De Las Revoluciones Burguesas Al Mundo Globalizado.

Capitulo 3.- Las revoluciones burguesas.

Resumen:

La crisis del siglo XVII y el absolutismo.

El desarrollo del capitalismo implico profundos ajustes: la alianza entre burguesía y monarquía, la consolidación de los Estados nacionales, el enfrentamiento entre Iglesia y Estado, las guerras entre naciones y entre religiones, etc. Todo ello aunado a una crisis generalizada, propicio el fortalecimiento de la autoridad real desde mediados del siglo XVII y hasta entrado el siglo XVIII. El monarca fue visto como garantía de estabilidad, cohesión y legitimidad política y social. Este proceso se conoce como absolutismo.

La crisis del siglo XVII también fue enfrentada por medio de la formación de asambleas representativas y legislativas y el intento por limitar el poder de la monarquía, como los casos de las revoluciones de Holanda e Inglaterra.

Cuando Felipe II heredo los países bajos empezó un largo conflicto que duro de 1568 a 1684. La arbitrariedad del gobierno español, así como la persecución religiosa a favor del catolicismo, fueron repetidas mediante la lucha de una iglesia calvinista que opero como el centro de la resistencia holandesa. El fruto de la resistencia se palpo en 1581, cuando la alianza de las Provincias Unidas de los Países Bajos proclamo su independencia de España. Ello significo una nueva organización económica, social y política. Destacaron; la promulgación de una republica independiente facultada por una asamblea soberana; la política de libre comercio y la tolerancia religiosa.

La revolución industrial.

La revolución industrial es uno de los procesos que más influencia han ejercido en la historia moderna. No solo modifico radicalmente las formas tradicionales de producción de mercancías, sino que impulso una cascada de transformaciones en todos los aspectos de la vida humana, cuyas consecuencias se perciben aun en la actualidad.

Esta revolución requirió una serie de factores, entre los que destacan: una revolución agropecuaria que garantiza el abasto de materia prima y alimento, la expansión y el control de un comercio lucrativo en el seno de un mercado mundial cada vez mas extensivo, la disponibilidad de trabajadores expulsados del campo y reunidos en las ciudades, la descomposición del artesanado a favor de la división del trabajo al interior del taller, así como la unificación de un Estado comprometido con el desarrollo burgués.

Absolutismo ilustrado.

El renacimiento preparo el camino para el desarrollo de pensadores que plantearon que la razón y el conocimiento científico que esta produce son el vehículo para que el hombre busca su realización y libertad plenas: la ilustración. El siglo XVIII fue el más importante y rico en el desarrollo de esta corriente, a consecuencia de las transformaciones sociales que el capitalismo generaba en Europa. La ilustración repercutió con mayor intensidad en las capas altas de la sociedad e influyo en los monarcas, que incorporaron en sus cortes a científicos, filósofos, artistas. A este fenómeno se le conoce como despotismo o absolutismo ilustrado, por otra parte la ilustración derivo en movimientos políticos como las revoluciones burguesas.

La revolución francesa.

Se produjo por una serie de factores que generaron descontento. La mayoría de la población, el Tercer Estado, carecía de derechos políticos; la burguesía se había desarrollado pero las políticas económicas limitaban su crecimiento; los campesinos se vieron afectados por una crisis agraria y el alza en el precio de los productos básicos. Incluso los nobles resentían el poder absoluto del rey. Debido a ello se exigió la reunión de los Estados Generales, antigua asamblea monárquica, pero no llegaron a ningún acuerdo y el Tercer Estado se separo, constituyéndose en Asamblea Nacional.

La Revolución Francesa empezó con la toma de Bastilla el 14 de julio de 1798, y paso por diversas etapas, la asamblea constituyente elaboro la primera Constitución Francesa, que estableció una monarquía parlamentaria.

En 1779 se llevo a cabo un golpe de estado en Francia el Dieciocho brumario organizado por Napoleón Bonaparte y apoyado por el ejército y la alta burguesía. El gobierno de Bonaparte se dividió en dos periodos: y el Consulado y el Imperio, y se caracterizo por una serie de contradicciones: la centralización del poder y la represión frente a una política económica y cultural modernizadora, así como una legislación que integraba las libertades y derechos. Sin embargo, en su papel histórico el periodo napoleónico implica la consolidación de la Revolución Francesa y el ascenso político de la burguesía.

Napoleón propago los ideales revolucionarios por toda Europa. Durante el Imperio, Francia logro la hegemonía en la parte continental. Para ello, napoleón aplico una política exterior consistente en guerras, alianzas, bloqueos, etc. Entre 1814 y 1815 el Imperio se derrumbo, pero la revolución francesa había dejado profundas huellas.

Capitulo 3.- Las revoluciones burguesas.

Mi opinión.

Puedo decir que el capitalismo fue el principal precursor de los cambios en la economía, territorio, gobierno e incluso la iglesia.

A esto se le aumenta la crisis generalizada, que fortaleció la autoridad real desde mediados del siglo XVII hasta entrado el siglo XVIII.

El monarca fue visto como una garantía de estabilidad, cohesión, legitimidad política y social, a este proceso se le llamo absolutismo.

El absolutismo represento el fortalecimiento del Estado por medio de la centralización del poder en el rey, con lo que quedo eliminado la autoridad de los antiguos nobles feudales y el clero.

A mi parecer esta forma de de controlar al pueblo, es que al rey se le dio todo el poder posible sin transgredir la ley de dios, lo que literalmente hacía pensar al pobre que todo se regía bajo el poder de dios.

En Francia el absolutismo alcanzo su punto máximo hacia finales del siglo XVII durante el reinado de “el rey sol”, quien era considerado la personalidad política y social más importante.

En España, a finales del siglo XV e inicios del XVI se creó un imperio enorme, gracias a la conquista de partes de América, África y Asia lo cual se traduce en mayor fuente de ingresos para la corona, pero España no tenia las condiciones de canalizar el capital, porque el control de los mares lo tenía Inglaterra, y la agricultura era poco productiva.

Con la decadencia de España, también

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