ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Afrovenezolanidad


Enviado por   •  29 de Mayo de 2013  •  3.790 Palabras (16 Páginas)  •  511 Visitas

Página 1 de 16

Proceso histórico afrovenezolano

A partir del año 1492 se inicia la primera globalización perversa en la historia de la humanidad, con el mal llamado “descubrimiento, encuentro o desencuentro” entre Europa occidental y un Continente de diversas civilizaciones originarias que hegemonizaron con el nombre de “América”. Los europeos occidentales, en busca de metales preciosos y en la perspectiva del desarrollo del incipiente capitalismo mercantil, tomaron una serie de iniciativas marcadas por el militarismo e invasiones con la finalidad de expropiar las riquezas de los aborígenes, y al mismo tiempo castrar una propuesta civilizadora a la humanidad diferente al modelo societario occidental. La agresión desproporcionada sostenida por un poderío bélico produjo un acelerado proceso de despoblación aborigen. Fray Bartolomé de las Casas expresaba que en medio siglo de conquista española, habían desaparecido físicamente doce millones de aborígenes: Aztecas, Mayas, Nahuas, Quechua, Aymará, Mapuche, Yanomami, Caribes, Arahuacos; entre otros.

El mismo Fray Bartolomé de las Casas contaba, con profunda consternación, cómo los aborígenes eran exterminados: “En la Isla La Española (hoy República Dominicana), que fue la primera donde entraron los cristianos y comenzaron los grandes estragos y perdiciones de estas gentes, y que primero destruyeron y despoblaron, comenzando los cristianos a tomar mujeres e hijos a los indios para servirse para usar mal de ellos, y comerles sus comidas que de sus sudores trabajos salían; no contentándose con lo que los indios les daban de su grado, conforme a la facultad que cada uno tenía, que siempre es poca, porque no suelen tener más de lo que ordinariamente han menester y hacen poco trabajo, y lo que basta para tres casas de a diez personas cada una, y otras con muchas fuerzas y violencias y vejaciones que les hacían, comenzaron a entender los indios que aquellos hombres no debían haber venido del cielo. Y algunos escondían sus comidas, otros, sus mujeres e hijos, otros, húyanse a los montes por apartarse de gente tan dura... Los cristianos dábanles de bofetadas y puñaladas y de palos, hasta poner las manos en los señores de los pueblos. Y llegó esto a tanta temeridad y desvergüenza, que al mayor rey, señor de toda la isla, un capitán cristiano le violó por fuerza su propia mujer. De aquí comenzaron los indios a buscar maneras para echar a los cristianos de sus tierras, pusiéronse en armas... Los cristianos con sus caballos y espadas y lanzas comienzan a hacer matanzas y crueldades... Entraban en los pueblos, ni dejaban niños, ni viejos, ni mujeres preñadas ni paridas que no desbarrigaban y hacían pedazos...Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría el hombre por medio, le cortaba la cabeza de un piquete, o le descubría las entrañas”(de las Casas, Bartolomé. 45, 46. 2003.).En este testimonio, Fray Bartolomé de Las Casas expresa dos elementos importantes que debemos destacar. El primero es el sentido de la hospitalidad, el compartir y la solidaridad con los españoles por pensar que venían del “cielo”. Los aborígenes les expresaban su hospitalidad dándoles alimentos, casas y atención. Lo cual demuestra el alto grado de humanidad que tenían y siguen teniendo nuestros aborígenes. El segundo elemento es la miseria humana por parte de los “cristianos que cayeron del cielo”, los cuales en el fondo eran unas bestias salvajes, sin ningún tipo de sentimiento, y sólo tenían el afán de encontrar oro y esclavizar a los aborígenes. Allí se expresaron dos modelos de concebir lo humano. El modelo miserable que vino del “cielo” se expresó en el sádico proceso de destrucción de la comunidad aborigen a nombre del cristianismo: violación, infanticidio, torturas, saqueos y cualquier tipo de aberración humana que se iría produciendo en todo el Continente. Sin embargo, en esa misma cita podemos observar cómo los aborígenes comenzaron a crear sus mecanismos de defensa, comenzaron a delinear un proceso de cultura de resistencia con dos actitudes: la confrontación en desigualdad de condiciones bélicas contra el enemigo, o simplemente huyendo hacia los montes, los bosques, la selva, ante el calvario infernal impuesto por los colonizadores. Allí comenzaría un largo proceso de resistencia contra la primera globalización sangrienta en este Continente. Fue el mismo Fray Bartolomé de las Casas quien, a partir de esta denuncia, propone a los Reyes de España, con la finalidad de evitar el exterminio definitivo de los pueblos aborígenes, traer “negros de África” para suplantar a los aborígenes en los trabajos del Nuevo Mundo. Sin proponérselo iría a provocar uno de los más terribles crímenes de lesa humanidad: la trata negrera. Este compulsivo despoblamiento de las Américas, más la urgente necesidad de consolidar el capitalismo mercantil, produjo que la empresa civilizadora occidental buscara repoblarlos nuevos territorios para incorporar esta parte del mundo al des-arrollo capitalista mundial. Ante una población indígena exterminada, y ante una escasez de recursos humanos para el trabajo de las tierras, minas y construcción de pueblos, se planteaba la necesidad de conseguir hombres, mujeres, niños y niñas para lograr esos objetivos económicos. Es así como Occidente mira hacia al otro lado del Atlántico, muy concretamente a África, y sobre todo África subsahariana, sobre la cual ya tenía información, pues conocía que sus habitantes tenían un grado de desarrollo expresado en conocimientos tecnológicos para la agricultura, el trabajo en las minas, la arquitectura entre otros aspectos. Era el lugar ideal para buscar los recursos humanos que necesitaba para iniciar su empresa civilizadora en las Américas. El instrumento comercial que crearon los occidentales para implementar el secuestro y traslado de millones de afro subsaharianos y afro subsaharianas a tierras venezolanas se denominó la trata negrera, expresada en los llamados asientos de negros, que consistía en la firma de un contrato monopolista entre la Corona española y las compañías comerciales dedicadas a este comercio.

Los asientos de negros firmados entre la Corona española fueron realizados en primer lugar por las compañías negreras portuguesas (1576-1640), compañías francesas (1702-1712), la compañía inglesa (1713-1773), y sumado a ello el contrabando de las compañías holandesas. Por último, el libre comercio de “negros” a partir del año 1782.Para justificar la trata negrera, los involucrados en esta terrible empresa (Iglesia, poder político, científico y económico) recurrieron a justificaciones biológicas, religiosas e ideológicas que establecerían a lo largo de la historia lo que hoy conocemos como racismo y discriminación racial Para el siglo XVII, “el anatomista holandés Petrus

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24.3 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com