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Desintegración De La URSS


Enviado por   •  25 de Noviembre de 2013  •  4.128 Palabras (17 Páginas)  •  2.454 Visitas

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Presentación

Este tema lo elegí, por que se muy poco sobre él y se me hizo interesante al investigar sobre ello, ya que fue cuando se dio como fin de la Guerra Fría, y que lo hicieron cambiar de régimen político.

También una de las razones, al menos a mi parecer fue en una de las acciones donde EUA se entrometió más de la cuenta, como pude ver en los demás temas EUA intervino en muchos conflictos, pero era para ganar poder y que no quedara como menos poderoso y que su régimen todos lo siguieran.

Otra razón, es ver como logran el cambio de régimen siendo la URSS el mayor representante del socialismo y como no pudieron sostenerlo por más que trataban de darle solución a la situación del país y que como última alternativa y solución era cediendo al otro régimen político que era todo lo contario a sus ideologías y ver como de ser un país potencia acabo en lo mas bajo.

Introducción al tema

La disolución de la Unión Soviética fue la desintegración de las estructuras políticas federales y el gobierno central de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que culminó en la independencia de las quince repúblicas de la Unión Soviética entre el 11 de marzo de 1990 y el 25 de diciembre de 1991.

El Tratado de Belovesh fue un acuerdo internacional firmado el 8 de diciembre de 1991 por los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia en la reserva natural de Belovézhskaya Puscha. Estos acuerdos declaran la disolución oficial de la URSS. La disolución del Estado socialista más grande del mundo también marcó el fin de la Guerra Fría.

Con el fin de dejar de lado el estancamiento de la economía soviética, el líder soviético Mijaíl Gorbachov inició un proceso de apertura política y reestructuración económica en el que había sido un Estado totalitario unipartidista. La liberalización llevó al surgimiento de movimientos nacionales y disputas étnicas largamente reprimidos al interior de diversas repúblicas de la Unión Soviética. Las Revoluciones de 1989 llevaron a la caída de los Estados socialistas aliados a la Unión Soviética e incrementaron la presión sobre Gorbachov para implementar una mayor democracia y autonomía para las repúblicas constituyentes de la URSS. Bajo el liderazgo de Gorbachov, el Partido Comunista de la Unión Soviética introdujo elecciones directas, formó una nueva legislatura central y puso fin a la prohibición de partidos políticos. Las legislaturas de las repúblicas soviéticas empezaron a promulgar leyes que disminuyeron el control del gobierno central y ratificaron su autonomía.

Los crecientes disturbios políticos llevaron a que las Fuerzas Armadas soviéticas y el Partido Comunista intentaran un golpe de Estado para derrocar a Gorbachov y volver a establecer un régimen central autoritario en agosto de 1991. Si bien fue frustrado por la agitación popular comandada por Borís Yeltsin, el entonces presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, el intento de golpe aumentó el temor de que las reformas fueran revertidas y la mayoría de repúblicas soviéticas empezó a declarar su independencia absoluta. El 8 de noviembre de 1991, los presidentes de las repúblicas soviéticas de Rusia, Ucrania y Bielorrusia se reunieron en secreto y acordaron disolver la Unión Soviética y remplazarla con una forma de unión voluntaria conocida como la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Cada vez más impotente frente a los eventos, Gorbachov renunció a su cargo y la Unión Soviética dejó de existir formalmente el 25 de diciembre de 1991. En el derecho internacional, Rusia fue reconocida como el Estado sucesor de la Unión Soviética.

La Desintegración de la URSS

La guerra fría terminó por el derrumbe de uno de sus contendientes. El proceso de reformas iniciado por Gorbachov en 1985 precipitó una dinámica que terminó llevándose por delante la propia existencia del estado fundado por Lenin.

En medio de una profunda crisis económica, con una población gracias a la glasnost cada vez más consciente de la crueldad y la corrupción que había caracterizado la dictadura soviética, el nacionalismo vino a actuar como factor incontenible de disgregación del estado soviético, heredero del Imperio zarista.

El movimiento centrífugo se inició en las repúblicas bálticas, que durante el otoño de 1989 dejaron claro su intención de romper los lazos con un estado al que se habían unido como víctimas del Pacto que firmaron Molotov y Von Ribbentrop en 1939. Paralelamente el nacionalismo aparecía en las repúblicas caucásicas, azuzado por el enfrentamiento entre armenios y azeríes en Nagorno-Karabaj en 1988.

Cuando en febrero de 1990, Gorbachov dio un paso adelante en superestroika renunciando al monopolio político del PCUS y convocando elecciones parcialmente pluralistas, se encontró con que en Lituania, Letonia, Estonia y Moldavia ganaban las fuerzas políticas independentistas. Lituania declaró inmediatamente su independencia, sentando un precedente para las demás repúblicas que constituían la URSS.

La desintegración de la URSS no vino, sin embargo, motivada por las reivindicaciones de los pequeños pueblos bálticos. El movimiento que definitivamente derrumbó la URSS vino... de Rusia, la nación que había construido el imperio zarista, antecesor del estado soviético. En mayo de 1990, Borís Yeltsin, quien había sido expulsado del PCUS en 1987, fue elegido presidente del Parlamento ruso. Desde esa posición de poder, Yeltsin impulsó medidas que precipitaron el fin de la Unión Soviética.

En julio de 1990, el XXVIII Congreso del PCUS constató la acelerada decadencia del partido que había aglutinado al estado soviética durante décadas. El propio ministro de asuntos exteriores Eduard Shevarnadze dimitió en diciembre de 1990 en protesta por lo que él veía como un inminente golpe de estado que devolvería al país a la época de Breznev.

Acorralado entre las fuerzas comunistas conservadoras que buscaban una vuelta atrás en el proceso de reformas y las fuerzas reformistas y nacionalistas, Gorbachov trató de negociar un nuevo Tratado de la Unión que reconstruyera sobre nuevas bases de mayor libertad nacional la antigua URSS. Sin embargo, los comunistas ortodoxos trataron de imponer una solución de fuerza, el 19 de agosto de 1991, Gorbachov era secuestrado en su residencia de veraneo en el Mar Negro y un grupo de comunistas de la línea dura se ponían al frente de un golpe militar. La falta de unidad en el ejército y las acciones de protesta popular en Moscú hicieron fracasar el golpe. Fue el momento de Borís Yeltsin,

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