitución de importaciones, este se encontraba basado en la elevada protección a la producción nacional.

Con este esquema Colombia logro importantes avances en términos de crecimiento del PIB y del ingreso per cápita en un marco de relativa estabilidad, puesto que nuestro país no se ha registrado con niveles de inflación o deflación incontrolables, y progresó en la variación de las exportaciones que se dan en las diferentes regiones de nuestro país, La permanencia de mecanismos de protección estimuló la producción de bienes dirigidos a la satisfacción de las necesidades del mercado interno de nuestro país, sin importar la estructura de costos, tecnología, disponibilidad de las materias primas, y maximizar la eficiencia, aislándolo en esta forma la competencia extranjera.

Así, concentradas en Bogotá, emergieron entre las décadas de 1830-1850 pequeñas fábricas de loza, ácido sulfúrico y tejidos de algodón, que aprovecharon la fuerte pendiente de los cerros para mover tornos y telares mediante la energía hidráulicas. Esté inicial esfuerzo murió casi que empezando, al no poder superar las dificultades naturales que se presentaban y su dependencia de la abundancia o escasez del agua, unido a la competencia desigual con los productos extranjeros de mejor calidad.

Luego en un segundo intento, de mejores augurios como se diría coloquialmente, fue el de la producción del hierro, De allí empezó a surgir, entonces, el sector de las ferrerías (las pequeñas fábricas de hierro) con altos hornos, martinetes, refinación y fundición de hierro primero en la población de Pacho Cundinamarca en 1827, donde la instalación, de este capital fijo inicial exigió la asociación de básicos capitales que provinieron de las minas de sal, esmeraldas, oro, plata, y del comercio. Pronto el negocio se consolidó y atrajo capital extranjero.

El mercado del hierro nacional pareció consolidarse, aunque la dependencia de la energía hidráulica determinó que los altos hornos permanecieran apagados a veces hasta 6 meses. Sin embargo, como los yacimientos de hierro nunca fueron objeto de investigación geológica estricta para determinar su calidad y su cantidad, el hierro producido resultó rechazado;que exigía acero para rieles y equipos en vez del quebradizo hierro. Las ferrerías se fueron cerrando y sucedió que los altos hornos tuvieron una

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