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Accion Cultural Y Concienciacion


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2013  •  1.333 Palabras (6 Páginas)  •  341 Visitas

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ACCIÓN CULTURAL Y CONCIENCIACIÓN

EXISTENCIA EN Y CON EL MUNDO

La concienciación, al igual que la educación es un proceso exclusivamente humano, los hombres están no solo en el mundo sino con el mundo y pueden satisfacer la condición necesaria de ser con el mundo porque son capaces de distanciarse objetivamente del mismo, a diferencia de estos los animales simplemente están en el mundo y son incapaces de objetivarse a sí mismos o al mundo, viven una vida sin tiempo. Existir es un modo de vida propio del ser que es capaz de transformar, de producir, de decidir, de crear y comunicarse.

La “conciencia de” y la “acción de” la realidad son constituyentes inseparables del acto transformador mediante el cual los hombres se convierten en seres de relación. La conciencia y la acción de los hombres son distintas de los simples contactos de los animales, ya que estos son acríticos, no van más allá de la asociación de imágenes, son singulares, no elaboran metas. La conciencia nunca es mera reflexión acerca de, sino una reflexión sobre la realidad material.

Para el objetivismo mecánico, la conciencia es solo una copia de la realidad objetiva, esta sería incapaz de transcender el condicionamiento de la realidad. El conductismo mecanista niega a los hombres porque los concibe como maquinas. Mientras los animales se adaptan al mundo para sobrevivir, los hombres lo modifican para ser más. Al homonizarse en el proceso evolutivo, los hombres adquieren la capacidad de disponer de una biografía y los animales al contrario de estos están inmersos en un tiempo que no les pertenece a ellos. Para que la acción sea trabajo debe producir resultados significativos.

CONDICIONAMIENTO HISTÓRICO Y NIVELES DE CONCIENCIA

La configuración histórico cultural que hemos denominado cultura del silencio es una expresión superestructural que condiciona una forma especial de conciencia. La cultura del silencio sobredetermina la infraestructura en que se originó, y esta nace de la relación entre el tercer mundo y la metrópolis. La estructura social no es una abstracción, existe en la dialéctica entre la superestructura y la infraestructura. Tanto la sociedad metropolitana como la sociedad dependiente, totalidades en sí mismas, son parte de un todo mayor, el contexto económico, histórico, cultural y político en el cual evolucionan sus relaciones mutuas. La sociedad dependiente es, por definición una sociedad silenciosa. Sus élites de poder, silenciosas de cara a la metrópolis, silencia a su vez a sus propios miembros.

Existe un modo de conciencia que corresponde a la realidad concreta de estas sociedades dependientes. La característica principal de esta conciencia, tan dependiente como la sociedad a cuya estructura corresponde es casi adherencia a la realidad. A este modo de conciencia lo denominaremos semiintransitivo.

LA CONCIENCIA SEMIINTRANSITIVA

Esta conciencia no llega a percibir muchos de los desafíos de la realidad o los percibe de un modo distorsionado. La semiintransitividad es una clase de obliteración impuesta por las condiciones objetivas. Este modo de conciencia no puede objetivar los hechos y situaciones problemáticas de la vida cotidiana, su acción tiene un carácter de magia protectora o terapéutica. El fenómeno de las clases emergentes fuerza a las élites a experimentar nuevas formas de mantener a las masas en silencio. El silencio ya no se concibe como algo dado o inalterable, sino como el resultado de una realidad que debe y puede transformarse.

LA CONCIENCIA INGENUA TRANSITIVA

La capacidad de la conciencia de la conciencia popular se amplía de modo que los hombres comienzan a ser capaces de visualizar y distinguir lo que hasta entonces no se hallaba claramente delineado, implica si no la superación de la cultura del silencio, cuando menos la presencia de las masas en el proceso histórico que presiona a la élite en el poder. También constituye una etapa de la conciencia en desarrollo propio de la élite en el poder. En el proceso de transición, el carácter predominante estático de la sociedad cerrada da lugar gradualmente a un dinamismo en todas las dimensiones de la vida social. En la sociedad cerrada, las relaciones entre la élite y el pueblo

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