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DESARROLLO SOSTENIBLE


Enviado por   •  3 de Octubre de 2011  •  2.917 Palabras (12 Páginas)  •  2.226 Visitas

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Desarrollo sostenible: dialogo de discursos.

Al abordar el tema del Desarrollo Sostenible son muchas las variables que se ven involucradas y se cuestionan algunos paradigmas sobre los cuales se construye la economía del sistema capitalista, y se crean unos nuevos, con visión prospectiva y de avanzada.

La economía ecológica del medio ambiente y la economía ambiental o el conocido Ecodesarrollo surgen como una nueva manera de hacer economía, de forma tal que ésta se desarrolle acorde con la realidad, las necesidades de la humanidad y del ecosistema. Estas economías poseen una característica común, la racionalidad del uso de los recursos naturales la cual se manifiesta mediante una sincronización entre insumo-producto, y una planificación del presente y el futuro en términos de usos y fuentes del capital natural.

La economía, que por especificidad gira en torno a la utilidad y la eficiencia, se ve en apariencia desligada del medio ambiente y de la preservación del mismo, ya que quienes profesan la racionalidad instrumental y el economicismo juzgan que no hay por qué invertir en algo, que en ocasiones ni siquiera está valorado a costes de mercado. Se podría interpretar que la ecología está invadiendo los espacios económicos; pero no es tarea fácil tratar de encontrar un acercamiento entre la ecología y la economía en cualquiera de sus aspectos: ideológico, político, social, teórico y, mucho menos, en la praxis.

En este planeta aún vivirá por mucho tiempo nuestra especie, por eso debemos comprometernos con el cuidado del mundo, debemos pensar que el bienestar de las futuras generaciones depende de la presente y que el costo de los desaciertos del pasado lo estamos pagando nosotros mismos.

El desarrollo sostenible; Mirando Hacia el Pasado

Como génesis de este boom de crecimiento y desarrollo se puede considerar la revolución industrial, que en el siglo XVIII se inicia en Inglaterra; anterior a dicho periodo, en el sistema feudal y los anteriores a éste, únicamente tenía importancia la tierra pues ésta, era considerada como el principal elemento generador de riqueza, e incluso los mismos trabajadores hacían parte constitutiva de la tierra. El proceso de revolución industrial originó un cambio radical en los modos de producción y en la relación entre hombre y medio ambiente o, como se dijera antes, relación entre el hombre y la tierra. Dicho proceso se extendió rápidamente por Europa, haciendo eco en el resto del mundo en forma posterior, hasta llegar a Latinoamérica.

Aunque no existe una concepción unificada de esta ideología relativamente contemporánea, sí se puede ubicar dentro de un marco de concertación entre el mundo económico y el mundo ecológico con un criterio generacional; pero en términos generales, la Comisión Bruntland lo define así:

"El desarrollo sostenible ha sido definido como el desarrollo que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades". (PICHS, 1994. )

Este concepto globalizado y simple en apariencia, no tiene en cuenta los grandes y diversos conflictos que se generan al aplicar la política que plantea.

Esta doctrina, aparentemente sencilla, involucra y revoluciona muchos elementos claves de la economía como el mercado, la producción, los costes, la eficiencia, la equidad, las relaciones internacionales y otros; en esa nueva concepción económica el cambio de los paradigmas tradicionales es un hecho irreversible, ante una realidad nefasta; y constituye el elemento más revolucionario del cambio de milenio, pues afecta a todos y a todo, en el mundo entero y, sin dudas, es el paradigma más grande de este inicio de siglo.

Una actividad sostenible es aquella que puede mantenerse a través del tiempo en las mismas o similares condiciones. Asegurar que se satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades es el imperativo del Desarrollo Sostenible. Hay que caminar sobre la senda del fortalecimiento de los vínculos positivos entre el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente, mejorando el nivel de conocimientos al respecto, fomentando la efectiva utilización y difusión de tecnologías acordes con la conservación del medio ambiente.

En las últimas décadas, el tema del medio ambiente ha tomado mayores dimensiones en las esferas internacionales, tanto en los círculos académicos como en los políticos. Los conceptos de ecología y economía, en forma conjunta, se han visto mezclados a causa de un proceso de evolución y difusión de criterios o reflexiones epistemológicas comunes y evidenciadas por la práctica, con puntos de vista sobre el vínculo entre estas dos áreas, los cuales logran una mayor relevancia en el inicio del nuevo milenio; y actualmente todos los países del mundo deben hablar en conceptos de Desarrollo Sostenible como si fuera un idioma universal.

Con el objetivo de integrar los elementos sociales, económicos y ecológicos, que forman parte de las ciencias fácticas sobre las cuales el hombre continuamente investiga y sugiere, en un modelo prospectivo en el largo plazo, se hace necesaria e imperativa una reestructuración económica nacional e internacional, con unos paradigmas nuevos orientados principalmente a la equidad y a la ecología, con un orden internacional justo que garantice la necesaria cooperación de los diferentes países y bloques económicos.

En este momento sale a flote una gran limitante, la INCONMENSURABILIDAD. Simplemente, se puede afirmar con vehemencia que el hombre en la actualidad es incapaz de medir cuánto tiene, cuánto necesita, cuánto utiliza y, especialmente, cuánto utilizará de la naturaleza. No es fácil entender que nos encontramos en esta situación y que los modelos actuales de crecimiento y desarrollo, en la mayoría de los países del mundo, se encuentran vacíos en este aspecto.

El crecimiento demográfico de la población mundial tiene grandes implicaciones que obstaculizan la determinación de las principales políticas internacionales en relación con los recursos naturales. A medida que se incremente el número de habitantes del planeta, se tendrá que optimizar mucho más el uso del capital natural, que posee un comportamiento decreciente en el tiempo. A mayor población, menos recursos. Con esta premisa se puede afirmar que aplicando un freno al crecimiento poblacional, será menos difícil obtener la sostenibilidad requerida para asegurar un futuro adecuado al mundo.

La afirmación de que los recursos naturales se encuentran en forma ilimitada para el libre usufructo del ser humano perdió vigencia hace mucho tiempo; pues la

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