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Artes Plásticas Edad Contemporánea En Bolivia


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2014  •  1.427 Palabras (6 Páginas)  •  621 Visitas

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ARTE COMTEMPORÁNEO EN BOLIVIA

Introducción:

En Bolivia se han seguido las mismas corrientes que en Europa y en especial los artistas bolivianos tienen influencia francesa, sin embargo en cada arte se distinguen ciertas características particulares de nuestro país:

• En la escultura se distinguen una corriente conservadora y una tendencia innovadora. Dentro de esta última pueden reconocerse dos direcciones: la del expresionismo y la del abstraccionismo.

En Bolivia no hubo escultura profesional hasta la creación de la Escuela de Bellas Artes de La Paz. Durante la primera mitad del siglo XX se destacan Epifanio Urrias Rodríguez, Alejandro Guardia, Fausto Aóiz, Emiliano Luján, Hugo Almaráz, Víctor Zapana, el ceramista Manuel Iturri y principalmente Marina Núñez del Prado quien es considerada una de las más grandes escultoras de América Latina y que llegó a ser admirada por personalidades como Pablo Picasso y Gabriela Mistral. La obra de Núñez del Prado se distingue por el uso de estilizadas curvas (trabajadas en ónix, granito negro, alabastro, etc.), que simbolizan a la mujer (la silueta femenina, la imagen de la mujer, la mujer indígena, etc.), tema que ocupa un lugar central en su arte.

Más tarde, después de la década de 1960 aparecen nuevos valores como Ted Carrasco, Carlos Rodriguez, Marcelo Callaú y David Paz, y más recientemente León Saavedra-Geuer, Francine Secretan y Gastón Ugalde. Todos estos artistas a excepción de Rodriguez y Saavedra-Geuer, hacen un arte inspirado en el mundo boliviano y los mitos andinos como los cóndores, el misterio de la vida y la muerte en eterna sucesión, el exuberante y lujurioso mundo de los trópicos, logrando obras de gran calidad y que definen acaso el arte boliviano mejor que la propia pintura.

• En la pintura los temas como el indio y el obrero pasan a segundo plano, entonces se desarrollan temas como el hombre urbano y el arte con un fuerte contenido de crítica social. Roberto Valcárcel abrió una nueva senda en este sentido con sus torturados, sus muchachos equívocos, el Che Guevara o Franz Tamayo hechos con bolsitas de té, valiéndose en gran medida del dibujo. Gastón Ugalde trabaja los barros secos, los indios tornados urbanistas y los héroes desconocidos, tan desconocidos y anónimos con los monigotes de papel vestidos y los toros sin cabeza de Efrain Ortuño. Es muy valiosa también la producción hiperrealista de Tito Kuramoto en Santa Cruz y la pintura aparentemente naïve de Carmen Villazón.

Dentro la pintura de protesta es importante la obra de Edgar Arandia, Javier Fernández, Gil Imaná y Lorgio Vaca. Carlos Fernandez, por su parte expresivo y colorista por esencia, ha sintetizado en su pintura el paisaje urbano y los rostros de ciudadanos bolivianos.

• En la arquitectura es donde más se sigue las corrientes europeas, se destacan: Dentro del eclecticismo, la obra de Arturo Posnasky quien edificó su residencia privada en estilo neotiahuanacota (1909), hoy sede del Museo Nacional de Arqueología. También se construyeron residencias como el Club Libanés, la Casa Machicado, y las oficinas de la Bolivian Railway con ventanas y balcones elaboradas en hierro forjado.

En la arquitectura metálica se construyó el edificio de la Aduana Nacional (1915-1920) por Miguel Nogué. Importantes obras de ingeniería son los Puentes Colgantes, que penden de cables de acero, sostenidos por dos pares de torres de estilo neogótico, el Puente Sucre sobre el Río Pilcomayo, entre Sucre y Potosí, construido por el ingeniero Julio Pinkas, y el Puente Arce, entre Sucre y Cochabamba, ambos diseñados y calculados por Luis Soux.

Dentro del academismo oficial, en La Paz se construyeron el Palacio Legislativo (1900-1905), atribuido a Camponovo; el Palacio de Justicia (1919) de Adán Sánchez. En Oruro, durante los años de apogeo de Simón Patiño se construyó el Palais Concert (1930) con arquitectura afrancesada.

El arquitecto más importante en el siglo XX fue Emilio Villanueva (1886-1970), que dentro del academicismo edificó importantes edificios de La Paz como el Hospital General (1925), la Alcaldía de La Paz Alcaldía de La Paz (1925) y el Banco Central de Bolivia (1926). Dentro del racionalismo, y en pos de una arquitectura nacional realizó el complejo de la Universidad Mayor de San Andrés (1941-1948), aplicando módulos y conceptos espaciales inspirados en la cultura Tiwanaku.

En la segunda mitad del siglo XX, se pone de moda la arquitectura neocolonial con edificios como la Estación de Ferrocarril en La Paz y la Corte Suprema de Justicia en Sucre, de Julio Mariaca Pando (1895-1970), y los edificios de La Razón y la Caja Nacional de Seguridad Social, de Mario del Carpio. Otras obras son: Cuarto Centenario en Potosí, de Martín Noel; la Prefectura de Potosí y el Banco del Estado de Santa Cruz de la Sierra, de Alberto Iturralde Levy; el Monumento a la Revolución Nacional (1960) de Hugo Almaraz(1910-1980); el edificio de La Papelera 1967, de Luís Perrín y la sede de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos de Luis Iturralde Levy; estos dos últimos con influencia del racionalismo funcionalista inspirado en la tercera generación de rascacielos de Estados Unidos.

En la década de 1980, aparece la arquitectura postmoderna en obras como la Casa Morales (1985), de Roberto Valcárcel (1951) y la Casa Crespo de Carlos Villagomez Siñani.

• Artes menores:

Los griegos antiguos dividían las artes en superiores y menores. Las Bellas Artes o artes superiores eran aquellas que permitían gozar las obras por medio de los sentidos de la vista y oído, siendo innecesario el contacto físico con el objeto observado, se clasificaban en seis: arquitectura, escultura, pintura, música, poesía y danza (la música incluía al teatro

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