Arquitectura Republicana

Época Republicana: LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XIX

Los monumentos más importantes de Bolivia en el siglo XIX son las catedrales de Potosí y La Paz. En su construcción se advierte la transición del último rococó virreinal a neoclasicismo republicano. Esto corre paralelo con las nuevas ideas que se expanden en el último tercio del siglo XVIII, y que producen un cambio radical en la sociedad americana. Desde el punto de vista artístico el neoclasicismo que aparece hacia 1780, es el que pervive durante la guerra de independencia y los primeros años republicanos. Tiene gran aceptación en las ciudades y centros oficiales en tanto que la zona rural, altamente poblada de indígenas, sigue fiel al barroco virreinal.

La iglesia Matriz de Potosí fue demolida en 1808 y se comenzó una nueva obra a cargo del arquitecto Manuel Sanahuja, lego franciscano de origen catalán, que es enviado a Bolivia desde el Colegio de Moquegua. En diciembre de 1809 se puso la primera piedra y la construcción fue avanzando lentamente durante los años de la guerra, siendo activada después de 1825.concluyóse en 1836 en la presidencia del Mariscal Andrés de Santa Cruz. La catedral de Potosí tiene tres naves, todas a ala misma altura. Una cúpula gallonada interiormente se eleva sobre el crucero, sus estrados es octogonal. Los pilares tienen columnas compuestas adosadas sobre las que corre el entablamento que recibe los arcos. Esta composición deriva de las grandes catedrales españolas hace que los órdenes parezcan más esbeltos. Todo el interior es blanco realzado en oro. Exteriormente la Catedral de Potosí es un monumento de grandes dimensiones, todo él de piedra de cantería. Su fachada con remate mixtilíneo debe mucho al barroco. Las tres portadas de los pies de la nave son sencillas dentro de una composición rococó. La Catedral de Potosí tuvo repercusión no sólo en la ciudad sino en el resto de la república, así Sanahuja, su arquitecto, fue llamado a La Paz donde hizo el trazo de la nueva Catedral que en su forma original era semejante a la de Potosí, también en La Paz hizo la cúpula de la Merced, con estrados octogonales y en Potosí, Sanahuja, hizo además de la catedral, otros trabajos como el diseño de la nueva cúpula de Santo Domingo que fue ejecutada por Torca en 1870 y algunas reformas en la Casa de la Moneda.

Sanahuja fue un innovador en la arquitectura de retablos, a él se debe el retablo neoclásico con superposición de órdenes y columnas de fuste liso. Toda la decoración radica en el dorado de capiteles y molduras. Sanahuja dejó retablos de este tipo en Santo Domingo Y San Francisco de Potosí, pero su obra más importante es el retablo mayor de la Merced en la Paz, lamentablemente desfigurado en una mala imitación barroca.

Los primeros años republicanos, pero especialmente los gobiernos des santa Cruz y Ballivián, se caracterizan por grandes construcciones de mampostería, no sólo en ciudades, sino en los pueblos. Tal es el caso de las iglesias de Viacha y San Andrés de Machaca que responden el neoclasicismo purista. Viacha es de cruz latina con bóveda de cañón sobres la única nave. Su portada se decora con doce columnas dóricas estriadas de gran purismo. Algunos relieves mestizos con la Virgen y ángeles, nos hablan del desaparecido barroco.

La obra se comenzó en 1826 y se concluyó diez años después inaugurándose en 1840. El maestro de obras fue el indígena Manuel Maita.

Algo anterior es la iglesia de San Andrés de Machaca, que se comenzó en 1806 y quedó concluida en 1833. Imponente por sus dimensiones y muy sobria en su decoración tiene todavía resabios barrocos. No se conoce su autor aunque sí el hombre de canteros y albañiles que trabajaron en la obra. Espacialmente tiene atrio y capilla de difuntos que se concluyeron en 1850, la que muestra la pervivencia de las formas virreinales hasta bien entrado el siglo XIX.

Mientras se construía la catedral de La Paz, Ramón Loayza, a sus expensas mandaba a levantar una casa de ejercicios para la Tercera Orden Franciscana. La obra se concluyó en 1833. Este es uno de los pocos edificios des su género que se conserva completo. Tienen cuatro patios y una capilla interior. Los primeros formados por arcadas de pilastras toscanas que hacen juego con la sobria portada de la capilla compuesta basándose en pilares carentes de capitel.

Como se ve por los ejemplos citados en la nueva república aparece, después de Sanahuja, el academismo fiel seguidor de las normas de Vignola y Vitruvio. Esta tendencia se afirma con dos importantes arquitectos: el Coronel de Ingenieros Felipe Bertrés y José Nuñez del Prado. El primero vino a Bolivia con los ejércitos auxiliares, volviendo en 1834 permaneció en el país hasta 1843. A él se debe el primer

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