Comparación Del Entendimiento Del Concepto "realista" En Carr Y Su Desarrollo En La Teoría De Las Relaciones Internacionales Con Morgenthau

Teoría de RRII I 2011.

Comparación del entendimiento del concepto “realista” en Carr y su desarrollo en la Teoría de las Relaciones Internacionales con Morgenthau

Edward Carr, historiador y diplomático ingles, junto a Hans Morgenthau, politólogo alemán son estimados como los grandes teóricos del realismo en las relaciones internacionales. Es importante mencionar que el contexto en el que Carr desarrollo su libro “La Crisis de los veinte años” es la invasión de la Alemania hitleriana sobre Polonia.

Carr carga contra el utopismo centrado en el orden internacional de armonía de intereses regulados jurídicamente. El deber individual es someterse a la ley por el bien de la comunidad. El mas alto interés individual es el bien y el bien es el mas alto interés de la comunidad que coincide en forma natural. El individuo que persigue su propio interés, persigue el de la comunidad. Promoviendo el interés comunitario promueve su propio interés. Esta es la doctrina de la armonía de intereses que Carr atribuye a Adam Smith como principal responsable con su Laissez-faire, cuyo propósito era eliminar el control estatal sobre las cuestiones económicas y para justificar esta doctrina busco demostrar que el individuo sin control externo, promueva los intereses de la comunidad por la razón de que esos intereses son idénticos a los suyos. La crítica de Carr lo muestra más proclive a la regulación económica a nivel internacional con el seguimiento de una agenda de pleno empleo, igualdad y justicia social. Recordemos el contexto internacional de crack económico y surgimiento de las ideas keynesianas.

Para Carr, Maquiavelo fue el primer realista político y en tal sentido el historiador inglés es tributario de la ontología realista: 1ª La historia es una secuencia de causa y efecto cuyo curso se puede analizar por medio del esfuerzo intelectual, pero no como los utópicos creen; 2º La teoría no crea como afirman los utópicos la practica, por el contrario la practica crea la teoría; 3º La política no es como proyectan los utópicos una función de la ética, sino la ética de la política. Los hombres “se mantienen honestos a la fuerza”. La moralidad, en Maquiavelo, era importante pero carecía de efecto sino contaba con una autoridad efectiva. La moralidad es el producto del poder. (1)

Carr se aproxima a las relaciones internacionales como son y no como pueden ser, sin embargo en su fundamento de ciencia dice “El pensamiento político es por sí mismo una forma de acción política. La ciencia política no es solo la ciencia de lo que es, sino también de lo que debe ser. La política tiene su propia lógica en cuanto se muestra independiente de sus preferencias morales de los actores políticos pero corresponde a los politólogos discernir si su racionalidad corresponde a leyes científicas o no.

Tras la Segunda Guerra Mundial Hans Morgenthau, hará referencia a la objetividad y racionalidad del analista científico del sistema internacional y dirá: ..“el realismo cree tanto en la objetividad de las leyes de la política como en la factibilidad de elaborar una teoría racional que explique, aunque sea imperfecta y parcialmente esas leyes objetivas”…(2) Las reflexiones individuales en materia de toma de decisiones de política exterior y las motivaciones intimas, como las ideológicas no adquieren valor ético en el gobernante. Para el realismo la teoría consiste en la verificación de los hechos y darle sentido a través de la razón (3)

Morgenthau insistirá en una mirada sensata del escenario internacional que explicará racionalmente los hechos. En este sentido se comprende que en la naturaleza del hombre radica las leyes de la política, porque: …”los estadistas piensan y actúan movidos por interés que se traduce en poder, ya que todas las evidencias de la historia confirman

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