Cuento De Los Simbolos Patrios

LOS TRES NIÑOS VALIENTES. Seudónimo: ASB

Había una vez en un pueblo muy humilde que se llamaba el rancho de los leñadores, una familia que era la más pobre de todas, ellos casi no tenían para alimentarse pero estaban felices porque en pocos días nacería su hijo. Por fin se llegó el día y todos en el pueblo se llenaron de sorpresa al enterarse que eran tres grandes y hermosos bebés los que habían nacido y a los que nombraron Pedro, Paco y Pablo. Cuándo cumplieron siete años de edad, cada uno de ellos se distinguía por sí mismo; Paco era el más inquieto, Pedro el más inteligente y Pablo era el soñador. Un día los tres hermanos notaron tristes y preocupados a sus padres debido a que ya no tenían que comer.

Esa noche Pedro les dijo a sus hermanos

-Tenemos que hace algo para ayudar a nuestros padres y que ellos se sientan orgullosos de nosotros, todos quedaron de acuerdo y cuando clareaba el sol del día siguiente salieron de la casa sin que nadie se diera cuenta llevándose el hacha de su papá.

Cuando llegaron al bosque se desanimaron al ver los pinos tan altos y fuertes ,sabían que no iban a poder cortar ni uno que valiera la pena ,los niños se entristecieron bastante, pero nunca se dieron por vencidos y caminaron abrazados hasta que encontraron un pino muy bonito, frondoso que casi tocaba el cielo. Cuando empezaron a cortarlo se escuchó una voz chillante y gritona que decía:

-¡No, no lo hagan, es mi casa, es lo único que tengo¡

De pronto apareció un pequeño hombrecillo, tenía orejas grandes, zapatos puntiagudos y era de color café todo su cuerpo. Pedro, Paco y Pablo se quedaron con la boca abierta, el hombrecillo les dijo:

- Les cumpliré tres deseos, con la condición de que no destruyan mi casa.

Los tres hermanos aceptaron la condición que puso el hombrecillo orejón olvidándose completamente de sus padres. Paco que era el más inquieto de los tres fué el que pidió el primer deseo y dijo:

-¡Yo quiero aprenderme el Himno Nacional De México ¡ -pronto

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Paco se soltó cantando todas las estrofas del glorioso Himno Nacional.

-Dijo el hombrecillo - ¿Pedro tu que me vas a pedir?

Pedro ya tenía la respuesta y le pidió una hermosa bandera que se distinguiera por tener tres colores brillantes, al instante se apareció una gran bandera, llena de luz y colorido, reinando los colores verde, blanco y rojo pero sin escudo.

-El hombrecillo susurró – Pablo tú eres

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