Arte Republicano De República Dominicana

En el año 1844 República Dominicana logró su independencia, quedando libre del dominio haitiano. Este movimiento fue el resultado de un movimiento libertario llevado a cabo en todo el continente americano, que influenció en el pensamiento, acción social y la producción artística.

Surge una sensibilidad colectiva de buscar la dominicanidad, la misma aparece en la historia de mezcla de razas y las culturas española y africana, en el teatro, en la pintura, en la literatura, entre otros.

Los primeros años de la República se vieron permeados por las luchas para consolidar la soberanía nacional. El país fue anexado a España en el año 1861, lo cual fue causa de nuevas guerras. Continuamos siendo parte de España hasta el 1865, cuando se logra la soberanía definitiva, al periodo de luchas para lograr la soberanía definitiva se le conoce como Restauración.

En la segunda mitad del siglo XIX surgen los primeros pintores dominicanos quienes prefirieron inclinarse por los temas históricos, debido al ambiente nacionalista existente. “Alejandro Bonilla, Leopoldo Navarro, Luis Desangles-Sisito, Abelardo Rodríguez y Adriana Billini realizan sus pinturas dentro del naturalismo, neoclasicismo y romanticismo” (Coleccion Cultural de Codetel, 2001, p.36)

Los temas de la mayoría de las pinturas de la época provenían en su mayoría del romanticismo, entre estos se encontraban los paisajes históricos, las escenas indígenas, retratos y bodegones. Todos estos temas se desarrollaban con técnicas adquiridas del copiado o en los talleres de profesores europeos, los mismos en ocasiones permanecían en el pais por un tiempo impartiendo clases de dibujo y pintura.

Juan Fernández, fue uno de aquellos europeos que impartían clases, era un pintor español de la Escuela de Madrid. El mismo, abrió una academia en la ciudad de Santo Domingo desde 1883 hasta 1886, a la misma asistieron como alumnos Desangles y Abelador.

Alejandro Bonilla se vio involucrado en todo el proceso de independencia, luego surge como pintor, de esta manera plasmó momentos cruciales de la historia dominicana. Bonilla es el primer pintor dominicano en tratar el tema de la caña y de la maquinaria se emplea en la industria azucarera.

Leopoldo Navarro, se destacó en el período de la Anexión a España, este trabajó el dibujo, la acuarela y el óleo. Además de esto, Navarro fue profesor de matemáticas, ingeniero civil, entre otras cosas. Tambien residió en España durante nueve años, donde realizó hermosas acuarelas. Las obras de Navarro, son pequeños retratos sobre papel, en los mismos domina la luz, los mismos transmiten una especia de academicismo romántico preimpresionista.

La obra que resultó más significativa a finales del siglo XIX fue la del pintor, fotógrafo, escultor y maestro Abelardo Rodríguez Urdaneta. El mismo mantuvo una Academia de Dibujo, Pintura y Escultura desde 1908 hasta 1933. Se le considera de temperamento romántico y hanchura clásica, ademas como el precursos de la fotografía artística dominicana.

Luis Desangles –Sisito- surge del Taller de León Cordero, luego de esto abrió su propia academia, la cual fue hogar del inicio de la vida artistica de Abelardo Rodríguez Urdaneta y Leopoldo Navarro. Trabajó el retrato y la pintura histórica y costumbrista. En 1904 se mudo a Santiago de Cuba, en donde se conservan sus principales obras, además de en Santo Domingo.

Adriana Billini fue la primera mujer que se destacó en el arte dominicano, fue hija del pintor Epifanio Billini. La mayor parte de su vida vivió en Cuba, donde fue profesora en la Escuela de Bellas Artes. Su obra siempre se encontró vinculada a su país natal, lo cual se exhibe en sus cuadros en las más importantes exposiciones dominicanas. Además dirigió una academia privada, en la misma hacia uso de un método creado por ella para enseñar dibujo. Tambien obtuvo el Primer Premio de Pintura de la Exposición Nacional de 1907.

A finales del siglo XIX sobresalen Arturo Grullón, Abelardo Piñeryro y el puertoriqueño Ramón Frade.

Arturo Grullón, oriundo de la ciudad de Santiado de los Caballeros, asistióa la academia del pintor Juan Fernández Corredor en Santo Domingo. Además recibió clases con Sisito Desangles. Estudió pintura y medicina en Paris, en donde vivió por un tiempo. En 1890 fue parte de la exposición de alumnos de Fernández Corredor y en un salón parisino, en las cuales recibió galardones por sus trabajos. Se destacó por pinturas y dibujos de corte romántico.

Entre 1865 y 1916, muchos hechos contribuyeron al nacimiento de una clase media, entre estos se encuentran: los gobiernos cortos y dictaduras largas, nuevos modos productivos,

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