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Desarrollo De La Guerra Civil Española


Enviado por   •  5 de Marzo de 2012  •  2.167 Palabras (9 Páginas)  •  795 Visitas

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GUERRA CIVIL ESPAÑOl

LOS CONTENDIENTES

España republicana En septiembre de 1936, Largo Caballero, dirigente socialista, fue nombrado presidente de un gobierno en el que integró a todas las fuerzas antifascistas: republicanos, socialistas, comunistas, nacionalistas y militantes de CNT.

¿Hacer la revolución o ganar la guerra?

En el bando republicano existían tensiones. La CNT y los sectores más radicales de la UGT querían profundizar en el proceso revolucionario, porque la población se beneficiaría de ello. Los republicanos, los socialistas más moderados, liberados por Prieto, y los comunistas tenían como prioridad ganar la guerra, es decir, anteponían la victoria sobre el fascismo a la revolución.

Durante los primeros meses de la guerra, en la España republicana el poder residía en comités de municipios o barrios, controlados por los sindicatos o los partidos políticos, que a su vez contaban con sus propias milicias. En estos primeros momentos se llevaron a cabo colectivizaciones de empresas y de fincas agrarias.

En mayo de 1937 el gobierno de Largo Caballero fue sustituido por el de Juan Negrín, que desarrolla una política de resistencia a ultranza ante el enemigo, confiando en el inminente estallido de una guerra en Europa. La influencia anarquista fue disminuyendo y la presencia comunista aumentó a todos los niveles.

España nacional

En los primeros días del alzamiento no había existido un a gran coordinación entre los generales del bando nacional. La muerte de los generales Mola y Sanjurjo facilitó la creación de un mando unificado. El 24 de julio de 1936 se establece en Burgos una Junta de Defensa Nacional y el 1 de octubre los generales proclaman a Franco Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Estado.

La base social de los nacionales era muy diversa: grandes propietarios agrarios, la mayor parte de los empresarios; clases medias; pequeños propietarios agrícolas; la iglesia y los sectores más conservadores de la sociedad.

En el terreno político, los sublevados tuvieron el apoyo de grupos de tendencia muy diversa: monárquicos, la Renovación Española, lo que quedaba de la CEDA, los falangistas y los requetés. Franco veía en esta heterogeneidad un obstáculo para su poder, así que el día 20 de diciembre de 1936 militarizó las milicias por decreto y las sometió a la disciplina del ejército.

Para conseguir una unidad política, Franco promulgó el Decreto de Unificación el 19 de abril de 1937, que le ponía al frente de todas las fuerzas que secundaban el golpe militar en un nuevo organismo: la Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS). Los demás partidos fueron ilegalizados. Se había creado un Estado totalitario y Franco era su "caudillo".

El bando nacional contará también con el apoyo de la Iglesia. El 1 de julio de 1937 el episcopado español publicó una carta pastoral a favor de la España de Franco, justificando la guerra como una reacción contra la tendencia anticristiana del frente Popular. En octubre de 1937, el vaticano reconocía el gobierno de Franco.

Los generales que habían preparado la conspiración contra la República pensaban que la situación se resolvería con una actuación rápida y violenta para evitar la reacción popular. El proyecto, diseñado por el genral Sanjurjo, consisitía en levantamientos militares en varias ciudades y avance de varias columnas hacia Madrid para cercar al gobierno:

• La sublevación militar empezó en Melilla el 17 de julio de 1936. Pocas horas después, el teniente coronel Yague decretó el estado de guerra en Ceuta, y a al día siguiente, todo Marruecos estaba en poder de los sublevados. El general Franco, después de asegurarse el éxito en Canarias, llegó a Tetuán el 19 de julio para ponerse al frente del ejército de África.

• El 18 de julio se pronuncia Queipo de Llano en Sevilla, y con refuerzos de Marruecos controló Andalucía occidental.

• El general Mola decreta la guerra en Pamplona y con la ayuda de los requetés, controló Navarra.

• Sanjurjo muere en accidente de aviación al dirigirse a España desde Lisboa.

Los sublevados triunfaron en la meseta norte, en Zaragoza, en Galicia y en Mallorca. Sin embargo, el golpe fracasó en Madrid y en las ciudades más importantes de España: militantes de los sindicatos y partidos de izquierda consiguen palntar cara al ejército y aprar el golpe. En Madrid, Casares Quiroga fue sustituido como presidente del gobierno por José Giral, quien facilitó armas a organizaciones obreras y militares fieles a la república; rodearon a los rebeldes en sus cuarteles aplastando a los sublevados. En Barcelona y Bilbao, la Guardia Civil y la Guardia de Asalto se mantienen, además fieles a la República.

Tras el golpe militar, se perfilan dos Españas enfrentadas:

• la España republicana cuenta con las grandes ciudades -excepto Sevilla y Zaragoza-, la mayor parte de la población, las principales industrias y una importante zona agraria (Valencia y Murcia). Controla casi toda la flota y las tres cuartas partes de la aviación;

• la España sublevada, que se llamó a sí misma, la España nacional, disponía de la mayor parte de producción agrícola y ganadera, lo que planteó graves problemas de abastecimiento en la zona republicana. Cuentan con la mayor parte de los regimientos y oficiales del ejército.

El avance hacia Madrid

El objetivo de los sublevados era ocupar la capital, Madrid. El general Mola atacó desde el norte y Franco avanza desde el sur.

Para trasladar el ejército desde Marruecos a la Península, evitando la marina republicana, Franco contó con la ayuda de aviones alemanes e italianos, desembarcando en Andalucia unos catorce mil hombres y abundante material de guerra. Este ejército avanza rápidamente tomando Extremadura y Toledo, llegando a las puertas de Madrid en octubre de 1936, pero allí tropezó con una resistencia muy bien organizada de columnas de milicianos y no pudo tomar la ciudad.

En febrero de 1937 atacó por el sur en la batalla del Jarama para cortar las comunicaciones de Madrid con el este, pero no pudo aislar la capital.

En marzo lanzaron una gran ofensiva en Guadalajara, con la ayuda del cuerpo italiano que Mussolini había enviado en ayuda de los nacionales, pero fracasaron debido a la reorganización

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