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Breve Historia Contemporanea De La Argentina


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  8.324 Palabras (34 Páginas)  •  283 Visitas

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La restauración conservadora: 1930-1943

El 6 de septiembre de 1930 el general José Félix Uriburu asumió como presidente provisional y el 20 de febrero de 1932 transfirió el mando al general P. Justo, que había sido electo, junto con el doctor Julio A. Roca, en

Noviembre del miso del año anterior.

Intervención y cierre económico

La depresión que empezó en 1928 y continuo hasta 1932 golpeó fuertemente las economías abiertas del mundo.

Gran Bretaña se refugió en proteccionismo comercial y constituyó un "área" de la libra, defendida por el control de cambios primero y por la inconvertibilidad de la moneda después y sólo incursionó tímidamente por nuevos caminos; a mediados de 1933, con la designación como ministro de hacienda de Pinedo -con quien colaboró Raúl Prebisch-, se avanzó por un rumbo más novedoso, delineándose dos tendencias que habrían de perdurar largamente: la creciente intervención del Estado y el cierre progresivo de la economía. También otra, menos duradera pero de mayor trascendencia en lo inmediato: el reforzamiento de la relación con Gran Bretaña.

También en 1931fue el establecimiento del control de cambios mediante el gobierno centralizaba la compra-venta de divisas. Avanzando sobre el control de las finanzas en 1935 se creó el Banco Central; cuya función principal era regular las fluctuaciones cíclicas de la masa monetaria evitando tanto una excesiva holgura como la escasez, así como la de controlar los bancos privados-que pertenecían a su directorio- sobre todo en el manejo de créditos. Para atenuar los efectos de las crisis cíclicas y defender los productos locales se comenzó a regular la comercialización de la producción agropecuaria.

El Estado fue asumiendo funciones mayores en la actividad económica, y pasó de la simple regulación de la crisis a la definición de reglas de juego cada vez más amplias. La más importante tuvo que ver con la industria, cuya producción comenzó a crecer en el marco de la crisis, y siguió haciéndolo luego de la recuperación de la segunda mitad de la década. Con la prosperidad de las décadas anteriores se había constituido en el país un mercado consumidor de importancia. El cierre creciente de la economía, los aranceles y la escasez de divisas creaban condiciones adecuadas para sustituir los bienes importados por producidos localmente, sobre todo si la producción no exigía una instalación febril muy compleja o si ya existía una base industrial, que podía ser utilizada más intensamente.

La vieja dinámica de los sectores propietarios, de diversificación en distintas actividades sin atarse definitiva a una encontró en la industrialización sustitutiva un nuevo campo, que se completó posteriormente con la inversión inmobiliaria. Por otra parte con la combinación de un mercado cerrado y algunas pocas grandes empresas por cada rama o cada actividad tornó poco relevante la presión por la mayor eficiencia y el menor precio. La ganadería siguió retrocediendo respecto de la agricultura al igual que en la década anterior . La producción agrícola no decayó, a pesar del derrumbre de los precios, aunque la situación de los productores se deterioró sensiblemente, en especial la de los más pequeños, y se fueron delineando las condiciones del éxodo rural, visible luego del comienzo de la segunda guerra mundial. En todo el n nordeste se extendió la ocupación de nuevas tierras, iniciada en la década anterior, y se constituyó un amplio sector de pequeños productores dependientes de un sector comercial e industrializador muy concentra.También aquí el Estado intervino para regular la comercialización

La presencia británica:

Presionada por el avance de Estados Unidos, y en el marco de la crisis desatada en 1930, Gran Bretaña optó por reconcentrarse en su Imperio, fortalecer sus vínculos con las colonias y dominios y acotar la presencia estadounidense. A la vez, en un contexto mundial de restricciones financieras, se propuso defender sus antiguos mercados y salvar sus ingresos provenientes de préstamos o inversiones antiguas. En 1932 la conferencia imperial de Ottawa inclinó la balanza hacia los miembros del Commonwealth quienes tenían preferencias por las importaciones británicas. Entre otras medidas se decidió a reducir un tercio las compras de carnes congeladas proveniente de Argentina que podía reemplazarse con la proveniente de Australia y en un 10% la enfriada tomando para esto como base las compras de 1932, ya muy bajas. Se trataba de un punto extremadamente sensible para la Argentina, quizás no tanto por su importancia intrínseca como por la magnitud de los intereses constituidos en torno de la exportación de la carne: productores, frigoríficos y empresas navieras eran capaces de presionar fuertemente sobre el gobierno.

A la vez el gobierno Argentino también poseía una arma decisiva: la política arancelaria y el control de cambios, permitían discriminar las importaciones y regular el monto de las divisas que sería utilizado para pagar los servicios de la deuda Británica, para comprar productos británicos o para remitir las utilidades de las empresas británicas instaladas en la Argentina. En un contexto de escasez de divisas y con fuertes demandas de los intereses comerciales norteamericanos el punto se convertía sumamente importante para Gran Bretaña. En 1933 una misión encabezada por Julio A. Roca negoció en Londres las condiciones para el mantenimiento de la cuota Argentina de la Carne. La credibilidad del gobierno era vital entre los diversos sectores ligado a la actividad pecuaria, pero tuvo un éxito relativo: se mantendrían las condiciones de 1932 y se consultarían eventuales reducciones posteriores que fueran necesarias.

No logró gran cosa en su segundo objetivo: aumentar la participación de los productores locales en el control de las exportaciones de modo de negociar en mejores términos con los frigoríficos. Gran Bretaña se aseguró que la totalidad de las libras generadas por este comercio se emplearían en la propia Gran Bretaña: en el pago de la deuda, la importación de carbón, material ferroviario o textiles -para los que se establecía un tratamiento arancelario preferencial-y en la remisión de utilidades de las empresas británicas. El tratamiento benévolo apuntaba a reflotar empresas británicas en dificultades: las ferroviarias y los transportes urbano. Los ferrocarriles estaban atenazados por gastos fijos muy altos en reducción general de su actividad y la creciente competencia del transporte automotor.

Un frente popular Frustado

En 1935 los trabajadores

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